El Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí compra el 5% de Nintendo. Ya lo anticipó Mario Odyssey con su nivel en el desierto…
Llevo un tiempo contándoos los últimos movimientos de Arabia Saudí. No es que yo me haya vuelto experto en geopolítica ni muchísimo menos, pero es que el país árabe lleva un tiempo invirtiendo en videojuegos como estrategia para no depender tanto del petróleo. El caso: hace unos meses adquirieron el 96% de SNK, y anteriormente invirtieron fuerte en Capcom y Nexon. Ahora es el turno de la Gran N: Arabia Saudí compra el 5% de Nintendo.
Tal y como informa Bloomberg, esto convierte al país en el quinto accionista mayoritario de Nintendo. No sé si esto es algo bueno o malo: como decimos, responde a los planes de Mohammed bin Salman para no depender tanto del petróleo. Esperemos que ello no influya en la libertad creativa de los japoneses, que, estoy seguro, no se verá nada comprometida por ello.
La entrada de Arabia Saudí al mundo de los videojuegos puede ser entendida como un arma de doble filo. Bien es sabido que es un territorio que no respeta los derechos humanos, ni la democracia, ni nada. Pensar que son los dueños de Fatal Fury o Metal Slug nos da que pensar de hacia dónde pueden ir dichos videojuegos. Si dejan plena libertad creativa a los desarrolladores y no se meten en berenjenales del estilo… Ni tan mal.
Cabe recordar que el territorio también ha hecho sus pinitos en Activision Blizzard. En diciembre del año 2020, el país adquirió acciones con valor de 3.000 millones de dólares de la empresa. Con la compra de Microsoft por casi 70.000 millones, se espera que los sauditas reciban una buena tajada a modo de compensación. Si es que en algún momento se lleva a concluir, claro está…