Análisis de Minecraft Legends, estrategia y acción

Microsoft nos sorprende con un juego de estrategia bastante interesante basado en el universo de Mojang. Minecraft Legends cumple y divierte.

Quién nos iba a decir que la licencia de Mojang iba a dar para tantos spin off, ¿eh culpables? Desde luego, nosotros no (y por eso no valemos para adivinos). Pero la verdad es que lo que nos van trayendo da para mucho. Y, como os contamos en el análisis de Minecraft Legends, la cuerda aún tiene para rato.

La mezcla entre juego de acción, estrategia y la gestión de recursos típica del universo de los cubos ha sido bastante interesante. Y aún con sus altibajos, el resultado global es una fórmula divertida que funciona y entretiene. Y al fin y al cabo, esto es lo que nos interesa. Así que vamos a destriparlo un poco.

Minecraft RTS

Hay que admitir que el juego de marras no terminó de explicar muy bien de qué iba en su presentación. Parecía un juego de acción con algún toque de estrategia o un batiburrillo de ideas metidas en cubos pixelados. Sea como fuese, poco a poco la idea se fue terminando de pulir (más o menos) y al final pudimos entender que lo que teníamos entre manos era más bien un juego de estrategia que uno de acción.

Eso es Minecraft Legends, básicamente. Un título en el que, aunque podremos hacer alguna que otra cosa con nuestro personaje, lo que prima es la estrategia y la gestión de recursos. Eso sí, a un nivel bastante más simple y accesible que otros juegos mucho más complejos.

Así pues, la premisa es usar a nuestros lacayos (aunque el juego se empeña en llamarlos guardianes) para que recolecten materiales. Luego enviamos a otros esclavos guardianes para que construyan cosas. Algunas son defensivas, otras son mejoras, y otras crean tropas. Y cuando desbloqueamos un nuevo material, vuelta a empezar.

Conforme nuestra base vaya creciendo y obteniendo mejoras, deberemos de controlar a los soldaditos (o golems) de diversos tipos, animales varios del mundo e incluso zombis y esqueletos. Con ellos atacaremos, deferenderemos y nos desesperaremos a partes iguales. Porque no le puedes pedir a un golem que te haga las tareas de matemáticas. Ni que sorteen un río de lava o de hiedra venenosa. Pero eso es otra historia.

Al igual que en todo RTS, podremos ver diversas «eras» o mejoras cada vez que consigamos un nuevo material. Piedra, madera, hierro, piedra roja (o red stone), diamantes, hulla… Cada uno nos dará nuevas unidades o edificios y, poco a poco, y con la ayuda de la santa paciencia que nos caracteriza, podremos llegar a la victoria.

¿Te llama la atención? Pues seguimos.

Complejo, pero lo justo

Hemos dicho que estamos frente a un juego de estrategia en tiempo real bastante asequible. Y eso es hasta cierto punto. El juego comienza (en modo historia o multijugador) con pocos materiales que obtener. La piedra y la madera serán las reinas de nuestras bases.

Nosotros iremos mandando a los guardianes (aunque yo sigo diciendo que son esclavos alegres) a que recolecten ese material en determinadas zonas. Poco a poco nos irán dando para nuestro almacén esos elementos, bien hasta que se agoten en la zona o bien hasta que lleguemos al límite. No tenemos guardiantes infinitos, así que habrá que distribuirlos bien. Además, conforme avancemos será más complicado conseguir los materiales.

Con estos elementos podremos construir edificios. Al principio solo serán de tipo defensivo (murallas, torres de defensa, reparadores, etc) y de creación de tropas (golems). Pero luego podremos construir mejoras que nos den más bonus a los edificios ya construidos, acceso a nuevos recursos o más tropas.

Poco a poco la cosa se irá haciendo más y más compleja en cuanto a gestión de la base. Pero no será difícil pillarle el tranquillo. En un par de partidas o tres le veremos el puntillo y sabremos por qué camino tirar.

Al final, el árbol de mejoras es bastante amplio pero en su mayoría es muy lineal. Es, por lo tanto, un juego de estrategia que requiere concentración y un orden, pero que no es tan obtuso y difícil de entender en sus detalles como los grandes del género. Un buen punto de entrada para ellos o para echar una partida más «tranquila».

Vengadores Animalicos, ¡reuníos!

El control de las tropas en este Minecraft Legends es bastante curioso. A diferencia de la mayoría de los juegos de este estilo, nosotros llevaremos al comandante de las tropas. Con él podremos enviar a los guardianes y golems a hacer cosas.

Realmente las órdenes para los guardianes son «recógeme cosas en esta zona» o «constrúyeme esto». Y para los golems «ve y ataca». Sin embargo, la cosa se puede complicar un poco más.

