Marauders es uno de estos shooter multijugador en primera persona basados en el farmeo y looteo que te ofrece un sistema profundo de jugabilidad, pero sin llegar al tedio. Al menos, las sensaciones son parecidas a Escape from Tarkov, pero con una considerable sencillez.
Marauders es un título desarrollado por el estudio Small Impact Games y editador por Team 17. Un shooter táctico multijugador en primera persona ambientado en un universo distópico de ciencia ficción. En este análisis de Marauders te contaremos de qué va, cómo es su jugabilidad y si merece, o no, darle una oportunidad.
Nos encontramos en los años 90, en una línea temporal alternativa donde la Gran Guerra nunca terminó y el planeta Tierra ha sido industrializado hasta alcanzar niveles insostenibles. Por ello, algunos han decidido huir hacia las estrellas y buscarse la vida como cazarrecompensas.
Esta es una Space Opera inspirada en la tecnología soviética y la estética dieselpunk donde realizaremos incursiones en los rincones más hostiles, y bellos, de la galaxia. Podremos saquear desde estaciones de minado de asteroides, baretos espaciales perdidos de la mano de Dios, naves varadas a su suerte y hasta gigantescas prisiones llenas de enemigos y, tal vez, jugadores.
Primeros pasos
Los primeros pasos siempre son un cúmulo de desconocimiento, una cantidad ingente de sangre y muchas, muchas balas. En mi caso, ha cumplido con cada punto, pero he logrado sobrevivir. Al menos hasta ya avanzadas las incursiones y lo suficiente para que el emparejamiento sustituyese a los jugadores más inexpertos por algunos con más pericia.
He de admitir que la primera impresión ha sido nefasta. Marauders deja de lado el convencionalismo del tutorial para mostrarte una serie de pequeñas guías enfocadas a cada sistema, además de un videotutorial de unos 7 minutos.
Deshacerte de los típicos tutoriales que te enseñan las mecánicas y los diferentes sistemas mediante la propia jugabilidad, aunque limitándola, suele ser una buena idea. Todos estamos cansados de pasar por ahí y queremos empezar a jugar cuanto antes, pero sustituirlos por información en crudo es una pésima idea.
Si decides ignorarlos tampoco es que nos suponga mayor drama. Las mecánicas son sencillas y si alguien entra a jugar a un looter shooter como Marauders es porque ya viene de juegos similares. No es un juego para iniciar a nadie en el género, para eso ya existen títulos más arcade.
El caso es que la cantidad de sistemas que configura y mezcla son muy sencillos de entender, pero también ofrecen una profundidad más que digna. No llegan a la complejidad de Escape from Tarkov, como comparación inevitable, pero eso no quita que sean más que suficientes en su jugabilidad.
Aunque hay distintos mapas, el modo de juego es único y consiste en las incursiones antes mencionadas. Nos equiparemos en el menú principal donde, además, podremos acceder a un mercado que cambia cada cierto tiempo; unos 10 minutos, más o menos, para pertrecharnos con nuevos materiales, armas y equipo.
También a nuestro arsenal, a la forja donde podremos fabricar objetos según las recetas aprendidas. Al cambiador de aspecto, que se desbloquearán con nivel, misiones y el dinero del juego. A los contratos que nos permitirán subir de nivel, obtener ganancias, reputación, materiales o armas a cambio de pequeñas misiones que deberemos realizar en la partida. Estos son diarios y tenemos varios esperando a nuestra elección.
Junto a la roja, la armería y el hangar son los apartados más interesantes. En la armería se nos permite ver las estadísticas de cada arma y acoplarle accesorios para jugar con estas. En el hangar, en cambio, es donde gestionaremos o desguazaremos las naves que fabriquemos o robemos a otros jugadores. Así como ver sus estadísticas.
Escoge tus guerras
Uno de los consejos más importantes en los videojuegos de este género es saber escoger la batalla adecuada. Y os lo dice alguien con un ratio del 70% de supervivencia, con casi 30 horas de juego; no suele ser mucho, es cierto, y bastantes bajas en su camino. Nos ahorraremos el número para evitar odiosas comparaciones.
