Hoy veremos con el análisis de Saints Row The Third: The Full Package para Nintendo Switch si la portabilidad le sienta bien a la banda de Stilwater.
The Boss, Johnny Gat, Shaundi y Pierce están de vuelta y con muchas ganas de reventar tu híbrida nintendera. Con un paso previo por PlayStation 4 y Xbox One, hoy veremos con este análisis de Sanints Row The Third: The Full Package si la llegada a Nintendo Switch merece una alfombra roja para los Saints.
Desde que la franquicia de Volition fue comprada por Deep Silver no hemos parado de recibir contenidos de toda índole. Nos trajeron una cuarta parte que si bien no fue el no va más de la innovación, supo darnos muchas horas de entretenimiento con su particular visión de lo que es ser un superhéroe dentro de un sandbox. Tampoco olvidar aquel spin-off donde teníamos que introducirnos en el mismísimo infierno para traer de vuelta al carismático Gat.
Los Saints están más vivos que nunca y obviar una plataforma trending topic como es Nintendo Switch no estaba en los planes de Deep Silver. Tal es así que han decidido estrenar la tercera parte de Saints Row y… ¿Por qué la tercera y no la primera o la última? Pues bien, The Third es el título más famoso y mejor vendido de la franquicia. También donde los Saints al fin encontraron su personalidad tras muchos balanceos copiándose de sandbox gangsta como Grand Theft Auto: San Andreas o True Crime. Cogiendo el humor negro como seña de identidad, The Third brilló como una estrella enorme en el firmamento ganándose el clamor de la crítica y el público a partes iguales.
Los lilas llegan a tu casa a través de la tableta de Nintendo Switch.
Así pues, esta obra magna de Volition puede ser disfrutada en cualquier parte gracias a la portabilidad de Nintendo Switch. Poder llevarnos a donde sea un sandbox tan repleto de contenidos y momentos para el recuerdo es de agradecer en demasía. No obstante, en su día – hablamos del lejano 2013 – el juego presentaba bastantes problemas de optimización tanto en consolas y PC. Valiéndose del magnífico Unreal Engine 3, teníamos que acostumbrarnos a una tasa de frames inestable que en algunos momentos podía tirar por la borda la experiencia.
En PlayStation 4 y Xbox One la cosa se estabilizó, teniendo al programa corriendo a 30 cuadros fijos. Algo que aún así se torna decepcionante viendo que su poderío gráfico se sentía algo desfasado y la constante sensación de que esas máquinas podrían correrlo a 60 frames. Lamentablemente, con Switch estamos ante un escenario más preocupante. Teniendo un framerrate oscilante más bestia que lo visto incluso en PlayStation 3 y Xbox 360, nos toparemos con secciones donde la cosa cae a los 10 FPS durante tiroteos importantes.
Más decepcionante es si comprobamos que el músculo gráfico se ha visto recortado. Las pequeñas pero notables mejoras que pudimos comprobar en las consolas de la actual generación – además de PC – desaparecen aquí para asemejarse más a lo visto en las circuiterías de la generación pasada. Y cuando digo asemejarse lo digo porque no es igual, hablamos de una build basada en estas pero incluso más recortada, encontrando algunos apartados como la iluminación o las sombras en formas más humildes.
La OST la conforma una mezcla de temas discotqueros, machaqueos de sintetizador y temas clásicos del cine de los 90. También tenemos el tema de Power de Kanye West como introducción.
¿Remasterización? Más bien un port con poco mimo.
También se trata de una versión más problemática en cuanto a optimización. Los bugs dieron mucha guerra en las versiones originales de The Third y, pese a que se corrigieron muchísimo con actualizaciones y las versiones de PS4/XONE/PC estén más que limpias, la versión de Switch vuelve a traer nuevos que son de un malgusto alucinante. Desde armas que desaparecen, cuelgues de la consola y enemigos que atraviesan objetos sólidos. Todas esas calamidades nos van a salpicar la pantalla con excesiva redundancia. Esperemos que Volition tengan en consideración los problemas existentes y vayan parcheando el juego con celeridad.
Hablando ya del núcleo jugable podemos decir que se nota robusto a espesas del framerrate. Se ha mejorado el sistema de auto-apuntando, algo positivo en vista que los sticks de los joycon responden parcialmente peor que los de los mandos de la competencia. También se nota una reducción considerable de los tiempos de carga, ventajas de cargar el programa desde un cartucho, suponemos. Por lo demás, se saborea igual que en los tiempos de original, igual de explosivo, igual de gamberro e igual de satisfactorio.
¿Algo más que decir? Pues, a parte del humor negro que lo considero quizás le pilar fundamental que le hace sobresalir frente a la competencia, tenemos una ingesta de contenidos muy agradecida. Sin contar los contenidos descargables que pudimos vislumbra en 2014, el juego bien puede entretenernos unas 100 horas. Misiones, submisiones, eventos de territorio, propiedades que comprar, desafíos, coleccionables… Hay una salvajada de cosas que hacer en el mapa de Steelport. La cosa se dispara todavía más con los contenidos de la The Full Package, nutriendo de ropa, armas, vehículos y misiones a la propuesta.
Puede que el humor de los Saints no sea suficiente en esta ocasión.
Por si fuera poco, también podemos disfrutar de modalidades coopearativas, siendo posible recorrer el mapa de Steelport con un amigo y hacer las diferentes misiones que nos encomienden. Aparte, tenemos el Modo Hordas, donde también en cooperativo tendremos que aguantar incontables oleadas de enemigos que querrán darnos pal-pelo. Ambas modalidades en Nintendo Switch precisan del pase online de Nintendo pero funcionan todo lo correcto que podría esperarse.
Saints Row The Third: The Full Package traslada la fórmula tan exitosa de los Saints a la Steelport portátil de Nintendo Switch. Quitando la novedad de la portabilidad, el juego no ofrece nada nuevo, es más, se trata de una versión inferior a todas las habidas hasta la fecha. Con un framerrate deplorable y unos gráficos y bugs desastrosos, esta versión es poco menos que una chapuza disfrutable solo para los más fanáticos de la franquicia.