Para empezar, solo dispondremos de un número máximo de tropas a las que controlar. Con algunas mejoras, eso podrá aumentar. Pero ojo, porque solo controlaremos las que estén en nuestro radio de acción. Si no las pillamos con nuestra bandera heróica serán unos bonitos pisapapeles pixelados en el escenario.

Una vez los tengamos con nosotros podremos darles órdenes. Las hay simples, como mandarlos a un punto a que hagan…. «cosas». Esas cosas son ir hasta ese punto y arrasar con lo que pillen por medio… o morir en el intento. Os lo aviso porque suelen caerse de puentes, hundirse en el agua (o la lava) y tienen la fea costumbre de pasar por zonas donde hay cosas que hacen daño.

Una vez que controlemos (o asumamos con cierta resignación) esto, podremos pasar al siguiente nivel: el control de categorías. Con un simple click (tanto en mando como en teclado y ratón) podremos elegir el tipo de tropa de nuestro batiburrillo controlado, que queremos mandar. Además, podremos darles algunas órdenes como «ataca», «ve ahí» o «defiende». Inicialmente no le daremos mucho uso, pero cuando lleguemos a cierto nivel será imporante usar estas órdenes específicas.

Mejora los golems que tengas, equilibra con atacantes, defensores, curanderos o demoledores y ármate de paciencia para atacar. Y aprende a construir rápido. Será necesario para poder enfrentarte al modo historia o a otros jugadores.

Más divertido en multi

El juego nos ofrece varias formas de jugar. El modo historia, como casi siempre, lo que hace es de tutorial ampliado para el juego. Minecraft Legends usa el lore de Minecraft (como no podía ser menos) para presentarnos una historia más manida que las de Marvel, pero con mucho humor y acción.

En el modo de un solo jugador tendremos que parar a los malvados cerdos del infierno en su avance por nuestras tierras. Para ello viajaremos por el mundo protegiendo aldeas, creando defensas y destruyendo sus bases. En este modo encontraremos todo lo que se puede hacer con el título, desde construir, hasta recolectar pasando por las órdenes y los ayudantes (monturas o primigenios).

El único problema de la historia es que al final el juego se hace repetitivo, Hay que farmear mucho al principio y, al tener varias aldeas que proteger, tenemos que repetir una y otra vez la construcción de las defensas. Pero saltarse esto es un grave error, porque es lo que nos dará todas las herramientas para jugar al resto de modos.

Lo bueno del modo historia es la dosis de humor que tiene, los escenarios que nos hace visitar y sus referencias al juego original, y el doblaje. Un doblaje muy bueno, por cierto.

Una vez que superamos esta fase, podemos pasar al modo multi que es el realmente divertido. Como en cualquier RTS, lo entretenido llega cuando enfrentamos nuestra capacidad de estrategia a la de otro ser humano pensante (o esperamos que sea humano, que con las IA ya no se sabe). Es aquí cuando veremos distintos modos de jugar y donde la dificultad sube de nivel.

Hay modo cooperativo y competitivo y ambos son igual de divertidos. En el primero podemos acceder al modo historia, lo cual la hace, al menos, más entretenida.

Eso sí, jugar con gente es una ruleta. Si te topas con alguien cafre, puede que acabes odiando la partida. Pero si juegas con gente conocida o con aquellos que tienen un mínimo sentido de la estrategia, la cosa se hace amena.

Conclusiones del análisis de Minecraft Legends

Minecraft Legends consigue revolucionar el mundo de Minecraft manteniendo sus bases. La recolección y construcción son la clave para el éxito pero esta vez en otro formato. Es importante aprender a organizarse bien y a colaborar (si juegas en multijugador). Pero a la vez es un juego cercano y asequible para los no iniciados en el mundo de la estrategia.

El juego nos permite darle a partidas rápidas, incluso en el modo historia. Podemos planificar pequeñas incursiones para luego dejarlo, o acceder a uno de los modos multijugador para desestresarnos pegándole a otros bichejos.

Además, el mundo que nos presentan está muy cuidado y pulido. Sí, son píxeles, pero unos píxeles bien ubicados y con un gran rendimiento, tanto en Xbox Series X (no hemos probado la S) como en PC (uno de gama media, que el dinero no nos da para tener uno más potente).

Así que, si queréis estrategia con un toque te Minecraft, este es vuestro juego. Es simple, pero puede hacerse muy complicado si se quiere. Ágil, rápido y divertido. Y con mucho cariño por parte de Microsoft. La verdad un gran acierto aunque con margen de mejora en cuando a modos y, sobre todo, IA de los golems.