Todos nos creímos las palabras de Ubisoft cuando dijo que la saga Assassin’s Creed necesitaba un descanso tras el lanzamiento de Syndicate, su última gran apuesta dentro de la saga principal. Las cosas empezaron a torcerse (más notablemente aún) a partir de Assassin’s Creed Unity. Se notaba que Ubisoft empezaba a lanzar (cual mono enjaulado) Assassin’s más por costumbre y por hacer caja navideña que por ganas de ofrecer títulos buenos y trabajados que tuviesen algo interesante que contar.
Los bugs no son nada desconocidos para la saga de asesinos empezada por Altaïr Ibn-La’Ahad (vale, los apellidos he tenido que buscarlos), pero la calidad de Unity clamaba al cielo y fue el primer golpe duro que marcó una decadencia cada vez más notoria en la saga. Syndicate estaba en pleno desarrollo cuando el aluvión de críticas hacia Unity estaba cayendo con fuerza y detener su lanzamiento no era una opción.
Tras un Assassin’s Creed desastroso en Francia, Inglaterra tuvo algo más de suerte y Syndicate no era tan terrible como su predecesor parisino. Sin embargo, algo estaba claro: la saga estaba languideciendo, Ubisoft la estaba matando al no dejarla descansar. Tirar de licencia y sacar juegos sin ton ni son empezaba a pasar factura y en Ubi decidieron dar un descansito a una de sus sagas estrellas para que pudiese descansar y despejarse.
Y esta es la bella historia que resume por qué este año no tenemos Assassin’s Creed. O casi. Ubisoft no dijo nada de remasterizaciones y recopilatorios, así que… Aquí tenemos Assassin’s Creed The Ezio Collection, que reúne los tres episodios de la saga protagonizados por el asesino de Florencia: Ezio Auditore de Firence.
El recopilatorio consta de Assassin’s Creed 2, Assassin’s Creed: Brotherhood y Assassin’s Creed Revelations, todos ellos protagonizados por uno de los asesinos más queridos y carismáticos (para servidor el que más) de toda la saga.
El bueno de Ezio se ganó las simpatías de los jugadores en la pasada generación. Ya fuese por continuar el legado de Altaïr, que no era poca cosa, o por méritos propios. Ezio fue un personaje complejo, que evolucionaba (era un niñato al inicio de AC 2), resolutivo pero compasivo a pesar de ello, con la capacidad de dudar de todo y mantener una mente abierta, ayudando por el camino a expandir y mejorar notablemente la organización de los Asesinos. Todo ello hizo que su paso por las consolas y el PC se mantuviese en el recuerdo tanto de aquellos que jugaron sus juegos como aquellos que sólo han visto al tipo de blanco encapuchado con una media sonrisa pícara bajo la capucha.
Y esto que os acabo de decir no sólo lo sé yo. Los amigos de Ubisoft también lo saben y quizás por ello han decidido marcarse esta remasterización de la época renacentista de la saga. Por el carisma de Ezio y por el peso que tienen esos títulos dentro de la saga, repercutiendo en el cariño de la gente y, por tanto, en sus bolsillos. Ahora bien, sobra decir qué o cómo son estos juegos, pues son viejos conocidos para la gran mayoría. La verdadera pregunta es…
Como decía, analizar individualmente los juegos no es lo más productivo en este análisis (y además se haría eterno y nadie quiere eso, ¿verdad?), ya que sus cambios se basan más en un lavado de cara y pequeñas modificaciones que en la raíz misma de los títulos. Estos han permanecido inalterados salvo pequeñas variaciones.
Se han añadido pequeñas cosas y se han suprimido otras pero la base es la misma que la de hace años, por lo que si vuestra intención es abordar la saga por primera vez a partir de The Ezio Collection no tendréis ninguna dificultad para encontrar análisis individuales de cada juego hasta por debajo de las piedras. Salvo en este análisis.
Bien, lo primero es lo primero: ¿qué nos nos vamos a encontrar en esta edición de las aventuras de Ezio? Pues los tres juegos anteriormente citados a 1080p, remasterizados y con mejores texturas, los añadidos que tuvieron en su día a través de dlc y un par de cortos que ampliaban (y cerraban) la historia de Ezio: Assassin’s Creed Lineage y Assassin’s Creed Embers. Perdemos por el camino los modos multijugador (que nunca brillaron con luz propia), algo que en realidad no es tan significativo, ya que la saga siempre ha estado pensada para ser disfrutada por su campaña para un jugador.
