Pocos juegos van a conseguir explotar tu vena avariciosa tanto como este, y con tanto humor. Échale un vistazo al análisis de Vostok Inc. para Nintendo Switch.
Mezclar un juego de naves con uno «empresarial» es un poco locura. A simple vista no encajan ni a la de tres. Pero luego lo pillas y, cuando te das cuenta, han pasado horas, e incluso días. Y no ta has dado cuenta. Esto es lo que os voy a intentar explicar en el análisis de Vostok Inc. para Nintendo Switch. Pero es que hay que jugarlo para entenderlo bien.
Eso sí. Ya os advierto que la jugabilidad principalmente viene dada por el tema de la lucha intergaláctica. La parte «empresarial» es la que engancha, pero no es en la que echaréis las horas muertas.
Vamos a colonizar el universo
Vostok Inc. nace con una premisa clara. Te quiere enganchado a la consola el mayor tiempo posible. Y para ello usa una técnica muy ratresa (con amor) pero efectiva: saca provecho a tu codicia más interior.
El hilo argumental es sencillo. Hay que colonizar planetas. Empezaremos por el sistema solar y acabaremos en la quinta puñeta, pero en todos ellos la mecánica es exactamente la misma.
Con nuestra navecita multiusos iremos de planeta en planeta plantando nuestros edificios. Empezaremos con pequeñas industrias, eléctricas, granjas. Y acabaremos con cosas realmente bizarras. Cada una de estas mejoras nos irá dando una cantidad de dinero por segundo. Y, como podréis suponer, el objetivo el volvernos asquerosamente ricos.
La cosa es que, como os podréis imaginar, no todo va a ser un camino de rosas. Los edificios cuestan una pasta. Por no hablar de las mejoras de la nave. Y si le metemos el rollo de los asesores, ya ni te cuento. Así que, bajo esa máscara de simplicidad, hay algo más oculto. Algo siniestro que nos lleva a quedarnos jugando siempre «un poquito más».
Un juego de naves…
Como os he dicho al principio, Vostok Inc. es un juego de naves. Podríamos decir que el 80% de la jugabilidad se basa en ir por los sistemas de un lado a otro intentando colonizar planetas, recolectar recursos y evitar que nuestros enemigos nos maten. ¿No os había hablado de los malos del juego? Vaya, un pequeño fallo. Pero lo solucionamos en breve.
Como en todo juego de naves, tiene que haber naves enemigas malas. Muy malas. Lo que pasa es que Vostok Inc. nos va cambiando al enemigo en cuestión cada vez que saltamos de sistema planetario. Lo gracioso de todo es que, además de ir evolucionando conforme avanzamos en el juego, los líderes de estos escuadrones son de lo más variopinto y cachondo. Ya os digo que el juego se toma el género de naves a cachondeo. Y lo vais a disfrutar.
Los enemigos suben con nuestro nivel. Así que siempre será un reto ir de un sistema a otro, aunque sea el primero de todos. Lo que no se modificarán serán sus armas y técnicas. Estas sí que irán siendo cada vez más puñeteras conforme nos acerquemos al último sistema. Y al final, cómo no, nos encontraremos con un boss que nos pondrá las cosas algo chungas.
Pero no os preocupéis. Si tenéis el suficiente dinero podréis ir a la base y mejorar la nave. Aunque ya os advierto que eso os va a costar, literalmente, miles de billones.
… y de «gestión»
Sí. Ir de un lado a otro matando enemigos es divertido. Pero no lo es todo. El juego nos propone una mezcla un tanto extraña, pero que resulta realmente adictiva cuando la pruebas.
Tendremos que ir cumpliendo una serie de requisitos para ir desbloqueando nuevos edificios en nuestros planetas. Al principio, cómo no, nos darán poco dinero, pero conforme avancemos, esto se irá multiplicando por muchos, pero que muchos unos con ceros detrás.
Cada cierto tiempo tendremos una mejora que aumenta exponencialmente nuestras ganancias. Y eso hará que tengamos que volver a nuestrso primeros planetas a plantarlas allí también para poder sacar aún más pasta gansa. Cuando llegues a los miles de miles de millones creerás que la pasta te sale por las orejas. Pero no ten confíes. Hay mejoras de la nave y los edificios que cuestan un ojo de la cara.
