Corría el 2002 cuando Mafia salió al mercado de PC. El juego proponía una historia lineal basada en una banda mafiosa de la ficticia ciudad de Lost Heaven. En una época donde los juegos tipo GTA empezaban a copar el mercado, Mafia sorprendió con un mundo menos libre, más lineal, y con una historia que valdría para el cine o televisión. Han pasado 18 años y tenemos su remake. Os contamos qué tal su regreso en este análisis de Mafia Edición Definitiva.
El juego nos llega de la mano de Hangar 13 y 2K Games. Los padres de Mafia 3 han traído de vuelta a la nueva generación los dos primeros Mafia, siendo el primero el que más novedades trae, pues ha sido rehecho prácticamente de 0, mejorando gráficos, conducción y añadiendo alguna cosilla más.
La historia de Mafia trascurre durante varios años y se cuenta del pasado al presente. Nace con una reunión en una cafetería, donde nuestro protagonista Tommy se sentará con la policía a contar todo sobre sus actividades delictivas en su mafioso pasado. De esta forma, retornaremos varios años atrás para vivir la entrada y el ascenso de Tommy en la organización criminal de Salieri.
El juego se divide en misiones, sin libertad de movimiento entre ellas, y cada una de ellas dará una pincelada de historia. Empezaremos como taxista y acabaremos siendo el “chico para todo” del Don. Escalaremos en la mafia y nos enfangaremos aún más en cada misión que realizaremos, casi siempre acompañado de Sam o Paulie, los míticos compañeros de “trabajo”.
El trasfondo de la historia nos sitúa en los años 30, en plena Ley Seca estadounidense y, por supuesto, en pleno auge del ilícito negocio del contrabando de alcohol. La banda de Salieri se encarga de ello, mientras la banda de Morello es la máxima autoridad en lo que a la mafia respecta y tendrá varios negocios más. Es el enemigo, pero juega en otra liga… hasta que se mete en la nuestra.
Toda la trama trascurrirá durante las misiones de las cuales tampoco podemos decir mucho. Se limitarán, mayormente, en conducir a cierto sitio y disparar. Es cierto, la premisa es muy simple para estos tiempos que corren, pero cada misión tiene una fuerte personalidad y las situaciones en las que nos ponen son efectivas, haciendo que sean memorables. Es una historia que entra bien, que nos encariña con los personajes y que nos hace sentir como si estuviéramos viendo una temporada de Los Soprano. Podrían ser mejores, más variadas, pero ya quisieran muchos de los actuales juegos tener el guion, la fotografía y los planos que viviremos en cada cinemática y cada misión.
En el apartado jugable es donde más altibajos encontramos. La mayor parte del tiempo lo pasaremos en el coche, yendo de aquí para allá haciendo recados, y la verdad que las sensaciones son excelentes. El peso del coche está muy logrado y nos hará sentirnos en un coche de la época por lo tosco y lento de su movimiento. A todas luces es algo intencionado, pues cuando nos ponemos al volante de algo más nuevo, notaremos la facilitación en la conducción. Por otra parte, la sensación de velocidad está muy lograda también, ya que nuestro coche rara vez podrá pasar de los 80 Km/h, pero cuando lo hagamos sentiremos que vamos realmente rápido y que no da para más el coche.
Y es que la velocidad en Mafia es importante. En todo momento veremos el velocímetro del coche y un indicador de máxima velocidad, pudiendo activar un limitador para que nosotros no estemos pendientes de ella. ¿Y por qué deberíamos estar pendientes? Porque la policía nos seguirá si nuestro comportamiento al volante no está dentro de las leyes. No obstante, la dureza de la policía se puede ajustar, pudiendo seleccionar el modo clásico o uno más indulgente con el jugador. Todas estas cosas hacen que desplazarse del punto A al punto B sea un auténtico placer si disfrutas de la conducción no tan arcade en los juegos mundo abierto.
Más problemas encontramos en los tiroteos. En este remake se han incluido las coberturas por el escenario, algo que se agradece, pero no resulta suficiente para hacer del gunplay algo reseñable. Es simple y ramplón, sin ningún alarde y con lo justo. Podremos llevar dos armas de fuego, un arma cuerpo a cuerpo, granadas y cócteles molotov. El uso de pistolas y ametralladoras no está mal del todo, pues recuerda al cine de gánsters pero podría estar mucho más trabajado. Del combate cuerpo a cuerpo mejor no hablamos y del sigilo poco tenemos que decir, es sin duda lo menos trabajado del título y empaña bastante la experiencia usarlos. Tampoco se salva el movimiento del personaje, que resulta muy robótico.
En líneas generales, el gameplay cumple porque la mayor parte del tiempo la pasaremos conduciendo (que da una sensación casi excelente) y en tiroteos (buena sensación, pero mejorable). Por suerte, tanto el escenario, como el contexto y las situaciones en las que viviremos estos tiroteos, ayudan a que se hagan más livianos sus errores.
También dentro del apartado jugable debemos destacar la inclusión de un modo libre. En él podremos recorrer el mapeado a nuestro antojo con los coches que hayamos ido desbloqueando, así como los distintos trajes que Tommy lucirá durante la aventura. La ciudad luce espectacular y, unido con lo placentero de la conducción, este modo puede gustar a los más fans. ¿El problema? Que no pasa del mero decorado y no hay nada que hacer salvo recoger algunos coleccionables. Una pena, podrían haberle puesto más mimo en este apartado.
Lo venimos destacando todo el análisis, pero es que el apartado gráfico es sublime. El trabajo de remake en este aspecto no puede ser mejor. Los personajes, vehículos, la ciudad y cada reflejo que vemos en el juego se siente simple y llanamente preciosos. Vuelvo a remarcar la conducción como algo excepcional, porque el apartado gráfico ayuda a que cada derrape, chispas por choque o reflejos en nuestro coche se sienta real y te ayuda a “meterte” dentro de lo que estás viviendo.
En cuanto al apartado sonoro también estamos de enhorabuena. La banda sonora que nos acompaña es sublime. El tono, tirando por el uso de instrumentos clásicos, sabe dotar al juego de una tensión perfecta en cada tiroteo o cada persecución. El doblaje también cumple con nota, destacando siempre los actores principales por encima del resto.
También cabe destacar la dirección. Los planos utilizados nos dejan estampas de cine, dado que el tono general del juego, con su iluminación y el uso de los contrastes ayuda mucho a que cada escena sea un disfrute para la vista.
Por otro lado, el rendimiento en la PlayStation 4 original es aceptable, pero no perfecto. Veremos alguna caída de frames, algunas texturas que cargan mal, algo de popping e incluso algún bug que nos haga cargar el punto de control. Nada especialmente importante, pero ahí está y a veces sí puede hacerse más notorio de lo que pensamos.
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