Tras varias horas de aislamiento social os traemos nuestro análisis de Total War: Warhammer II – Imperios Mortales, el DLC del juego que empieza a atar los componentes de la trilogía de Creative Assembly.
El pasado 28 de septiembre SEGA volvió a encandilarnos a los fans de la estrategia más exigente gracias a la llegada de Total War: Warhammer II, una mejora a lo visto en su precuela. Sin embargo, más de uno echamos en falta la presencia de algunos de los elementos de la primera entrega. Por suerte, desde Creative Assembly han cumplido nuestros deseos. Si queréis saber cómo, seguid leyendo este análisis de Total War: Warhammer II – Imperios Mortales.
La unión de ambos mundos
Imperios Mortales se trata de un DLC que ha aterrizado en Warhammer II. Sin embargo, éste no nos trae nuevo contenido en sí, sino elementos del primer juego de la saga. ¿Y cuál es la gracia de esto? Pues en que estamos ante una campaña que junta los mapas y razas de Warhammer I y II en un mismo sitio.
Como mencioné en el análisis de Warhammer II, era una pena ver fuera del juego a los personajes de la anterior entrega. Tener tiene lógica, ya que éstos se encuentran en otro continente. Pero aun así, uno siempre quiere tener más y más. Por suerte, Imperios Mortales viene a saciar nuestra sed de números gracias a sus cifras de infarto, reuniendo en un mismo lugar hasta 117 facciones iniciales, 35 señores legendarios y 295 asentamientos conquistables. Vamos, todo un despliegue digno de la franquicia Warhammer.
Pero ojo, que aquí hay varios factores a tener en cuenta. El primero es que hay que tener ambos títulos para poder conseguir este DLC gratuito. A parte, solamente podemos jugar con las razas y señores que tengamos comprados en sus respectivos títulos. Es decir, que Imperios Mortales coge literalmente aquellos elementos que poseamos de Warhammer I y II. Pero no os preocupéis, que sumando contenidos gratuitos y las razas base de cada juego sigue dando de resultado unas cifras enormes de personajes y razas.
Eso sí, no esperéis ver los mapas de ambos juegos pegados tal cual. En realidad estamos ante una modificación de ambos territorios para no tener un mapeado inmenso, para lo que se han eliminado algunos territorios y cambiado alguna que otra escala. Como resultado, no parece que estemos hablando de dos continentes separados por un mar, perdiendo así esa sensación de lejanía y misterio.
Conclusiones
Imperios Mortales logra juntar ambas partes de Warhammer I y II para dar de resultado una batalla global. Sí, la escala es menor de la que debería ser y no trae ninguna novedad jugable. Pero sin duda el poder ver a todas las razas en el mismo mapa dándose de palos compensa todo ello. Ahora tan solamente queda esperar a Warhammer III para ver cómo se integra todo en un mismo conjunto.
Probablemente estarás esperando ver abajo una nota numérica, al igual que otros análisis. No obstante, en esta ocasión he decidido omitir una puntuación debido a que estamos ante un DLC. Y qué queréis que os diga, para tener el mismo número en gráficos, jugabilidad y demás que Warhammer II mejor os vais directamente a dicho análisis.