Lo que pasa es que esta «gestión» no es una gestión como tal. Simplemente consiste en ir de un planeta a otro, plantándole mejores edificios y poco más. Llega un momento en el que los construimos de 100 en 100, así que el término «gestión» se le queda grande. No os vais a quebrar mucho la cabeza para sacar dinero, aunque tampoco podéis hacerlo a lo loco.
Un juego con mucho humor
Nuestro viaje por los distintas sistemas planetarios no solamente serán ir y vernir a planetas y ya está. Nos encontraremos con distintos elementos que nos entretendrán, y mucho. Por ejemplo, cada cierto tiempo se perderán ejecutivos por el espacio. Si tenemos las mejoras de la nave adecuadas podremos localizarlos e ir a por ellos.
A veces serán solo gestores, pero también están los ejecutivos. Estos individuos harán que nuestras ganancias aumenten en un determinado porcentaje… pero solo si están contentos. ¿Y cómo mantener contento a un ejecutivo? Pues haciéndole regalos como yates, casas o incluso sobornos.
Es aquí donde empezamos a ver el humor tan ácido que se traen los desarrolladores con el juego. Todo está salpicado de críticas duras, pero a la vez muy cachondas, al mundo empresarial. El más bestia.
Nuestros ejecutivos estarán todo el día de parranda, mientras que los trabajadores no dejarán su PC ni a la de tres. Además, si nuestra nave se escacharra adivinad quién se quedará muerto en medio del espacio.
Pero eso no es todo. Cada edificio, cada mejora, cada elemento del juego es un ataque directo al sistema que tenemos. Pero con mucho, mucho humor. Echadle un vistazo a las mejoras religiosas o a las de sanidad. Simplemente son sublimes.
He de decir que me tengo que quitar el sombrero en este punto del juego porque son muy pero que muy ácidos. Y llega un momento en el que nos damos cuenta de que nos dá igual lo que estemos haciendo. Solamente queremos más dinero.
Un apartado artístico muy cuidado
Vostok Inc. nos deja ver un apartado gráfico bastante curioso. El mundo, las naves y los personajes tienen un estilo propio muy característico. Quizás Jimmy es al que más odio, pero porque le veo mucho. Pero el resto son, desde luego, carismáticos.
Pese a que los escenarios están en el espacio, se las han apañado para darle mucha diversidad. Hay algunos que son, directamente, cachondeo puro y duro. Y os vais a reír mucho con ellos. Otros son más normalitos. Y yo aún me estoy preguntando por qué consideran a Plutón como un planeta más del sistema solar…
Lo que no podemos decir lo mismo es de la banda sonora. No hay apenas melodías y muchas de ellas son repetitivas. Cuando lleguemos a un sistema tendremos la mísma música todo el tiempo. Tanto si luchamos como si navegamos o si estamos construyendo cosas en un planeta. Incluso el boss usa la misma melodía que la fase en sí. Así que, en este sentido, se hace muy repetitivo y cansino.
Este es, quizás, el único elemento puramente negativo que le he encontrado al juego. Por lo demás, la verdad es que cumple y de sobra en todos sus puntos.
Conclusiones del análisis de Vostok Inc. para Nintendo Switch
En definitiva, culpables. Si tenéis ganas de desestresaros, de jugar a naves y de reíros, este es vuestro juego. Vostok Inc. tiene todos esos elementos para conseguir engancharte durante un buen rato cada día.
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El querer hacer siempre «un poquito más» va a ser vuestra perdición. Que si mejorar un sistema entero, que si ahora volver atrás a poner el nuevo edificio que has mejorado. Ir en busca de regalos para que tus ejecutivos no se enfaden o quedarte atrapado en las fases de lucha por oleadas. Hay montones de cosas que querrás hacer antes de apagar la consola. Y si eso pasa, es que el juego tiene algo.
Así pues, creo que el veredicto queda claro. Vostok Inc. es un juego divertido, que engancha y que cumple todo lo que promete. Es más de naves que de gestión. Pero curiosamente, es este sistema de mejoras basado en la gestión de planetas, lo que hará que te enganches irremediablemente.