Nintendo lo ha hecho de nuevo. Si ya nos sorprendió con Tomodachi Life en su momento, ahora lo vuelve a hacer con su «secuela». No es que sea exactamente así, pero desde luego bebe del anterior título lo que no se ha escrito. Pero lo hace con arte, salero y mucho humor. Pasamos al análisis de Miitopia porque necesito hablaros de él.
Vamos a empezar desde el principio. ¿Qué es Miitopia? Pues se trata de un juego de rol, ni más ni menos. Un RPG pero, desde luego, no al uso. Tiene un par de salvedades que lo hacen único e irresistible. Sobre todo si te gustó Tomodachi Life.
Para empezar, los protagonistas no son cualesquiera. Son los Mii de las personas que nosotros queramos. Al igual que en el anterior juego de «simulación social» (por meterlo en algún saco), tendremos libertad absoluta para esto. Podrás cogerte a ti mismo o a ti misma, o a un amigo, familiar, conocido o personaje famoso. Lo que quieras. El límite es tu arte para crear un Mii. Y no hablo solo de los buenos. También de los malos.
El juego nos irá planteando una serie de retos y misiones a superar para vencer al archimago, un ser que se ha dedicado a robar caras de los habitantes de Miitopia. Lo gracioso de todo es que nosotros tendremos un control limitado de nuestros aliados. Y aquí es donde empieza la gracia del asunto.
Miitopia nos propone una forma distinta de jugar a los juegos de rol. Como en cualquier otro, hay una serie de elementos que son claves en el título. Hay exploración, mazmorras, batallas, pueblos, tiendas, misiones secundarias y hasta puzles. Pero todos ellos se solucionan de una forma muy curiosa.
Cuando tengamos la pandi completa (ya veréis a lo que me refiero cuando juguéis), podremos decirle a dónde queremos que vaya. Pero la exploración la hacen ellos. Siguen los caminos de las distintas zonas hasta que hay desviaciones o puntos clave. Es en esos puntos donde nosotros les diremos qué opción es la que queremos que hagan.
Durante los combates solo manejaremos al Mii principal. El resto de los aliados funcionarán a base de IA en función de lo que hayan aprendido, su trabajo y, por supuesto, la afinidad y amistad que tenga con los demás miembros de la pandi.
Ojo. No hablo solo de afinidad positiva. También la habrá negativa. Y es que en Miitopia están presentes, como en Tomodachi Life, los sentimientos de amistad, amor, odio y celos. Y, como siempre, los más divertidos son los malos.
En Miitopia las fases se dividen por posadas. Al final de cada una de ellas llegaremos a una en la que podremos descansar. Y sí, hay posadas en el bosque, en pirámides, en montañas y hasta en el subsuelo. De qué vivirán sus dueños…
Estas posadas serán nuestras bases de operaciones. Desde ellas podremos mandar a nuestros Miis a comprar, colocarlos en habitaciones juntos o separados, darles de comer o ver cómo se relacionan entre ellos. Bueno, y jugar a un par de minijuegos, pero lo divertido es lo otro.
Conforme pasen tiempo juntos, los Miis de la pandi irán forjando una amistad. Cuanto más nivel tenga esa amistad, más habilidades irán ganando para hacer en conjunto en batallas. Empezaremos por pavonearnos y presumir delante de los amigos. Pero pronto veremos otras como animar, apoyar, proteger, vengar, alimentar y muchas que mejor no digo para no destripároslas.
Por supuesto, tendremos que intentar llevar a todos los Miis a lo máximo posible entre todos. Pero como en la vida, esto no es siempre tan fácil. Cuando dos personajes se lleven bien, puede que aparezcan los celos por parte de un tercero… o hasta un cuarto.
E incluso las habilidades de batalla o las personalidades que le demos a los personajes puede influir. Algunos serán cobardes y se esconderán de sus enemigos. Otros serán cabezotas y no ayudarán. Otros irán de «guays» por la vida. Y al final puede que se colme el vaso y se piquen entre ellos.
En este momento empezarán los líos. Zancadillas en medio del combate, peleas entre los aliados por llegar a un monstruo, miradas asesinas, puñaladas traperas. Sinceramente, a veces da pena hacer que se vuelvan a llevar bien por lo divertido que es.
Dado que nosotros no controlamos al grupo, en su totalidad, hay una serie de acciones extra que nos permiten salir airosos de situaciones chungas.
Se trata de unos saleros que tienen sal de vida y de magia. Con ellos podremos darle un respiro a nuestros Miis cuando no tengamos un curandero que cure (porque está despistado o se lleva mal con el herido), o cuando le falte PM a alguien del grupo. Incluso tendremos una segunda oportunidad si matan a algún miembro de la pandi.
Los estados alterados también se pueden curar con opciones extras. Pero es que son de lo más divertido. No tendremos el típico envenenar, parálisis o demás. No. En Miitopia nos contagiarán emociones y nos pondremos a llorar desconsoladamente, lo que hará que no veamos bien y fallemos. O nos hartaremos de reír, y posiblemente no ataquemos. Incluso puede que nos volvamos un poco… cabroncetes. Y nos liemos a meter el dedo donde no se debe.
En estos casos, tendremos un santuario al que poner los Miis para que se curen y puedan volver al terreno de juego. Pero ya os digo. Es tan divertido verles pelearse entre ellos…
Si hay una forma de describir rápidamente Miitopia es decir que es la fusión perfecta entre Tomodachi Life y el minijuego del Rescate Mii de Nintendo 3DS.
Si habéis jugado a ambos veréis las similitudes enseguida. Nosotros les decimos por qué camino ir, pero son ellos los que lo exploran. Habrá desvíos, zonas con cofres, llaves, y por supuesto enemigos. Algunos bastante chungos aunque la dificultad es sencillita casi siempre, todo sea dicho.
Pero también tendremos que cuidar a los Mii en las posadas. Veremos situaciones absurdas a más no poder. Conversaciones en medio de la exploración, charlas, poses de batalla, frases célebres, regalos, comidas… y por supuesto celos. Los celos son lo mejor.Habrá momentos de paz en los que podremos estar con ellos un ratito. Les podremos aumentar sus estadísticas con comidas que podrán gustarles o no. O con trajes, que se irán a comprar ellos con el dinero que les demos. Pero ojo, a veces comprarán otra cosa. Si es que ni para eso tenemos el control.
También habrá regalos, viajes, habitaciones, personalización de la pandi. Y lo mejor de todo. Cada personaje que haya en Miitopia puede ser el que queramos. Bueno, malo, habitante, protagonista, aldeano, enemigo tocho… Y esto es lo que más juego da.
Es muy divertido jugar a Miitopia. Pero es que es casi más divertido no jugar y simplemente ver cómo se desenvuelven los Mii sin que nosotros hagamos nada.
No quiero destriparos más cosas del juego, así que pasaremos a la valoración final. Miitopia es un juego original y muy divertido. Si te gustó Tomodachi Life, este te gustará tanto o más. Es un juego fresco, divertido y ameno que, a la fórmula del anterior título, le suma el elemento rol. Y lo hace con mucha gracia y con un gran resultado final.
Sí que es cierto que es algo facilón, pero ofrece muchos retos, caminos y exploración. Además, la banda sonora tiene momentos muy interesantes, y hay algunas melodías que querrás escuchar muchas más veces.
Quizás lo único que le pondría como pero es su forma de «reiniciar» algunos momentos. Ya entenderéis el por qué. Pero cuando superas este pequeño bache, la cosa mejora muchísimo.
Miitopia es, por suerte, único en su especie.
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