Hace unas semanas, los amantes de la saga The Legend of Zelda tuvimos una trágica noticia. Nintendo confirmó que la continuación de Breath of the Wild llegaría más tarde de lo previsto, en el año 2023. Muchos nos llevamos las manos a la cabeza ante la noticia, pero ello nos sirve para, por ejemplo, repasar la cronología de The Legend of Zelda, una que resulta algo confusa y que bien merece una explicación.
El primer videojuego de todos es Skyward Sword, y es aquel en el que se cuenta la división entre el cielo y la tierra. Allí se narra la Guerra Ancestral, la reencarnación de la diosa Hylia y el retorno a la superficie terrestre: así nace el reino de Hyrule.
La historia continúa con The Minish Cap. En el videojuego de Game Boy Advance el rey de Hyrule elige a Link para rescatar a la Princesa Zelda, quien ha sido petrificada por el villano Vaati. Link es un niño, y es elegido para tal menester porque solo los niños son capaces de ver a los minish. En su camino se encuentra a Ezero, un minish transformado en gorro de pájaro. Link y Ezero cooperarán para reunir los cuatro elementos y construir la Espada Cuádruple, capaz de derrotar al enemigo principal (quien, a su vez, fue un aprendiz de Ezero).
Continúa la cronología de The Legend of Zelda con Four Swords. Este videojuego no tiene un componente tan narrativo; resultó ser un título más centrado en la vertiente multijugador que en aportar una historia en sí. Aquí se cuenta cómo la Espada Cuádruple se fragmenta por la aparición de un Link Oscuro y, de esa fragmentación, surgen cuatro clones. Cuando estas copias vencen al malvado héroe, Vaati es liberado de nuevo, pero acaba sucumbiendo ante nosotros.
Aquí empieza lo interesante. En Ocarina of Time, que no detallaré porque si no me extendería en demasía, surgen tres líneas temporales fruto de los viajes que hace Link para derrotar a Ganondorf. Así pues, en una línea temporal Link vence a Ganon y vuelve a su época de niñez; en otra sucede lo mismo pero se mantiene adulto; y en la última Link fracasa en su cometido.
En la primera línea temporal se ambientan Majora’s Mask, Twilight Princess y, por último, Four Swords Adventures, en dicho orden. En la segunda lo hacen The Wind Waker, Phantom Hourglass y Spirit Tracks. Y en la última, prácticamente los videojuegos originales: A Link to the Past, los Oracle, Link’s Awakening, The Legend of Zelda y The Adventure of Link.
Así pues, quedaría tal que así:
La historia del último videojuego de la franquicia se ambienta en una ubicación poco precisa. Preguntados en Famitsu por ello, el productor Eiji Aonuma y el director Hidemaro Fujibayashi dijeron:
La historia de Hyrule cambia con el tiempo. Cuando pensamos en las próximas entregas y lo que queremos hacer con ellas, pensamos: ‘Esto encajará bien’. Entonces, lo ubicamos en la línea de tiempo, pero nos damos cuenta de que no encaja. Entonces, cambiamos la ubicación. En realidad, la historia ha sido modificada muchas veces.
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