Disfrazarse para interpretar al cantante de turno es la mejor forma de afrontar con ganas el análisis de tu cara me suena.
Lo que es la televisión en casa la vemos poco. Lo más interesante que solemos poner es Saber y Ganar, pues ver al inmortal Jordi Hurtado siempre es menester. Sin embargo, en lo referente a entretenimiento sin más, hay poco que nos haga usar el mando. Salvo una excepción: Tu cara me suena. El concurso musical siempre ha sabido sacar más de una risa, por lo que afrontamos con ganas el análisis de Tu cara me suena para PlayStation 4.
Idea buena… para la tele
Vamos por partes, la premisa principal de tu cara me suena es coger a gente, que se disfracen de los que tienen que presentar e intentar interpretarlos. Con mayor o menor acierto, esto evoca difrentes reacciones. Los hay que no dan ni una, los que interpretan de forma estupenda y te emocionan… ¿A dónde queremos llegar con esto? Pues a que el formato del programa combina tanto lo sonoro como lo visual.
Eso, evidentemente, se pierde en el título que tenemos entre manos. A no ser que te pongas la fregona en la cabeza a modo de peluca, te vas a encontrar con un juego de música normal. Al más puro estilo SingStar. Bueno, miento, tiene una pequeña diferencia: los cantantes que veremos de fondo no dejan de ser los de las diferentes galas. Y esto es una espada de doble filo. Con los que cantan bien, los que emocionaban en el programa original no vas a tener problema. Puedes seguir el ritmo sin problema.
Ah, pero en el caso de los «graciosillos», otro gallo canta. Es demasiado complicado querer mantener el ritmo de una canción que te sabes si aquel en el que te basas desentona a más no poder. Desconcentra, y el ritmo se pierde por los confines del espacio. Que está muy bien paa ver, pero cuando tienes que dejarte la garganta es un problema.
Falta de contenido, elementos pobres
Tu cara me suena tiene tantas ediciones ya que casi he perdido la cuenta. En cada edición, el número de canciones en ellas mostradas es digna de mención. Esperaba ver esto reflejado en el juego, pero me quedé con las ganas. 19 canciones. Únicamente 19 canciones han sido incluídas en el título. No quiero decir que es bastante pobre, pero es que es bastante pobre. Sí, me llevo la contraria a mí misma, pero es lo que te encuentras.
Pero bueno, podemos pasarlo por alto si lo damos todo cantando. Que esforzarte por sacar la máxima puntuación en 19 canciones te hace tomarte más de un caramelito de miel para aclarar la garganta. Aunque hay un problema. O más bien dos. Primero, el ya mencionado anteriormente nivel de interpretación de los «graciosetes». Puede que sirva como ejemplo de superación y concentración al no dejarte llevar por sus errores, quién sabe.
Pero el segundo problema es más sangrante. Imaginad que cogemos una canción interpretada de manera magistral, como es por ejemplo Euphoria. Aquí nos vamos a encontrar con el escollo del «micro». He usado dos vertientes para animarme a cantar en este juego: la aplicación del móvil y el propio micro de los auriculares con el que hago los streamings. En cualquiera de los dos casos el resultado es nefasto. El reconocimiento de la App es de pena. Hemos usado dos móviles distintos en casa para ello y el mismo resultado.
Quizás hubiera ido mejor uno de los micros, al estilo del nombrado SingStar, pero estas opciones, accesibles al bolsillo de todos deberían de intentar ser más precisas. Con el micro de los auriculares hasta te escuchabas doble. No sé si será una cosa de esas para que controles tus tonalidades y demás, pero entorpecía más que ayudaba. El que fuera con retardo también ayuda a eso.
Conclusiones del análisis
Tu cara me suena no cumple del todo con las expectativas que se esperarían de un juego de un programa tan popular. No porque no lo intente, sino por su mismo formato. Es imposible de replicar en casa salvo que te pongas la fregona como peluca.
El estilo visual del juego es simple, a fin de cuentas es un títul oque va a tirar más por la música. Las galas de fondo le pueden dar un toque, pero no deja de ser lo mismo de siempre. Además, el problema de los fallos con los micros es un escollo bastante importante.