La mejoría respecto a las ediciones de la generación pasada es notable pero tampoco es un alarde de material nuevo y trabajado. Las texturas (algunas son nuevas y se nota particularmente en las caras de los personajes) han mejorado, sí, pero la sensación de lavado de cara superficial no desaparece por ello.
No es un salto o un cambio como el de The Legend of Zelda The Wind Waker para Wii U, para que os hagáis una idea rápida (además de que eso era un remake), es más una mejora en HD que le sienta bien pero tampoco actualiza sus gráficos a los tiempos actuales. Por lo demás, los juegos se han mantenido inalterados. Y esto no es malo, siguen funcionando y se dejan jugar tan bien como antes, haciendo innecesarios los cambios en la jugabilidad. En este sentido, los tres títulos han envejecido bien, ya sea por méritos propios o porque la saga no ha sufrido una revolución jugable palpable a lo largo del tiempo.
De modo que tenemos los tres episodios de Ezio con un lavado de cara que lo deja encarrilado para los tiempos modernos y algún que otro bug, algo clásico en la saga. ¿Vale entonces la pena este recopilatorio? Lo cierto es que si es tu primera vez dentro de la saga la oportunidad es bastante buena para meterse de lleno en la guerra entre asesinos y templarios. Los juegos de Ezio son de los mejores que ha habido en la saga y su personaje es, para servidor, el más carismático de todos los protagonistas y a lo largo de estos tres juegos lo podremos ver crecer, madurar e incluso envejecer en Revelations.
Assassin’s Creed 2 supuso un más y mejor respecto al título original de Altaïr. Expandía las posibilidades y tenía una de las mejores (si no la mejor) tramas de la franquicia de Ubisoft. Tras esta aventura llegó Brotherhood que, bajo mi humilde opinión, amplió las posibilidades jugables de AC 2 añadiendo más contenido a cambio de hacer un sacrificio en su historia, algo más floja.
Luego apareció AC Revelations, que aunque intentaba innovar (levemente) ya empezaba a desprender un aroma a fanservice (con la participación de Altaïr) y a tradición anual pero que, al menos, servía como cierre del arco del sobreexplotado Ezio Auditore.
Las diferencias y mejoras jugables de uno a otro son algo anecdótico. Había alguna mejora en el combate y mayor fluidez en el parkour pero la base era la misma y funcionaba perfectamente. Así pues, aquellos que en su día disfrutaron de las aventuras del asesino florentino quizás quieran revivirlas ahora con alguna mejoría gráfica, si bien es cierto que jugar uno tras otro puede llegar a agotar rápidamente por su reiteración jugable y sus mecánicas similares, mientras que los que se perdieron en su día la saga de Ezio tienen una buena oportunidad ahora, con tres de los mejores juegos de la franquicia.
No existe ningún añadido notable más allá de su lavado de cara (que, insisto, no es nada del otro mundo, cumple pero sin alardes), por lo que a aquellos a quienes pille de nuevas les puede suponer un valor significativo mucho más apreciable que para los que ya estén familiarizados con la saga.
De este modo, el pack tiene un atractivo relativo, dependiendo de cada persona que decida darle una oportunidad. Nada ha cambiado salvo el envoltorio, con lo cual que cada uno juzgue si es momento de invertir tiempo en volver al Animus con Desmond y revivir a Ezio o mejor esperar al año que viene con expectativas de algo nuevo más trabajado que esta puesta al día algo más raspada que cuidada.
Considero que es un pack especialmente destinado a los muy fans que deseen repetir las andanzas del asesino italiano o a aquellos que se las perdieron en su día, pues está visto que hay remasterizaciones y remasterizaciones.
Quizás Ubisoft podría haber puesto un poco más de interés por una de sus sagas y personajes estrella, ofreciendo algo más que la actualización gráfica de la que hace gala la colección, con texturas y gráficos más trabajados y un proceso de testeo que se asegurarse de eliminar la mayor parte (todos es pedir demasiado a estas alturas) de los bugs iniciales del pack. Por el precio al que se vende ofrece decenas y decenas de horas de juego, pero como remasterización tan sólo cumple con lo esperado y peca de poco ambiciosa, algo que parece ser un mal que adolece en la saga desde hace unos años.
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