El presidente de los Estados Unidos necesita tu ayuda y se la vamos a brindar con este análisis de Saint’s Row IV: Re-Elected para Nintendo Switch.
Tras haber analizado el port de la tercera parte y cosechando un éxito bastante notorio, THQ Nordic se atreve a traer de nuevo la saga más gamberra de los sandbox. Con un sentido del humor negro y un protagonista sin límites narrativos y mecánicos, Saint’s Row se ha hecho una saga de renombre que perduró hasta su cuarta parte. Esta misma es la que os vamos a presentar hoy con el análisis de Saint’s Row IV: Re-Elected para Nintendo Switch.
Recordad que partimos de una saga que nació para combatir al aclamado GTA: San Andreas. Sin conseguir hacerle sombra, puso rumbo a buscar su propia personalidad. Eso le llevó al juego que tenemos hoy, uno que se centra en darnos superpoderes para crear el caos a nuestro paso.
De pandillero a presidente de los Estados Unidos
Saint’s Row empezó como una banda de pobres y yonkis de Steelport. Siendo Gat su líder, nos reclutaron cuando solo eramos un chaval y, haciendo misiones y ganando respeto, conseguimos llegar a la cima de la banda. Más tarde, conseguimos el control de todo Steelport, razón que nos lleva a amasar grandes fortunas de dinero que nos catapultan a ser los reyes del éxito mediático.
Y es aquí, con nuestra fama y poder militar pagado con millonetis, que nos lanzamos a salvar al mundo de un ataque terrorista a la misma Casa Blanca. Lo frenamos con éxito y nos convertirnos, por clamor popular, en el presidente de los Estados Unidos. Ha sonado fácil, ¿verdad? Pues esto solo es el prólogo de un videojuego que nos va cambiar las tornas de un momento para otro.
Porque los alienígenas nos atacan y nos abducen para meternos en un mundo de realidad virtual. Y es aquí, donde la premisa de Saint’s Row IV toma forma, convirtiéndonos en un superhéroe que despliega sus poderes gracias a piratear este mundo ficticio. Como es lógico, no podemos tomarnos esta historia con seriedad, Saint’s Row siempre ha sido una parodia de todo lo que le rodea, haciendo gala de un humor negro exquisito que no ha perdido ni un ápice de fuerza en esta cuarta entrega.

El heredero de Prototype
Los que me conocéis bien sabéis lo que me chifla la obra de Radical Entertainment. Poder controlar un personaje en una ciudad sin restricciones, donde te sientes omnipotente y nada puede pararte, es una de las experiencias más molonas que podemos experimentar con los videojuegos. Volition lo sabe bien y es por ello que buscó trasladar esas sensaciones a la Steelport virtual.
Cosas como conducir vehículos o disparar armas siguen presentes, pero toman una importancia secundaria al poder desarrollar poderes. ¿Para qué queremos conducir un bólido si tenemos supervelocidad? ¿Acaso una pistola nos va mejor que lanzar bolas de fuego o puñetazos que atraviesan paredes? El juego se rinde a los poderes, ajustando su nivel de reto, minijuegos y misiones al empleo de los mismos como la mecánica central.
Sin embargo, no deja de lado todas las bondades que ya traía el tercero. Personalización a niveles enfermizos, una banda sonora (concentrada en las emisoras de radio y en las misiones más importantes) para el recuerdo y un grupo de personajes muy carismáticos. La verdad es que Saint’s Row IV se siente demasiado familiar si venimos del tercero. Son muy pocos los cambios, y el hecho de repetir motor gráfico, menús, ciudad y algunas mecánicas nos da la sensación de como si estuviésemos jugando una expansión de este.

De vuelta a Nintendo Switch
Volition ha querido darle una vida larga a este juego, uno que ya hemos podido disfrutar en esta misma versión (Re-Elected) en PlayStation 4, Xbox One y PC hace ya 5 años. Uno de los principales atractivos que tenía era la incorporación del DLC standalone Gat Out Hell. Se trataba de una expansión de este cuarto título, que no precisaba del juego original para funcionar y que nos llevaba al infierno para rescatar a nuestro protagonista, controlando al legendario Gat, uno de los personajes más carismáticos de la saga.
Con un mapa y ambientación nuevos, más poderes y un sistema de juego más enfocado en el tira y afloja con el mismo Satanás, suponía un añadido más que interesante para el relanzamiento de Saint’s Row IV en consolas de nueva generación. ¿Por qué hago tanto hincapié en esto? Pues porque en la versión de Switch, no viene. Algo que nos ha dejado un poco perplejos ya que solo disponemos del juego original con los DLC cosméticos y de la historia, dejándose Gat Out Hell fuera del tintero.
Por lo demás, solo tenemos diferencias técnicas. Gráficamente no incluye mejoras respecto al juego original (el cual se estrenó en PlayStation 3 y Xbox 360) y es bastante inconsistente en cuanto a framerrate. Normalmente se esfuerza por mantener el tipo con 30 FPS, pero es típico que estos caigan incluso a los 12 FPS cuando la pantalla se satura de efectos especiales y enemigos. En cuanto a la resolución, trabaja a 1080p en modo Dock y 720p en modo portátil, tal y como ya hacía el tercero.

No estaría mal repetir elecciones en la híbrida nintendera
Saint’s Row IV: Re-Elected para Nintendo Switch supone una experiencia muy divertida (los Saint’s jamás nos aburrirán) que ahora podremos jugar en cualquier parte gracias a su carácter portátil. El incombustible sentido del humor, la gran amalgama de contenidos y las posibilidades que ofrecen los poderes especiales hacen de este juego una buena opción si tenemos apetito de sandbox.
¿Lo malo? Que se hayan dejado atrás Gat Out Hell (imperdonable viendo que lo tienen las ediciones de PlayStation 4 y Xbox One) y que a nivel rendimiento es bastante regulero, como ya le pasaba al Saint’s Row The Third. No obstante, si le perdonamos estas cosas, el juego nos tendrá entretenidos durante unas buenas decenas de horas.