Pues ya estamos aquí con una nueva edición del Gundam Breaker de turno. Siendo el cuarto título de la saga, ya podemos hacernos una idea de lo que nos encontraremos. Pero por si no habéis cogido muchos en vuestra vida, o sois novatillos en esto de los mechas, para eso está nuestro análisis de New Gundam Breaker.
Así que, vamos a coger las herramientas y a montar nuestros Gunpla, o lo que es lo mismo, las maquetas de Gundam. Y como parece que esto tiene éxito, vamos a ver, cada vez, más y más de estos bichitos. Vamos a ello.
La base de New Gundam Breaker es sencilla. Somos un recién llegado a una de las mejores academias de Gunpla del país que, por lo que se ve, se encuentra bajo el yugo del heteropatriarcado del colegio. Así pues, tendremos que arremangarnos, poner a nuestro Haro a nuestro lado y así empezar a sembrar la semilla de la revolución y organizar nuestra propia toma a la Bastilla.
Para hacerlo tendremos a nakamas que se nos irán uniendo y que son como una enciclopedia andante del universo Gundam. Ni 5 minutos llevaba jugando que ya me habían soltado varios puntos clave de diferentes series. Vamos, que si no eres conocedor de las mismas se te pueden pasar por alto muchas referencias.
El esquema de juego es simple. Combates 3 vs 3. Van apareciendo misiones que van dando puntos. Estas pueden ir desde abrir un número de cofres, matar a menganito X o acabar con 20 máquinas enemigas. Gana el equipo que más puntos consiga. Punto.
A todo esto, mientras estamos combatiendo podemos ir perdiendo piezas propias o bien recoger las que pierden los enemigos. Ahí es cuando podemos hacer un “santa rita rita” porque si las cogemos antes de que las recuperen, nos las quedaremos. Por supuesto podremos equipárnoslas en el momento, si estas nos llaman mucho la atención. Y si no, también las podemos meter en un cofre. Esto posibilitará que al finalizar la misión, todo lo que hayamos metido en este nos lo podamos quedar de forma definitiva.
Este es un punto muy importante ya que el que mejoremos nuestro gunpla, depende de las piezas que manguemos a nuestros enemigos. Cada una de ellas, aparte de tener una puntuación propia, viene dotada de una habilidad EX.
Hay de muchos tipos así que si por ejemplo, queremos tener un Gunpla que ataque a distancia, no tiene mucho sentido que le equipemos habilidades cuerpo a cuerpo. Tendremos que elegir las que nos gusten y se adapten a nuestro estilo de juego. Y eso implica ir a por los enemigos a los que les veamos esas habilidades. Os aseguro que esto va a sacar vuestro lado más malvado.
Además de las piezas también hay que tener en cuenta la estructura interna de nuestro Gunpla. Como si se tratara de un MMO cualquiera, podremos adaptar nuestro modelo otorgándole un rol específico. De esta forma, puede que nuestro Gunpla sea mejor a la hora de atacar, defender o buscar piezas por poner unos ejemplos.
Esto lo debemos decidir según cómo sea nuestro estilo de juego. También debemos tener en cuenta que cada estructura tiene sus habilidades especiales así que esto también es importante a la hora de configurar nuestro robot.
Aparte del modo de un jugador, el juego nos presenta su modo Versus particular. En este hay que formar equipo con otros dos jugadores y enfrentarse contra el equipo contrincante. Es decir, que tenemos un total de seis jugadores los que participan en las batallas.
Por desgracia, más allá de estos modos (el historia y el versus) no tiene mucho más. Las veces que lo he probado he tardado un buen rato en conseguir hacer una batalla así que ahora mismo no sé si el problema es del emparejamiento o que la comunidad de jugadores todavía es muy pequeña.
El último modo de juego es el modo configuración. Y no os penséis que es el de modificar el lenguaje o los gráficos. Se trata de la verdadera salsa del título. Aquí es donde podremos montar, comprobar, pintar y adaptar cada una de las piezas de nuestro Gunpla.
Hasta podemos hacerle poner posturitas y hacerle un book de fotos. El límite aquí lo pone cada uno de los jugadores. Así que si sois fans de montar cosas, esto va a ser vuestra perdición.
Una vez he acabado de dar las pinceladas a lo que es el juego en sí, a la hora de valorarlo en general me parece que se queda un poco corto. Si lo comparamos con juegos anteriores de la saga, esta vez parece que han intentado dotar al juego de más acción desenfrenada pero parece que no les ha salido muy bien la jugada.
Gráficamente tira más por el estilo realista (una habitación, una fábrica, un despacho) con las pequeñas maquetas dándose de tortas por ahí.
La idea en sí es buena pero la forma de implementarla, no. Cuando hay mucha acción en pantalla la fluidez del juego se resiente y además de un modo inexplicable. Hasta llega el punto en que a veces el juego se detiene. Literalmente. No suelen ser más de 2 o 3 segundos pero que se queda todo en “pausa” es un hecho.
A nivel sonoro poco hay que decir. Voces japonesas con melodías que van acorde con las batallas. Además lleva un buen número de canciones originales de varias series de Gundam así que podría decir que es uno de los puntos fuertes del juego. Lo gracioso del asunto es que el título de las canciones no están traducidas, al contrario que todo lo demás del título. ¿Cosas de las prisas?
Pasando a hablar de la jugabilidad, hay cosas que no se entienden. Las misiones parece que van a apareciendo de forma aleatoria y a veces hasta se repiten en un lapso corto de tiempo. Es algo que descoloca porque volver a matar a una unidad que acabas de destruir, cansa. Sin embargo lo que más empaña el sistema de juego es el intentar mover a tu Gunpla y que parezca que las órdenes le lleguen con retraso.
Dar un simple salto se puede convertir en una odisea. El juego no sabe interpretar si saltar o ponerse a esprintar en su lugar, dado que ambas acciones se realizan con el mismo botón. Algo similar pasa cuando nos derriban, que para volver a la acción a veces nos convertimos en un saco de boxeo porque no hay forma de salir del atolladero de mechas que nos avasallan.
Lo mismo pasa con las habilidades. A veces reaccionan muy bien pero otras parece que le cuesta ejecutarlas. Para más inri, en cada batalla empezaremos con el Lvl 1 de habilidades y las tendremos casi todas bloqueadas.
Si queremos desbloquearlas tendremos que tirarnos casi la mitad de la batalla abriendo cofres o destrozando enemigos y claro, no es muy divertido tener casi todas tus técnicas al final de una batalla y tener que volver a conseguirlas desde el principio cuando empiece la siguiente. Eso hace que el inicio de cada pelea sea siempre el mismo y cuanto menos, cansino, ya que solo podremos hacer dos acciones mientras tanto: espadazo o disparo básico.
Como apunte curioso, este juego llega junto al primer capítulo de Gundam Build Fighters: Battlogue, que ofrece una batalla de ensueño entre Ribbon Almarks (Gundam 00) y Char Aznable (Mobile Suit Gundam) en un video que se descarga en el menú principal de nuestras PS4. Además con la aparición del Meijin Kawaguchi III de la serie Gundam Build Fighters original.
Resumiendo: aunque el tema de la configuración de Gunpla sigue siendo la mejor característica del título, sin duda parece que se han apresurado a la hora de lanzarlo al mercado. Han tomado ideas novedosas para aportar frescura a la saga pero parece que no les ha salido tan bien la jugada. Esos problemas de rendimiento y manejo son su mayor lastra junto a sus escasos modos de juego.
Si tu idea es intentar divertirte configurando tu Gunpla, Gundam Breaker 3 (el título anterior a este) es la mejor opción a día de hoy.
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