Cuando crees que la tierra está perdida… Es el momento de invadirla. Te contamos todo en nuestro análisis de X-Morph: Defense para PlayStation 4.
El tower-defense es un género que alcanzó un punto realmente álgido hace no muchos años. Todos quería tener su porción del pastel y hasta Final Fantasy se sumó a la fiesta. Sin embargo, paulatinamente comenzó a quedarse estancado. No fueron pocos los juegos que intentaron darle un giro de tuerca más a un género que, a simple vista, no tenía más que ofrecer. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando nos ponen en el papel del invasor? Te contamos todos los secretos en este análisis de X-Morph: Defense para PlayStation 4.
El juego nos pone en el piel de los X-Morph, una raza alienígena que ha elegido la tierra para poder extraer sus recursos y terraformarla. Obviamente, los patéticos humanos no se van a quedar de brazos cruzados y movilizan su ejército para poder detenernos. Nosotros, tendremos la tarea de construir torretas e impedir que lleguen al núcleo y, mucho menos, que lo destruyan.
Es realmente una lástima que no hayan querido exprimir más este concepto de ser los invasores y, lo único que consiguen, es intercambiar el rol. Ahora somos nosotros los malos y tenemos que hacer lo mismo que en otros juegos para detener a los buenos. Sin embargo, X-Morph tiene algún toque que lo hace diferente al resto.
Un tower defense diferente
X-Morph: Defense se vende como una mezcla entre tower-defense y shooter. Durante las oleadas, tendremos que construir torres y bloquear caminos para que los enemigos tomen la ruta más larga hasta nuestro núcleo. No obstante, una vez empezado el asalto, podemos controlar nuestra nave y ayudar a derrotar las tropas. Esto le da un toque de frescura al juego ya que tenemos la posibilidad de interactuar con el entorno para facilitar nuestro trabajo. La presencia de gigantescos jefes al final de algunas misiones ayudan a variar un poco la estructura general del juego.
Sin embargo, esta división de poderes nos deja como jugador relativamente fríos. Tenemos la sensación de que nuestras torretas no son lo suficientemente fuertes como para detener a las tropas y nuestra nave no es lo suficientemente resistente como para aguantar muchas oleadas, a pesar de que podremos ser destruidos en combate todas las veces que sea necesario. Además, la presencia de tropas aéreas que nos atacarán y perseguirán sin descanso hacen esta tarea mucho más difícil.
Visualmente, el juego cumple con las expectativas. X-Morph es un espectáculo visual en el que seremos testigos de constantes explosiones, fragmentos que salen disparados y muchos, muchos disparos. El punto negativo es que no hay una gran variedad de enemigos y muchos de los escenarios parecen idénticos, salvo por alguna pequeña variación. En el campo sonoro, no destaca precisamente. Nos pasarán el mayor tiempo del juego escuchando explosiones y disparos, los cuales entorpecen las comunicaciones de audio que nos informan de por dónde van a acudir nuestros enemigos.
CONCLUSIONES DEL ANÁLISIS DE X-MORPH: DEFENSE
Los fans de los tower-defense se sentirán como en casa. Tienen una campaña bastante exigente y la posibilidad de poder jugarla en cooperativo con un amigo. Sin embargo, la parte de shooter se queda demasiado perdida. X-Morph: Defense es un juego recomendado única y exclusivamente para los fans del género. Aunque bien es cierto que es una buena recomendación.