Análisis de Mega Man Legacy Collection 2 para Playstation 4

Da vértigo hacer un análisis de Mega Man Legacy Collection 2. Son más de 20 años recogidos en un solo título. 20 años en los que no cambió nada.

Es difícil no pensar en videojuegos cuando se imagina a Mega Man. El androide azul es uno de los personajes más icónicos de la historia del medio. Y, junto con Ryu y la manada de zombis de turno, es la mascota de Capcom, una de las desarrolladoras con más solera del panorama videojueguil. Nunca fui fan ni del personaje ni de la franquicia, pero es inevitable que cierta melancolía se instale entre mis sienes al hacer este análisis de Mega Man Legacy Collection 2. 22 años suma ya la séptima entrega. Casi nada.

Y es bien sabe Capcom que la nostalgia es la baza principal de esta recolección (que recoge los últimos 4 títulos numerados de la serie clásica; 7, 8 9 y 10 de 1995, 1997, 2008 y 2010 respectivamente). 20 años pasan factura y es fácil verle las costuras a Mega Man 7. De hecho, estas 4 entregas ni siquiera son las más alabadas por la comunidad de fans, como podría ser Mega Man 2 (incluida junto con las otras 5 primeras en Legacy Collection).

Pero, más allá de un recuerdo nostálgico al que volver con amor, Legacy Collection 2 es una muestra de la «evolución» de Capcom. La desarrolladora nipona es madre de grandes, prestigiosas y relevantes sagas del sector. Street Fighter (baluarte de los juegos de lucha desde su segunda entrega) o Resident Evil (que sentó las bases del survival horror) y el propio Mega Man, que es un género en sí mismo.

Nostalgia…

Todos sabemos de qué va esto. Un doctor tiene como ayudante a un doctor loco que le secuestra los robots y el androide que queda tiene que derrotarlos a todos. Varios niveles preceden al robot de turno y combinan plataformeo con acción y una dificultad endiablada. El recetario es exactamente el mismo que el de hace 30 años. Con todo lo que eso conlleva.

Es familiar y reconocible; todos sabemos que en (la mayoría de) los juegos disparamos pequeños proyectiles, cargamos un megadisparo o tenemos armas secundarias. Pero también es cansante. Es difícil no ver la saga de Mega Man como una oda a la repetición, inamovibles ideas desde las primeras entregas. En 2008, incluso, decidieron dar un salto atrás en el tiempo y volver a hacer “un nuevo Mega Man para la NES”. Poco importa. Salvo la capa de pintura y las diferentes habilidades de cada juego (que son similares, en esencia) las entregas son prácticamente idénticas.

… y ya

Decía, con bastante meditación, que jugar a este título me provoca melancolía más que nostalgia. Tristeza, en resumen, por ver que hay cosas que no avanzan. Capcom es, en efecto, una desarrolladora que vive anclada en el pasado. Podría ver, incluso, esta saga como un símbolo de la oposición al cambio. Pero no cuela viniendo de esta compañía.

Se defiende en sus viejas glorias más de lo que debería, y no es casual que su gran juego de este año, por poner un ejemplo haya sido Resident Evil 7. Entrega cuyo lema era “la vuelta a las raíces”. Mega Man (en su serie principal, la numerada y Mega Man & Bass) apenas ha salido de esas raíces. Y, repasando un poco, he visto que es una franquicia con más de 50 entregas. 50 juegos. Nada nuevo digo al clamar que la falta de ideas y el exceso de números y negocios está completamente instalado en aquellas compañías AAA.

Historia

He jugado a los 4 juegos de esta recopilación y, en efecto, he tenido ese regusto amargo de “esto es más de lo mismo, otra y otra vez”. No se atreve siquiera a jugar con el diseño de niveles (cosa lógica; el primero, recuerdo, atesora más de 20 primaveras) o enemigos. En pocas palabras: no aporta nada. Da incluso algo de vértigo ver cómo han pasado generaciones de consolas, creaciones maravillosas y sagas que han nacido, vivido y muerto sin que la saga haya cambiado un ápice.

El modo desafío (una serie de misiones que combinan fragmentos de las 4 entregas y pone algún limitador como el tiempo o la muerte con un solo golpe) es un añadido interesante para los fans que quieran volver. Un nuevo y estimulante vagón para aquellos pasajeros que ya han estado en este tren. La recolección de bocetos, temas musicales o la opción de poder ver el juego con fallos visuales típicos de los televisores antiguos no hace más que acentuar esa sensación de que esto es principalmente para fans.

Me cuesta ver Legacy Collection 2 como algo más que no sea para sacarle dinero a los que ya jugaron en su momento a los Mega Man. Y, con suerte, para alguien más novato con curiosidad por vivir por primera vez aquella época de destrozar mandos. Una excusa facilona para poder marcar algo medianamente apetecible en el calendario a esfuerzo 0. Y duele porque también es fácil ver venir una Legacy Collection Ultimate Edition que incluya, de una vez por todas, los 10 juegos. Sin añadir, claro está, algún elemento extra. Porque no vale solo con repetir la fórmula que funcionó hace 30 años hasta el infinito.

Mejor que nada

Dijo Keiji Inafune (padre de Mega Man) hace cosa de un año su famosa frase de “Mighty No. 9 es mejor que nada”. Fue precisamente la comunidad más fiel de Mega Man la que más dolida quedó con la salida del título. Fue considerado como mediocre y «el género» no ha visto nuevas propuestas. Resulta hasta sintomático. Tanto él como Capcom pudieron detectar una carencia de los fans y, probablemente, una oportunidad en el mercado. “Ganas” de volver a Mega Man, en suma. Dudo que una colección por separado que tarde o temprano se unirá a otra sea exactamente lo que buscaban. Aunque quizá, en el fondo, pueda valer. Porque en realidad Mega Man siempre ha sido el mismo.

A día de hoy, no se me malinterprete, son juegos disfrutables. Que huelen a cerrado, a fuera de época, simplistas, repetitivos, frustrantes y con muchas cosas por pulir. Pero disfrutables. Más aún por sus admiradores. Con elementos perfectamente reconocibles y que fueron los que llevaron al hombrecillo a ser historia viva (más o menos) del videojuego. No es la mejor vuelta a la saga; ni siquiera diría que es una vuelta. Pero si queréis revivir aventuras de mandos rotos o experimentar qué se siente con volver a empezar un nivel por un mísero píxel, Legacy Collection 2 cumple. Quizá porque es mejor que nada.