Ice Flames presenta un nuevo simulador de granjas que, si bien es entretenido, necesita pulir unos cuantos detalles para llegar a brillar.
Seguro que alguna vez os habéis hartado y habéis dicho «¡lo dejo todo y me voy a vivir al campo!». Pues bien, con este análisis de Pure Farming 2018 podréis decidir si merece la pena hacer la maleta para ir a cumplir vuestras fantasías granjeras. El título desarrollado por Ice Flames representa la vida campestre de la forma más realista posible.
Campos de trigo, árboles frutales, animales, decenas de máquinas… La profundidad y veracidad de Pure Farming 2018 como simulador de granjas es indiscutible. Aún así, algunos de sus defectos pueden estropear un poco la experiencia de juego. A continuación os cuento por qué.
Tres modos de juego y muchas posibilidades
El juego presenta tres modos de juego con los que empezar a jugar. Mi primera granja es el modo principal, en el que heredas la granja de tu abuelo. Tendrás como objetivo ir aumentando tus fondos para ir mejorando tanto tu granja como tu maquinaria. El primer defecto de este modo es que el tutorial es lento y tedioso, de estos que deseas saltar por encima de todas las cosas. Pero si nunca has jugado a un juego de este tipo es necesario realizarlo para saber por donde empezar.
El siguiente modo de juego es el de Desafíos de granja, el más frenético de todos. En este modo tienes que enfrentarte a diferentes retos: condiciones metereológicas adversas, ataques de plagas… Cada reto tendrá unos objetivos que habrá que cumplir en un límite de tiempo.
Por último encontramos el modo Vía libre, con un control total de la partida. Podemos elegir con cuanto dinero empezamos y el tipo de mapa. Es el modo de juego indicado para veteranos del género que quieran administrar directamente todos los aspectos de su granja.
Divertido hasta cierto punto
Está claro que Pure Farming 2018 no es un juego para todo el mundo. Es un título de nicho y orientado a un público determinado. Vamos, que puede llegar a aburrir a quién busque algo más frenético.
Aún así, quién no sea seguidor de este tipo de títulos puede llegar a divertirse ante la variedad de actividades. Podemos arar campos, sembrarlos y cosecharlos; comprar y cuidar animales, arrojar pesticidas en los campos de árboles frutales, poseer diferentes tipos de cultivos…
Si es la primera vez que jugáis a un juego de este tipo al principio os sentiréis totalmente abrumados. A pesar del tutorial, hay tanto por hacer de repente y tanto que gestionar que será muy difícil ubicarse desde el principio. Por suerte el juego cuenta con una tablet (un poco cutrecilla, pero algo es algo) que servirá como guía y como acceso rápido a todas las gestiones importantes de la granja, mapas, correos electrónicos con consejos, compra rápida de máquinas y material…
Una vez aprendamos las mecánicas básicas controlaremos todo sin ningún problema. La diversión dependerá de cuánto nos gusten los simuladores de granjas y de lo lejos que pretendamos llegar en nuestra aventura.
Apartado gráfico nada espectacular
El apartado gráfico es sin duda el menos inspirado en Pure Farming 2018. Si bien encontramos mapas muy variados en estilo (Japón, Estados Unidos, Alemania…), se nota a leguas que no se ha puesto mucho empeño en su diseño. Quitando las montañas del fondo o algunos detalles característicos de cada país, nos encontramos ante terrenos bastante genéricos y muy poco atractivos visualmente.
Esto podría ser secundario en un juego en lo que lo importante sea su historia y la acción, pero en un título con un ritmo tan lento y pausado afecta negativamente. Ver una y otra vez los mismos tipos de campos y terrenos no invita a horas y horas de juego, ya que al final todo nos parecerá extremadamente repetitivo.
También es un punto negativo la falta de fauna y otros detalles por el mapa. Es difícil de creer que en una granja ubicada en mitad de la montaña no existan conejos, pájaros y más animales más allá de nuestro ganado. Y tampoco existe ningún detallito del diseño que sorprenda o que llame especialmente la atención.
El apartado sonoro tampoco es para echar cohetes. Pero la parte buena es que el juego nos permite añadir nuestra propia música para poder ir escuchando nuestras canciones preferidas a bordo de nuestro tractor. Oye, no es lo mismo cosechar con música campestre genérica que con ACDC de fondo.
Conclusiones del análisis de Pure Farming 2018
En definitiva, Pure Farming 2018 es un juego de notable, pero no destaca en su apartado porque no ofrece nada que no se haya visto antes. A los fanáticos de este tipo de simuladores les gustará y seguro que disfrutan con él, pero tampoco tiene ningún punto fuerte que haga elegirlo por encima de sus competidores directos.
Sus mecánicas ofrecen unas cuantas horas de diversión incluso para los menos versados en el género. Pero su poca variedad de máquinas y tipos de cultivo hacen que el juego se desinfle según lo vamos jugando. Al final solo los mas adeptos a cuidar su propia granja virtual lo disfrutarán de principio a fin. De momento nos encontramos con un juego entretenido, pero cuya desgana en algunos apartados le resta bastante puntos para poder brillar.