Retuerce el shmup y conviértelo en un campo de batalla con el título de Spacewave Software. Salva a la humanidad (y gana a tus amigos en el viaje) con este análisis de Rival Megagun.
Desde el primer momento en el que empezamos a jugar a Rival Megagun vemos muy claras su principal referencia. A los más veteranos les sonará un clásico llamado Twinkle Star Sprites. Este “shmup” mezclaba los clásicos juegos de navecitas con una estética muy anime y con una competición para ver quien puede derrotar al rival. Sin duda, era increíblemente divertido pero nunca hemos tenido un juego de un estilo similar. Por suerte, Spacewave Software nos trae este juego que le da una vuelta más a esta fórmula. Descúbrelo en nuestro análisis de Rival Megagun para Nintendo Switch.
Una raza alienígena está amenazando con invadir la tierra y, sin un ejército que la pueda defender, el planeta tiene que descubrir cuál puede ser el mejor piloto para tan ardua tarea. Para descubrirlo, se ha organizado un concurso televisivo en el que distintos pilotos compiten para averigüar quién puede ser el más adecuado. Sin embargo, a pesar de no ser la primera entrega de este concurso, ¿por qué la amenaza sigue presente?
Un clásico de recreativas modernizado
En Rival Megagun tendremos que derrotar a las naves enemigas que aparezcan mientras que, a su vez, intentamos destruir a nuestro rival. La pantalla se divide en dos partes, la izquierda será la nuestra y la derecha la de nuestro adversario. A medida que vamos destruyendo naves iremos llenando un medidor que nos permite lanzar ataques a nuestro rival con la esperanza de destruirlo. Sin embargo, si somos pacientes (y aquí viene el giro) y llenamos la barra al máximo, podremos transformarnos en un jefe final para nuestro enemigo e intentaremos destruirle con nuestras propias armas.
Al principio, este juego me pareció un poco repetitivo y muy poco innovador hasta que descubrí esta mecánica que le hace ganar muchos puntos. Este frenetismo por conseguir la mayor cadena para poder transformarnos cuanto antes le da un toque a este particular juego de duelos que podemos jugar nosotros solos a través de su modo campaña con los diferentes pilotos y naves, junto a un amigo en el modo versus para dos jugadores o en el modo online. Por desgracia, con este último todavía no he podido jugar ya que cada vez que intentaba buscar un rival no encontraba a nadie jugando. Una verdadera lástima.
Un pixel-art demasiado clásico
Visualmente, Rival Megagun muestra un pixel-art bastante bonito con unas temáticas visuales que podemos ver en otros títulos de navecitas. Los protagonistas son muy diferentes entre sí y cada uno de ellos tiene su principal característica e incluso tenemos a un Lúcio-wannabe. Sin embargo, sí que es verdad que he echado de menos esa estética kawaii que tenía Twinkle Star Sprites y que lo hacía tan original y diferente al resto de juegos de naves (a excepción de otros títulos como Cotton o Parodius). Quitando esta pequeña opinión personal aparte, Rival Megagun es bastante agradable de ver aunque sí que es verdad que puede resultar demasiado genérico.
Por desgracia, en ocasiones el campo de batalla se recarga demasiado con alarmas visuales de que nos van a atacar mientras esquivamos balas o naves enemigas. Y, a la larga, puede ausar dolores de cabeza, cosa que me ha pasado.
La banda sonora, con su poderoso y reconocible chiptune, nos llevará de la mano en cada una de las fases mostrando el mismo frenetismo que tenemos. Ninguna de ellas se nos quedará grabada a fuego en nuestra cabeza, pero no resultan pesadas mientras estemos jugando gracias, en parte, a que los combates no suelen durar más de 3-4 minutos. Los efectos de sonido, por otra parte, pueden resultar demasiado recargados ya que escucharemos disparemos, explosiones, etc. Pero, como he dicho anteriormente, los combates no son muy largos y este “padecer” se pasa rápido.
CONCLUSIONES DEL ANÁLISIS DE RIVAL MEGAGUN
Rival Megagun es un divertídisimo juego que mezcla dos géneros ya conocidos y que, a su vez, le da una vuelta de tuerca para convertirlo en un título original. Cierto es que, una vez conocidos las mejores tácticas para resultar vencedor, nos quedaremos con un juego que lo jugaremos muy fuerte durante un par de semanas pero que, por desgracia, quedará relegado en el olvido.