El hacer el análisis de When Ski Lifts Go Wrong nos ha demostrado que el mundo tiene mucha suerte de no tenernos como arquitectos.
Juegos en los que hay que contstruir cosas hay a patadas. Y lo cierto es que son bastante populares. Pero el construir por construir no es del todo divertido, pues hace falta algo más para darle chicha a la cosa. Ya sea Fortnite, Minecraft o los Sims, la cosa está clara: lo divertido es ver a otros sufrir de rebote. Y por ello hacer el análisis de When Ski Lifts Go Wrong nos ha gustado tanto. Nos gusta ver el mundo arder.
Un tablón por aquí, una cuerda por allá…
El título nos narra la historia de superación de un chico rico, el cuál, harto de la vida cómoda, deicde poner en marcha su proyecto de futuro: crear una estación de esquí maravillosa, donde sus hijos puedan corretear tranquilos. Pero no será fácil: su familia, en especial su Tio abuelo Ernesto, se opondrán a esta loca idea. Hará falta sangre, sudor y lágrimas para…
Vale, no, estabamos intentando crear un poco de ambiente. El título no cuenta con historia, trama, ni nada parecido. Las únicas letras que vamos a ver son las de los tutoriales al principio del juego. El resto es todo ponerse manos a las tablas. En el modo campaña iremos superando diversas fases con determinados objetivos, haciéndonos economizar bastante si queremos conseguirlos.
Los otros modos ya dejan más a la imaginación. Por un lado, tenemos el modo libre, en el que podremos dar rienda suelta a nuestra imaginación sin ningún tipo de restricción. Por otro, tenemos los adorados niveles de otros usuarios. Y ya sabemos que pasa en estos casos: la gente es muy puñetera. Y ahí radica su grandeza.
Varios modos, una única misión: sobrevivir
¿Pero cómo va todo esto, decís? La cosa es bastante simple: dependiendo del tipo de visitante que tengamos en la fase, tendremos que realizar un tipo concreto de estructura u otro. Los materiales, por tanto, cambian de uno a otro. No es lo mismo crear un soporte para un teleférico que rampas para una moto de nieve. Lo bueno de ello es que cada elemento nos viene delimitado, siendo además un número bastante escueto, por lo que no tendremos que comernos la cabeza sobre qué usar.
Pero seamos sinceros: lo gracioso es fallar en nuestras construcciones. Y eso es algo que va a pasar mucho, por mucha visión espacial que tengamos. El peso, la oscilación del aparato que sea… todo cuenta para que nuestros usuarios sobrevivan. Así que ver como caen, dejando un caos a su alrededor, es cuanto menos hilarante. Lo sentimos, tenemos esa vena sádica desde que usamos la imaginación para matar a los Sims.
Jugando con la vida de los moñecos
Pero tranquilos, que no vais a ver miembros saltando por los aires, ambulancias, policías y un sin fin de abogados cuando nuestros visitantes caigan en desgracia. El estilo del título es muy minimalista, y se nota especialmente en sus personajes. Apenas unos cuantos polígonos los conforman, aunque lo cierto es que van la mar de equipados para la nive, con sus chaquetones y gorros de lana.
Los elementos creativos y los escenarios siguen el mismo patrón, si bien los primeros resaltan especialmente para hacerse notar, mientras que los segundos cuentan con alguna que otra variante, dependiendo de la estación del año. Nada demasiado destacable, la verdad, cumplen su función, acorde al título en el que lo más importante es la acción creativa.
Los temas musicales siguen este estilo también, pero pecan de ser repetitivos hasta la saciedad, a la par que los efectos de sonido. Sí, está bien que se escuchen los chasquidos al romperse la madera y tal, pero no es un elemento que nos vaya a encantar. Es más, lo más probable es que os pongáis vuestra propia música de fondo.
Conclusiones del análisis
When Ski Lifts Go Wrong es un título sencillo, hecho para sacar una sonrisa a los jugadores por sus fallos más que por sus aciertos. En los elementos artísticos es bastante simple tal y como hemos indicado. Y realmente lo que ofrece podemos encontrarlo en muchos títulos de corte similar.
Pese a ello, esto no le resta diversión en absoluto. Puede disfrutarse de cualquier forma. Más aún, tal y como hemos indicado más arriba, con las creaciones de los usuarios, en las que algunos de ellos sacan su vena más sádica a la par que imaginativa. Y qué demonios, sacar la nuestra propia también es un elemento llamativo, aunque en este aspecto la cantidad de fallos que podamos soportar sea bastante menor… a no ser que queramos trolear al personal.