Los morados vuelven para dar guerra. En este análisis de Saint’s Row The Third Remastered veremos cómo les va en la actual generación.
Saint’s Row es una saga que ha conseguido hacerse con un nombre propio. Con unos principios más o menos serios, la tercera entrega de la saga de gángters decidió dar un salto absoluto hacia la absurdez. Con un tono más gamberro si cabe, vamos a desentrañar sus cualidades en este análisis de Saint’s Row The Third Remastered para PlayStation 4.
Esta remasterización cuenta con un pack de tres misiones de expansión y los 30 DLC que salieron para su versión original. A su vez, las armas y muchas de las texturas han sido remodeladas, a lo que se suma un nuevo motor de iluminación que hace que el juego se vea francamente bien.
La banda de siempre, pero con dinero
Saint’s Row The Third empieza con la banda en lo más alto. Películas, anuncios y, en general, una explotación de su marca que les genera ingentes cantidades de dinero. Pero claro, un criminal nunca deja de serlo, y su afán por la delincuencia los llevará a enfrentarse a alguien todavía más rico que ellos: Loren y su organización Syndicate.
Tras un prólogo en el que veremos cómo nos quedamos sin un duro en la cuenta corriente, toca recuperar nuestro imperio allá donde reina nuestro enemigo: la nueva ciudad de Steelport. La premisa es sencilla, y su ejecución aún más. No habrán pasado ni dos horas cuando ya estemos envueltos en explosiones, tiroteos y pilotando un avión a toda velocidad entre los rascacielos de Steelport.
El elenco de personajes, sigue sin atrapar demasiado, pretendiendo ser carismáticos pero fallando en eso, pues al final todos se reducen a básicamente lo mismo. No están mal, pero podrían ser mejores.
Exactamente como una historia, que dentro de su locura y de sus excusas para ponernos en los pies de un protagonista que vive escenas muy locas, no tiene mucho que aportar. No es que sea un muermo, tampoco resta, pero suma lo justo, que afortunadamente es lo que pretende.
Diversión sin limitaciones
Sin duda, el núcleo jugable de Saint’s Row The Third es lo más importante del juego. Pasaremos nuestra mayor parte de juego haciendo el cabra por las calles de Steelport, y afortunadamente hacen esto bien… salvo por cosillas.
Es un juego de su época, ese es el mejor resumen que os podemos hacer. Esto quiere decir que tanto el gameplay, como el gunplay y la conducción cumplen, pero quizá no con los estándares actuales de calidad. Vamos, que está a años luz de lo que podemos ver en GTAV.
Pero, dentro de su época, podemos decir que el conjunto es más que solvente. Y más importante aún: en la actualidad sigue siendo muy disfrutable. El movimiento, el gunplay y la conducción terrestre y aérea, cumplen sobradamente con su propósito.
En la faceta shooter tampoco encontramos grandes problemas. Quizás peque de imprecisa, pero generalmente no nos vamos a encontrar demasiados problemas. El disparo desde la cintura, por cierto, es realmente cómodo, ya que el apuntado preciso es algo lento.
Lo mejor, sin duda, son las armas. Tendremos armas de todo tipo: pistolas, escopetas, subfusiles, lanzamisiles, cuerpo a cuerpo, etc. Pero la gran novedad la encontramos en sus armas especiales, tales como misiles aéreos teledirigidos, que nos permitirán controlar un misil guiado cayendo del cielo sobre nuestros enemigos, algo que es la mar de satisfactorio. También hay armas muy cachondas, como un lanzamisiles de pulpos para controlar a nuestros enemigos, o un arma con la que controlaremos otros coches.
Lo bueno de las armas y su variedad, es que además hay mejoras. Así pues, conforme subamos niveles de respeto y ganemos dinero, podremos mejorar nuestras armas y facilitar las cosas más en el juego, que muy difícil de por sí, no es.
En cuanto a la conducción, esta es sumamente arcade. Es sencilla y huye del realismo. Es más, se premia con puntos de respeto la temeridad al volante, con cosas como la conducción en sentido contrario o evitar choques en el último segundo. La conducción aérea también es bastante solvente, siendo sencilla y efectiva.
Steelport, lleno de posibilidades
Saint’s Row The Third nos suelta en mitad de una ciudad completamente abierta desde el principio. Con los estándares actuales, es cierto que se queda algo pequeña, pero no por ello tiene poco contenido.
Hay mucho por hacer en la ciudad, desde ir a comprar ropa y armas, hasta tunear el coche y realizarnos una operación estética. Podremos comprar locales que generarán el tan preciado dinero, y podremos hacer pequeñas tareas, ya sean de proteger un reparto de droga o montar el caos con un tanque.
Por todas y cada una de las actividades que hagamos, obtendremos respeto, que nos hará subir de nivel. Las subidas de nivel nos darán acceso a todo tipo de mejoras: salud, armas, banda, movimientos, etc. Todas estas mejoras cuestan dinero, por lo que se incentiva y se retroalimenta de manera muy inteligente que juguemos de forma temeraria y que invirtamos en comprar propiedades. Poco a poco iremos notando mejoría en nuestro personaje.
La pena de esto es que, en el caso de esta versión, se rompe completamente cuando desde el minuto uno tenemos a nuestra disposición un caza y un tanque. No es algo que vayamos a usar en las misiones por la propia narrativa de estas, pero si desde el comienzo tienes los vehículos más potentes del juego… ¿qué te motiva a seguir? Supongo que es la apuesta total por la diversión lo que ha motivado este tipo de decisión, pero no tengo del todo claro que fuese acertada.
Volviendo a lo que es la ciudad y sus actividades en sí, debemos destacar que la ciudad se divide en barrios, y estos están controlados por la banda de turno. Su control menguará a medida que adquiramos locales y que hagamos tareas secundarias de enfrentamientos contra la susodicha banda.
También cabe mencionar que podremos tener dos tipos de niveles de búsqueda: el policial y el de las bandas. Cuando ambos niveles son altos, nos pondrán las cosas muy, pero que muy difíciles, por lo que más nos vale ir bien armados… o tener cerca una propiedad a la que podamos entrar, ya que “casa salva”, y una vez que entremos, nuestros niveles de búsqueda bajarán a cero.
Gráficos y sonido
En cuanto a los gráficos, lo que hemos comentado antes: el juego ha visto remodeladas muchas de sus texturas y el nuevo motor de iluminación da un toque muy bueno al título. Si bien no lo sitúa en los estándares actuales de calidad, deja un muy buen sabor de boca. Menos entendible es que en las versiones de consola siga funcionando a 30fps.
En el sonido es donde encontramos algún pero. El doblaje es bastante bueno, pero en el resto el juego se escucha algo cojo. No son muchas las ocasiones en las que exista una BSO fuera de la radio de los coches, y eso hace que las misiones, junto a lo pobre del sonido de las armas, queden un poco insípidas y carentes de emoción.