El juego de Dinosaur Polo Club da su paso a la híbrida de Nintendo. ¿Habremos conseguido crear buenas líneas de metro? Descúbrelo en nuestro análisis de Mini Metro para Nintendo Switch.
Hay algo cautivador en los juegos de puzles, sobre todo cuando intentan ponernos en situaciones nuevas que exprimen cada neurona de nuestro cerebro. Y nos encantan, especialmente, cuando nos presentan experiencias novedosas. A pesar que ya lo disfruté en su momento para PC, no ha impedido que el juego desarrollado por Dinosaur Polo Club (best name ever?) lo haya vuelto a disfrutar en la híbrida de Nintendo. Os contamos qué nos ha parecido en nuestro análisis de Mini Metro para Nintendo Switch.
La premisa de Mini Metro es muy fácil. Tendremos que construir una red de metro totalmente funcional a través de distintas ciudades del mundo. ¿Parece fácil, verdad? ¡Pues preparaos para el infierno, culpables! Bajo esa estética totalmente minimalista de símbolos y líneas de colores, encontramos un auténtico demonio de dificultad que sólo podremos superar con nuestra lógica y capacidad para resolver situaciones complejas.
Nunca ir al metro había sido tan adictivo
Al principio, tendremos sólo 3 símbolos (que simbolizan distintas paradas) que uniremos normalmente con una línea de metro representada por un color. De esa forma, haremos que un vagón vaya transportando a la gente de una parada a otra. Poco a poco, irán apareciendo nuevas paradas que tendremos que conectar entre sí o creando nuevas líneas. Al principio, sólo tendremos a nuestra disposición tres paradas, pero a medida que avancemos un nivel, representado por el paso de 7 días, en el que tendremos la opción de recibir una ayuda, como puede ser un nuevo vagón, una nueva línea de metro, más túneles o puentes o una estación más grande para que pueda haber más personas esperando, entre otras mejoras.
De esta forma, tendremos que ir planificando nuestra red de metro, a la vez que tendremos que reconstruirla para adaptarla a nuestras nuevas mejoras y poder optimizar el trasbordo de pasajeros de una estación a otra. Esto es imprescindible para poder seguir jugando ya que si una estación se llena de pasajeros esperando durante demasiado tiempo, se acabó la partida. Pero no os preocupéis, tenemos 20 ciudades distintas que iremos desbloqueando cada vez que tengamos más de 250 pasajeros en la ciudad anterior y cada una de ellas nos presentan un desafío distinto debido a la propia estructura de la ciudad.
Minimalismo gráfico, «maximisma» diversión
Una de las principales novedades de Switch es la posibilidad de jugarlo con el mando o con la pantalla táctil. A pesar que el control con el mando no está mal, resulta algo incómodo a la hora de querer mover una línea o expandirla y en ocasiones nos equivocaremos debido a una combinación de botones algo rara. Sin embargo, el control táctil es una maravilla que funciona a la perfección, muy similar al manejo con el ratón al jugarlo en PC.
Pero si te parece demasiado complicado, tranquilos culpables, que tenéis un modo infinito en el que no tenemos que tener miedo de hacerlo mal y sólo tenemos que disfrutar viendo como la red de nuestro metro crece y crece. Pero si sois unos genios de la planificación, también tendréis un modo extremo que os pondrá a prueba. También es cierto que si no os gustan los juegos de puzles, Mini Metro no hará que cambiéis vuestra idea. Es un juego increíblemente adictivo y desafiante, pero que tampoco va a revolucionar vuestro mundo si no tenéis ningún interés por este género.
CONCLUSIONES DE MINI METRO
Mini Metro es un adictivo juego de puzles que, además, esta versión hace que podamos llevárnoslo a cualquier lado… ¡incluso al metro! … Ejem. Pero si que es verdad que si no sois fans de los juegos de puzles no vais a encontrar nada que os vaya a interesar por aquí. A los que disfrutamos exprimiendo nuestro cerebro tenemos un juego con el que estaremos enganchados durante horas sin soltar nuestra Switch.