¿Pero qué haces con el mando ahí metido? ¿Ah, que se juega así? Lancémonos al absurdo en este análisis de WarioWare: Move it.
El bueno de Wario regresa para alucinarnos con sus payasadas, sus salidas de tono y sus locas pruebas. Personalmente echo en falta un juego plataformero del más gamberro nintendero, pero de momento nos conformamos con una buena batería de minijuegos para compartir con amigos. Te cuento qué me ha parecido en el análisis de WarioWare: Move it.
¡¡Pero te quieres sacar de ahí el mando!!
Si no has probado nunca nada de esta serie, debes saber que el mismísimo Wario te desafía a conquistar microjuegos haciendo el gamba con los controles. En anteriores entregas hemos machacado botones, retorcido palancas, soplado a la consola y mil perrerías más. En esta ocasión nos toca menear los JoyCon como si estuviéramos poseídos por un demonio, ¡y encima el juego no te explica nada! El descifrar cómo diantres va cada minijuego es, sin duda alguna, uno de los puntos más chidos del juego, ya que le da personalidad, extravagancia y desemboca en momentos cómicos a montones.
La única pistilla que se nos da, ojo al dato con esto, es dónde debemos poner los mandos; en las manitas, entre las piernas, en el culYA LO IRÁS DESCUBRIENDO. Hay casi 20 poses para desbloquear, lo que te obliga a retorcer tu cuerpo de varias maneras. No te voy a destripar absolutamente ninguna prueba, pero preparáte para lo más random del universo. Sin cohesión, sin lógica… con Wario. Tan solo te aconsejo que te asegures de ajustar bien la correa de la muñeca, porque si no hay unas posibilidades bastante elevadas de que la liéis bien parda en casa. No es cuestión de reventar la tele oled que tanto esfuerzo te ha costado comprar, o el jarrón que te regaló la tía Petunia en tu cumple.
Ya en serio, aunque los controles de movimiento del juego te van a proporcionar algunas de las mejores situaciones cómicas en videojuegos que experimentarás este año, también tienen sus inconvenientes. La necesidad de adoptar constantemente nuevas poses ralentiza un poco el ritmo de juego, sobre todo si lo comparamos con anteriores entregas de la saga. Además, hay veces en las que sentirás que tú vas por un lado y el mando por otro, cortando un poco el rollo a los jugadores que, aunque lo estamos haciendo bien, somos «ninguneados» por el mando. No sucede todo el rato, pero sí de vez en cuando…
Mueve ese cucu, pero muévelo en compañía
El bueno de Wario nos ha dejado varios modos para jugar sus microjuegos. En El Museo te enfrentas a variantes más desafiantes de microjuegos. En el Modo Historia, tú y un amigo formáis equipo para enfrentar la mayor cantidad de microjuegos posible, incluyendo peleas contra jefes. El Modo Fiesta permite que cuatro jugadores compitan en un juego de mesa al estilo Mario Party o en un modo al estilo del Jackbox Party Pack donde realizas acciones en el mundo real frente a los demás. Este Modo Fiesta solo requiere un Joy-Con por jugador en lugar de dos. Estos modos multijugador offline otorgan una buena vida útil a Move it, algo que, por ejemplo, el modo Historia no te dará, pues te lo pasarás en dos ratos.
Un party game de los de reírse mucho
Resumiendo todo lo dicho anteriormente, WarioWare Move it ni de lejos reinventa la rueda en la saga, ya que seguiremos teniendo al macarra de Wario haciendo de las suyas mientras seguimos haciendo el canelo, esta vez con los JoyCon. Me ha gustado, como siempre, el remix gráfico del juego, que nunca sabes por dónde te va a salir, el humor irreverente y ver a Wario, que siempre es bien. Sin ser el mejor juego de la saga -el de GBA aún sigue copando ese honor- Move it nos dejará buenos momentos, sobre todo cuando vengan las visitas a casa.