Atari, que el año pasado cumplió la nada desdeñable cifra de 40 años, se ha declarado en bancarrota. Pero no temáis, culpables, que todo esto tiene una muy buena explicación y no significa que la empresa vaya a desaparecer.
Según publica el diario L.A. Times, tan solo la filial norteamericana de Atari se ha declarado en quiebra. Esto, al parecer, viene por un intento de escapar de la matriz francesa. Esta opreación se debe a que es la división francesa la que está generando pérdidas a la compañía y la situación se está volviendo insostenible.
Atari, de esta forma, busca vender la totalidad de sus activos en unos tres o cuatro meses para poder cambiar su modelo de negocio. La compañía quiere dejar atrás el negocio tradicional de los videojuegos para centrarse en el mercado digital y la cesión de licencias.
Atari fue comprada por Infogrames, desarrolladora francesa, en 2008. En 2009 Infogrames cambió su nombre a Atari SA, queriendo hacer uso del nombre de Atari.
Sin duda es una gran pérdida, al igual que la de la empresa THQ. Como diría el gran Ezio Auditore, requiscat in pace.
Fuente: LA Times