El rol del bueno (y del absurdo) vuelve a las consolas de Nintendo con una renovada versión de los Miis que tanto juego nos dieron en Nintendo 3DS. Y nosotros os contamos en este análisis de Miitopia para Nintendo Switch qué tal le sienta la gran pantalla el juego y los añadidos que le han ido poniendo.
Ya os puedo adelantar que, desde luego, no le hacen ningún mal y bordan un título que, ya de por sí fue bueno en su día. Sin embargo, sí que echamos en falta más novedades, detalles y posibilidades que justifiquen el salto de Miitopia de 3DS a Nintendo Switch.
¿Os acordáis de los Mii, no culpables? Esos avatares que creó Nintendo tan cuquis y divertidos allá por la época de la Wii. Pues bien, estos personajillos son los protagonistas del juego. Bueno, los protagonistas, los secundarios y los terciarios. Todos en general, porque el objetivo de Miitopia es que creemos un mundo lleno de los Miis que nosotros hemos creado.
Así pues, el protagonista podrá ser nuestro personaje, o nuestra pareja, hijo, hermano, perro o crush imaginario. Lo que nos dé la gana. Los habitantes de los pueblos que visitemos, los miembros del grupo que nos acompañarán, el enemigo a derrotar… todos. Absolutamente todos serán creaciones que tendremos que hacer. Y esto, queridos míos, es bueno y malo a la vez.
El juego original salió en Nintendo 3DS, y esta consola fue la que más aprovechó el mundo de los Mii gracias al Street Pass. Con este sistema, cada vez que nos cruzábamos con alguien con otra consola 3DS se intercambiaban los avatares y estos visitaban la llamada Plaza Mii, quedando almacenados en la memoria del sistema.
Así pues, cuando nos tocaba elegir a los personajes que iban a interpretar un papel determinado, podíamos acudir a este listado y elegirlos. Y lo gracioso es que estaban creados por los mismos dueños de esos Miis.
Ahora la cosa ha cambiado bastante, y Nintendo Switch ni dispone de Street Pass ni tiene un sistema de Mii implantado al cien por cien, como la anterior portátil. Esto hace que, ni de lejos, tengamos tantos avatares en la consola. Y si los tenemos, posiblemente los habremos creado nosotros mismos. La consecuencia es que cada vez que llegamos a un pueblo o localización, nos piden que decidamos qué 8 ó 10 Miis van a interpretar los papeles determinados. Y esto se hace muy pero que muy tedioso.
Crear tantos avatares de golpe, buscar a quién elegir, ponerlos en su sitio, decorarlos… con uno o con dos es divertido. Pero cuando llevas 30 Miis creados y te siguen pidiendo que hagas más, más y más, acabas por dejar la consola un rato al ladito y esperar a tener un poco más de inspiración.
Sí que es cierto que han implementado un sistema para compartir los Mii que creamos, pero es un poco ortopédico. La cosa es que podremos crear los avatares que queramos y compartirlos de forma abierta (y aleatoria) o conseguir un código para pasarle a algún amigo. De esta forma, si así lo permitimos, podremos compartir nuestras creaciones con otros. Pero no deja de ser un pequeño parche a una funcionalidad que brillaba en Nintendo 3DS.
Algo que sí que ha mejorado en Miitopia de Nintendo Switch es la creación de Miis. O mejor dicho, que le han metido un par de cosas que le dan mucho juego. En el juego original jugábamos siempre con los Mii que podíamos crear de forma estándar. Pero ahora podemos incluirle un poco más de pelo y detalles o maquillajes.
Los Mii pueden tener pelucas, lo que sustituye el pelo que viene en el creador básico por el que usaremos en esta opción. Podremos elegir flequillo, parte trasera y también algún que otro mechón. Y darle colores a cada uno de ellos de forma independiente. Sin embargo, esta funcionalidad está pensada, sobre todo, para pelos largos ya que las opciones de pelo corto escasean y apenas son anecdóticas.
La parte del maquillaje también añade muchas opciones, como nuevas cejas, pestañas, labios y demás. Sin embargo, cuesta hacerse con el control ya que tenemos que sobreponerlas a lo que ya hay e intentar que no se note.
Esto deja claro que lo que ha hecho Nintendo es meterle un parche para darle opciones nuevas a los jugadores. Pero no ha tocado el creador de Miis ni se ha metido con su código. Es un mero añadido que para algunas cosas funciona bien, pero que para otras es un completo desastre.
Esta «nueva» entrega de Miitopia (o re-entrega), llega con algunos elementos extras para aderezar la aventura y darnos alguna que otra sorpresa. Estas llegan además de las que os hemos comentado antes de las pelucas y la creación de los Mii, claro.
Por un lado, tendremos un nuevo aliado permanente. Sin ánimo de haceros spoilers, la «pandi» cambiará un poco de vez en cuando, pero siempre mantendremos a nuestro protagonista. Pues bien, ahora también se le une un caballo (o yegua) que vendrá con nosotros desde que lo rescatemos.
Podremos darle el aspecto que queramos. Y eso incluye desde hacer uno estándar hasta tener un unicornio de colores pastel o una bestia del averno con cuernos. La verdad es que ya depende de lo que queramos hacer nosotros con él (o ella).
Su función es la de echarnos una mano en los combates pero, como siempre, de forma aleatoria. Conforme subamos de nivel la afinidad con el animal, desbloquearemos habilidades que podremos ir usando. Ataques individuales, en área, detalles en el mapa… Y cómo no también tendremos escenas y eventos especiales. Cada cual más bizarro, no puedo negarlo. Pero muy divertidos todos.
Por otra parte, encontraremos también unas quedadas que nos permitirán llevar a los Mii de paseo por ahí en su tiempo libre. Anteriormente solo teníamos las vacaciones, pero ahora se le unen estas quedadas (de dos en dos) en las que veremos pequeños momentos en la intimidad de estos personajes.
Podremos ir a la playa, a la biblioteca, de copas, a tomar café, a explorar… hay bastantes cupones de quedadas y la verdad es que son muy diversos y divertidos. Personalmente me quedo con los del cine, pero los de la playa son, desde luego, originales a más no poder.
Podríamos decir que he disfrutado (y sigo haciéndolo) con Miitopia. Es un juego que tiene mucho contenido, es una locura y realmente puede representar un buen reto si quieres rol del bueno. Sin embargo, el contenido añadido no termina de justificar la salida en Nintendo Switch.
El juego original salió allá por 2017, por lo que han tenido tiempo de sobra para desarrollar algo más de lo que nos han traído. El juego es increiblemente divertido para alguien que no lo ha jugado pero no incorpora contenido suficiente para que alguien que se lo haya pasado le saque, de nuevo, todo el partido.
Además, la falta de la Plaza Mii o el Street Pass se nota, y mucho, a pesar del parche que supone el nuevo sistema de compatir Miis que nos proponen los chicos de Nintendo.
En definitiva, no será el must have que fue en su día el de Nintendo 3DS o que podría haber sido un Miitopia 2. Pero desde luego, si no lo has jugado, no sé a qué esperas. Por mi parte, solo sueño con ver una nueva entrega de Tomodachi Life en Nintendo Switch pronto. Espero que esto sea una buena señal…
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