Pero el caso es que no podemos ir a lo loco, no somos el Doom Slayer. Somos un ser humano corriente y moliente, que debe tener en cuenta varios factores a la hora de embarcarte en una nueva incursión.
No solo es cuestión de las estadísticas del arma, la munición que llevemos encima, las vendas y comida que nos restablezcan la salud o la falta de punto de mira en pantalla. También hay que tener en cuenta el oxígeno que consumimos y el lugar en el que estemos. Utilizar el escenario es vital en cada enfrentamiento para lograr salir vencedores, el retroceso de cada arma es distinto y a veces demasiado agresivo.
Cada enfrentamiento supone perder todo lo que lleves encima. Estar pendiente al sonido de los pasos enemigos, los disparos o los ruidos del propio escenario es algo que hacer cada partida. Quién sabe si son más, si van en equipo, si son jugadores o NPC… Una vez mueres, todo está perdido.
Y aunque parezca algo menor, en el menú no solo gastamos dinero. También tendremos puntos de habilidad; ganados al subir cada nivel, y prestigio. Aunque este último solo se consigue al superar el nivel máximo y resetear el personaje, igual que ocurre en otros como Call of Duty.
Algo curioso es que los desarrolladores han decidido escoger la dirección en el espacio. Quiero decir, la dirección del eje Z. En el espacio no hay arriba o abajo, pero en Marauders sí. Esto es algo a tener en cuenta porque facilita la navegación y los combates con las naves, pero resta complejidad y juego a la hora de estos mismos combates.
Estos son demasiado sencillos y aunque puedes usar el escenario para ocultarte y esquivar, más o menos, los proyectiles enemigos, lo cierto es que en apenas un suspiro acabas vencido o siendo vencedor. Depende de tu habilidad y del navío que escojas, pero apenas hay margen de defensa si te encuentran por sorpresa y a veces se vuelve algo injusto.
El tema multijugador es otro cantar. Al haber fuego amigo algunos jugadores dejan grupos abiertos de 2 o 3 huecos para encontrar víctimas que asesinar en la fase previa antes de llegar al hangar o encontrar jugadores enemigos con lo que abatirse. Resulta algo bastante desagradable, no solo porque depositas tu confianza en extraños que deciden hacerte perder el tiempo, sino porque también pierdes los objetos.
En lo técnico y lo gráfico
En lo técnico, Marauders cumple a la perfección. Entre 60 y 90 frames por segundos de manera estable durante toda la partida, sin caídas del servidor y un ping, también estable, de 23ms en mi caso.
Si bien es cierto que necesita ciertas mejoras en lo que se refiere a agilizar la gestión del inventario, la fabricación y el equipo, no es algo que entorpezca la jugabilidad. La hace algo más lenta, es cierto, pero nada más.
Gráficamente, y artísticamente, no puedo ser imparcial. Adoro que todo tenga una estética tosca, que los escenarios sean pura tensión y todo contribuya a que el corazón lata más deprisa. Que si un ruido de pisadas cerca, un disparo a lo lejos o un golpe en seco del que desconoces el origen…
Pero es cierto que también necesita unos retoques en el tema del sonido. A veces es difícil identificar el origen de las pisadas cuando estamos cerca y es bastante incómodo esperar a alguien en el lado contrario del que se mueve. Acabas con varios agujeros en el pecho. Es desagradable, sí.
Además, no existe un chat para comunicarnos entre el escuadrón ¿cuál es el sentido de esta decisión? ¿Evitar comportamientos tóxicos? Si es así ¿entonces por qué se permite el fuego amigo?
Aun con sus pequeños fallos y sus grandes aciertos, Marauders supone una fuente de entretenimiento casi inagotable y si Small Impact Games decide cuidar el desarrollo y a su comunidad, será un indiscutible éxito. Tendremos que esperar un tiempo hasta que el early access esté terminado, pero valdrá la pena.