¿Eres fan de los juegos multijugador local y te pirra la idea de putear a tus amigos? Pues pásate por nuestro análisis de Ultimate Chicken Horse, título que cumple sobradamente con lo dicho.
Adoro los juegos con multijugador local. Sí, el juego online nos de una barbaridad de ventajas, pero no hay nada como reunirse en el salón con los amigos y pasar un buena sesión de viciada. Si vosotros compartís este mismo sentimiento estáis de suerte, ya que gracias a nuestro análisis de Ultimate Chicken Horse descubriréis un nuevo fichaje para vuestras fiestas.
Muerte por doquier
La base de Ultimate Chicken Horse no podría resultar más sencilla. Estamos ante un plataformas en el que debemos intentar llegar a la meta de cada fase antes que nuestros amigos. ¿Suena fácil, eh? Pues bien, la cosa tiene su chicha, y es que cada mapa cuenta con diversas rondas, teniendo una pausa entre ellas para que los jugadores elijamos entre una serie de objetos aleatorios. Gracias a éstos, iremos colocándolos en el escenario para ir así formando en tiempo real las plataformas del nivel. Y aquí viene lo bueno, ya que las trampas y objetos mortales están a la orden del día, de modo que hay que intentar putear a los demás a la vez que lograr llegar intacto a la meta.
¿Y cómo se gana? Pues bien, el objetivo no es llegar a la meta, sino ir haciendo puntos. Éstos los conseguimos bien completando el nivel, siendo el primero en tocar la salida, matando a nuestros amigos con trampas… Así, el primero que consiga acumular cierta cantidad es el ganador. Gracias a todo esto, la estrategia al colocar los objetos se vuelve una parte fundamental del juego. Además, para darle chicha al asunto, si todos los jugadores logran llegar a la meta en una ronda el juego considerará que lo hemos puesto demasiado fácil, y no dará puntos a nadie. ¿Y si es tan difícil que nadie se lo pasa en varias rondas? Por suerte, hay objetos en forma de bomba con los que romper objetos.
La rebelión de los animales
Una de las claves de Ultimate Chicken Horse es que la parrilla de objetos disponibles en cada ronda es aleatoria. Esto hace que, sin ser un juego procedural, cada partida sea diferente. A parte, si combinamos esto a las diferentes rutas que ofrecen algunos mapas hacen de cada juego un auténtico mundo. Para rematar, la duración de las partidas (5 o 10 minutos) hace del juego algo adictivo y divertido, sobretodo cuando juegan cuatro personas.
En lo que se refiere a modos de juego nos encontramos también cosas como los desafíos o pasar el mando, en el que por turnos iremos colocando trampas para que luego nuestro colega intente superar el nivel. A parte, a todo esto hay que sumarle la posibilidad de crear directamente mapas gracias al editor del juego para luego exportarlos vía online. Son ideas interesantes, pero todas ellas pierden fuerza ante lo directo que es el modo principal de juego.
Conclusiones
Ultimate Chicken Horse se ha convertido en una de mis principales opciones para cuando tengo visitas en casa. Es rejugable, incita al pique, y, sobretodo, es divertido a más no poder. Además, su sencillez hace que cualquiera pueda jugar aunque no haya tocado un videojuego en su vida. Puede que para un jugador pierda prácticamente toda su fuerza, pero eso no quita que sea una gran opción para esas noches delante del televisor con amigos, cervezas y pizzas.