Los amantes de las aventuras gráficas están de enhorabuena. Te contamos todo sobre esta pequeña joyita en nuestro análisis de Truberbrook para Nintendo Switch.
Bienvenidos al análisis de Truberbrook para Nintendo Switch. Por desgracia el género aventura gráfica no está de moda y son pocas las ocasiones que tenemos para disfrutar de estas grandes obras. Por fortuna, hoy tenemos la suerte de analizar el último trabajo del equipo de desarrollo BTF, que ha conseguido un portento artístico en la pantalla de nuestra querida híbrida de Nintendo.
Sin duda lo que más llama la atención de Truberbrook es su apartado gráfico. Se ha realizado un gran esfuerzo por diseñar los escenarios en maquetas que posteriormente han sido digitalizadas. El resultado son fondos hermosos que fluyen con una suavidad única. A todo esto debemos sumar unos modelados de personajes brillantes con unas animaciones muy cuidadas. No puedo negarlo, me he quedado prendido de su encanto y belleza.
Pero oiga, que todo el mundo sabe que la clave de una buena aventura gráfica es su historia. No nos pongamos nerviosos, la trama argumental también está a la altura y te contaré muchos más detalles en la siguiente sección de este análisis.
La bella historia de Truberbrook
Todo comienza cuando nuestro protagonista y físico cuántico, Hans Tannhauser, llega a un pueblecito alemán llamado Truberbrook. El motivo de su viaje no es otro que disfrutar del premio de una estancia en esta población rural, donde lo más curioso es que él no ha participado en ningún concurso. Al despertarse en mitad de su primera noche, se encuentra con un tipo rebuscando en su equipaje, que cuando es descubierto, se desvanece cual víctima del chasquido de Thanos. Así de desconcertantes serán los acontecimientos en Truberbrook.
Como aventura gráfica que es, nuestro objetivo es resolver los puzles mediante conversaciones e interacciones con objetos que iremos obteniendo por el camino. Otro factor clave en este género es el humor, y en Truberbrook hay kilos de ello, recordando en ocasiones a maestro legendario Monkey Island.
Su desarrollo es ágil y basado en “ensayo y error” probando toda la heurística posible. Es en su duración donde encontramos su mayor punto débil, puesto que no nos llevará más de 6 horas superar la aventura o incluso menos si lo pillamos con ganas.
Artísticamente impecable y lleno de inspiración
Hablemos de los impresionantes fondos de Truberbrook. Todos ellos han sido diseñados en maquetas que posteriormente se han digitalizado mediante fotogrametría. Con esto se ha conseguido una suavidad pasmosa al movernos por el escenario, creando un auténtico espectáculo en pantalla. Más aún, cuando luce unos efectos de iluminación perfectamente detallados que es mejor verlos a que te lo cuenten.
Sus personajes a su vez tienen unos diseños geniales y unas animaciones muy dignas. El carisma en cada uno de ellos es latente y te aseguro que te divertirán y querrás saber mucho de ellos a base de gastar todas las posibilidades de las conversaciones.
Sin embargo, se echa de menos que no se haya aprovechado la pantalla táctil de Nintendo Switch. Existiendo esta posibilidad, parece que no hubiera sido mala idea añadir esta opción en un juegovídeo Point and Click como es el caso.
Por último mencionar que sus diálogos se reproducen en perfecto inglés, aunque no faltarán unos útiles subtítulos en cristiano por si esto pudiera suponer un problema para el jugador.
Conclusiones del análisis de Truberbrook para Nintendo Switch
Truberbrook es una magnífica aventura gráfica de corte clásico con un buen puñado de puzles por resolver. Su historia es tan fantástica como su apartado artístico, que se luce de sobremanera en Nintendo Switch. Gráficamente te diría que es de lo más bonito que hay en el género, y aunque su duración sea escasa, seguro que te hace disfrutar de un rato muy agradable. Altamente recomendado.