¿Existe un juego de estilo Beat ‘em Up en el que no tengamos que pelear para avanzar? Descubridlo en este análisis de Way of the Passive Fist para PC.
Pues nada: otro día otro título indie que consigue dejarme con la boca abierta. Pero ojo, que Moonlighter me enseñó a llevar una tienda y ser a la vez un aventurero. En esta ocasión, la cabeza me ha reventado tras una simple premisa ejecutada prácticamente a la perfección. Por primera vez he visto y jugado a un título que rompe con el esquema de su propio género. Descubrid en este análisis de Way of the Passive Fist para PC el por qué de mi fascinación por este discreto título.
Universo Mad Max pero sin coches
Me voy a tener que quitar el sombrero ante Household Games por haber sido capaces de responder a una pregunta que desconocía que se pudiera hacer: ¿se puede hacer un Beat ‘em up sin tener que hacernos pelear? La respuesta es un increíble sí, y con sólo ver en movimiento el juego se aprecia que la cosa se puede realizar sin problema alguno.
La trama de Way of the Passive Fist es simple: somos The Wanderer, una leyenda en Zircon V. Este planeta de clima principalmente muy soleado se catalogó como inhabitable debido a su proximidad hacia el Sol. Pero eso no impidió que muchos humanos vivieran bajo este abrasador terreno, letal para los débiles de espíritu. La historia entretiene bastante más de lo que se espera de un título como este, y hay que reconocer que la trama engancha bastante. Pero lo importante de Passive Fist no es su narrativa, sino su gameplay. Y este se puede resumir en tres palabras: simple pero adictivo.
Un nuevo género: el Weak ‘em Up
Way of the Passive Fist es un título de peleas en el que curiosamente no tienes que pelear. Podemos realizar combos y activar habilidades especiales, pero sólo si conseguimos dominar la mecánica esencial del juego: el Parry. Cuando un enemigo entra en contacto con nosotros, tendremos que parar sus golpes marcados por patrón que es sencillo de aprender y que varía en función del color del enemigo. Esto irá rellenando nuestra barra de ataque especial, pero es recomendable guardar estos ataques para enemigos más poderosos.
El 95% de los enemigos del juego se pueden derrotar a base de cansarlos. Sí, no es broma: no les damos palizas brutales, sino que nos marcamos un Homer Simpson en toda regla. Una vez estén cansados, con darle un simple toquecito caerán al suelo exhaustos (ahora se comprenderá la imagen de la cabecera). Y si esto os parece poco podemos tambiar enganchar cuchillos y objetos arrojadizos en el aire para devolverlos. No miento al decir que jugar a este juego te hace sentir como un maestro de artes marciales esquivando golpes. Y si os preguntáis si el juego es difícil de dominar, os adelanto que eso es algo que podéis elegir vosotros mismos.
Repartiendo leña a la carta
Otra cosa que me ha sorprendido mucho es ver que nada más iniciar un capítulo (siendo en total 10 más luego la nueva expansión gratuita New Dawn) tenemos opciones. Así es: nuestra experiencia en Way of the Passive Fist es completamente customizable. ¿Hay demasiados enemigos en el nivel? Vuelve al menú principal y baja la barra para que haya menos. ¿Te molesta perder todo el combo por hacer un Parry de más? Selecciona que no se te pierda el combo por esa nimiedad. Incluso funciona en el sentido contrario. ¿Te has pasado el juego y te crees un maestro del Puño Pasivo? Pues dale fuerte hacia la derecha y prepárate para llorar. Aunque para llorar están los jefes, porque son el punto más flojo del juego.
Ojo, que cuando digo lo más flojo no indica que sean malos, ni mucho menos. Es más: son jefes que nos enseñarán lo necesario para derrotar al jefe final a través de sus ataques. Lo que eso llamábamos en los viejos tiempos «buena enseñanza de mecánicas a base de jugar» vamos. Pero pese a esto varios caminan por el sendero de tirarte enemigos para poder bajarles la vida. Algo interesante en concepto, pero que en ejecución falla un poco. Pero tranquilos, que esto solo ocurre con uno de los 5 jefes que encontraremos en nuestra aventura.
El Puño de la Estrella del Chill
Podría decir algo malo de Way of the Passive Fist, pero simplemente no puedo. No encuentro nada frustrante en este juego o algo que me haga decir que es un mal juego. Si me pongo muy exigente puedo decir que en muy pocas ocasiones los enemigos empiezan a «vibrar» cuando entran en contacto con otro enemigo. Ya está, eso es lo único malo que váis a encontrar en este juego. Y madre mía, no he hablado del apartado musical. Es asombrosa la banda sonora: ofrece una experiencia sonora épica a más no poder. Rifts de guitarra eléctrica y una energía que hace que a veces hagamos Parries al ritmo de la música.
No puedo añadir más de lo que he dicho ya varias veces: Way of the Passive Fist es un acercamiento nuevo a un género que desconocía que podía reinventarse. Su jugabilidad adictiva, su estilo simple pero memorable y sus melodías pegadizas son dignas de ser recordadas junto con los grandes del sector. Este año estamos teniendo muy buenos juegos indie, y sin miedo alguno puedo decir que Way of the Passive Fist se cuela entre mis favoritos.