Análisis de Jump King para PlayStation 4

La hora de los saltos y la tortura psicológica llegó con nuestro análisis de Jump King para PlayStation 4

Hoy queridísimos culpables os traemos un nuevo juego que no os dejará indiferentes. ¿Habrá conseguido esta propuesta independiente calar en nuestros pequeños corazones? Os lo contamos en nuestro análisis de Jump King para PlayStation 4

De la mano de un pequeño estudio suizo llamado Nexile nos llega este curioso título de género plataformas. Está bien recordar el por qué fue buena idea invertir en ese curso para administrar nuestras emociones, ya que ahorrarnos ahora el dinero de los mandos que seguro vamos a romper por la elevada dificultad del título nos sacará una pequeña sonrisa. Si queréis saber más, seguid leyendo para que os podamos desmenuzar todos sus apartados.

Si sois fans de lo retro puede que os interese

Sí culpables, lo retro sigue estando de moda y este juegovídeo se ha querido subir al carro también. Gráficamente está todo hecho con sprites en 16 bits, lo cual es algo positivo tanto para aquellos amantes de este tipo de diseños como para los más nostálgicos.

Los diseños de las fases también es algo que rememorará aquellas tardes en la infancia pegado a la pantalla. En estas etapas nos encontraremos con una serie de plataformas colocadas estratégicamente (la mayoría con muchísima maldad acumulada para hacernos memorizar  cada uno de los saltos de la manera adecuada). Esto es algo que me gustó, ya que a pesar de la dificultad me divertí al tener que ir buscando el camino correcto para poder avanzar.

Además, a pesar de que esté todo pixelado es cierto que los decorados se diferencian mucho entre ellos, aunque sí que es verdad que todos ellos se hacen bastante repetitivos, y es que al final todo se basa en unas plataformas con un fondo distinto. Esto sin duda es algo que puede daros una sensación de monotonía bastante importante, pero sí es cierto que consigues disfrutar con ellos.

Música bastante escasa y sin mayor relevancia

La banda sonora de este juego brilla sobre todo por su ausencia y es que de las pocas pistas musicales que veremos en el juego son, en su mayoría, simplemente sonido ambiente, como si de una película de terror se tratase. La cosa va a peor cuando encima te percatas de que resultan demasiado tenues, haciendo que a veces ni te des cuenta de que hay sonido de fondo.

No obstante, esto no es del todo negativo, os puedo asegurar que dada la dificultad del asunto y el tiempo que os podéis tirar en el mismo tramo, hará que  no os saturéis con una música repetitiva. Aun así os va a dejar ese efecto de vacío y monotonía el no poder amenizar la subida con un buen hilo musical.

Una mecánica bastante simple aunque difícil

La mecánica del juego consiste en saltar entre las distintas plataformas que nos iremos encontrando para llegar al tope donde nos esperara la «buenorra». Para ello tendremos que pulsar el botón de salto, el cual dependiendo del tiempo pulsado saltará más alto o menos. También podremos desplazarnos para poder elegir el sitio idóneo para nuestro salto.

Todo esto parece demasiado simple y en sí la mecánica lo es, pero si es cierto que todas estas plataformas estarán ubicadas en puntos estratégicos el cual tendremos que plantearnos bastante cuan largos serán nuestros botes para poder acceder al siguiente terreno. Ya os voy adelantando que la dificultad es uno de los fuertes del juego y que probablemente tardéis demasiado en llegar al tope. Además, por si fuese poco, cada caída puede ser mortal porque si pestañeamos un poco puede que incluso nos volvamos a ver abajo del todo otra vez.

Puede resultar adictivo si consigues obviar los tópicos

A pesar de contar con una mecánica sencilla es cierto que podemos llegar a divertirnos con él, obviamente algunos más y otros menos. El reto de llegar arriba puede que a más de uno os tenga pegados en la pantalla, no obstante es un juego del que por muy divertido que parezca al principio os podéis cansar muy rápido.

Eso si, lo que puede hacer que dejéis de disfrutar un poco del título, es el uso de un tópico que empaña un poco (según que casos) la experiencia de juego. A estas alturas que el objetivo sea alcanzar a una «buenorra» hace que coja una actitud algo arcaica que si no puedes pasarla por alto puede provocar que no tengas una experiencia de juego del todo divertida.

Pocas opciones de juego y algo repetitivas

Otra desventaja es que este título es un poco lo comentado arriba, tampoco da para muchísimo más. Una vez pasado el juego normal o incluso sin hacerlo tendréis opción al «modo buenorra +»,  que básicamente cambiará la chica que os encontraréis al final.

Por otro lado, también tenéis el modo «fantasma de la buenorra», que sí que nos ofrece otros niveles en los cuales caernos, ya sea de disgusto o por nuestra propia «habilidad». Lo que sí ofrece es alguna que otra misión secundaria que tampoco otorga mucho más que cambios estéticos en el personaje sin ningún tipo de función más allá de conseguir el logro de turno.

En conclusión, no es el indie del siglo, ni de lejos el GOTY de este año. Os puede llegar a entretener por su dificultad y porque os quedéis con las ganas de subir a la cima aunque sea una vez. Aunque sin duda después de eso solo queda un juego bastante simple en todos sus aspectos, que da bastante sensación de vacío y de monotonía. A pesar de caer en los tópicos tampoco es capaz de destacar demasiado. Sin duda hay mejores opciones para pasar el rato.