El Tokyo RPG Factory vuelve a la carga con un nuevo título que recuerda, y mucho, a I am Setsuna. Aquí os traemos el análisis de Lost Sphear.
Desde que nos presentaron I am Setsuna, los chicos del Tokyo RPG Factory han estado liados con su nuevo juego. Y la verdad es que, en resumidas cuentas, se nota un power up bastante interesante, como veréis en el análisis de Lost Sphear.
Sin embargo, el juego sigue pecando de lo mismo que pecaba su predecesor. Se fija demasiado en los juegos a los que quiere imitar pero ofrece realmente pocas novedades.
Aún así, ha conseguido arreglar muchos fallos que vimos en I am Setsuna y consiguen que el juego sea bastante interesante. Además, si siguen así, vamos a tener una alegría muy pero que muy pronto.
Un juego mejorado
Podríamos decir que Lost Sphear es la evolución lógica de I am Setsuna. No es que me guste compararlo continuamente con su predecesor, pero es que el esquema que han seguido con este juego procede directamente del primero. Así que, en este sentido, me veo obligado a hacerlo.
Si vimos fallos importantes en el juego de la nieve eterna, Lost Sphear consigue arreglar muchísimos de ellos. Empezando por las batallas y terminando por la ambientación. Se ha notado el mimo que le han puesto y que, desde luego, han escuchado a los fans. Hasta a los cansinos como yo.
Ahora el sistema de combate es mucho más dinámico e intuitivo. Los sprinites también han pegado una mejora importante y, por fin, la banda sonora no es solo piano, aunque mantiene la esencia del primero.
Tocando los combates
El cambio más importante (quitando la nieve) que tiene Lost Sphear son sus combates. En realidad son una versión mejorada de los de I am Setsuna. Pero el cambio se nota bastante. Empezando porque ahora podemos manejar cuatro personajes. Y es lo mejor del mundo.
Ahora podremos movernos siempre que queramos en nuestro turno para colocarnos donde nos convenga. Ya no solamente será un movimiento automático que nos coloque en un sitio cuando hagamos una acción. Ahora directamente podremos decidir desde dónde y hacia dónde hacerla.
Este elemento mete muchísima estrategia al juego y nos da un control que no estaba en I am Setsuna y que nos desesperaba un poco cuando queríamos hacer combos. Así que, en ese sentido, un diez.
También se han tocado un poco los sistemas de habilidades. Ahora es mucho más intuitivo que en el primero y las combinaciones (sublimaciones incluidas) son más que efectivas.
Y, por supuesto, la gran novedad del juego son los Vulcosuits. Los robots que podremos «vestir» para liarla parda a base de bien entre los enemigos. Al principio estaremos muy limitados con ellos. Es lógico. Pero ya aprenderemos a sacarles partido y a desbloquear todo su potencial. Que no es poco.
Y dejo de hablar de ellos porque es lo más interesante de descubrir conforme avanza el juego.
Exploración al poder
Si había algo que no teníamos en I am Setsuna era una exploración interesante. El juego era demasiado lineal y no ofrecía demasiados elementos para explorar el mapeado. Todo eso también cambia en Lost Sphear. La trama principal ya nos da un aliciente para ir de un lado a otro descubriendo y «arreglando» el mundo.
Además, hay muchas cosas que se quedarán por el camino y que tendremos que recuperar más tarde para poder desbloquearlo todo.
Se implementa el sistema de artefactos y, por si fuera poco, también habrá que encontrar ciertos elementos para desbloquear las principales habilidades de los Vulcosuits, así como para completar las recetas de dichos artefactos.
Y, por supuesto, también estarán esos retos a los que tendremos que volver cuando tengamos más nivel o suficientes materiales para poder enfrentarnos a ello.
El pero que le encontramos a todo esto es que, por desgracia, la mayoría del tiempo todo es muy lineal. Ojo, no esperábamos un mundo abierto, para nada. Pero las zonas en las que entremos serán siempre sota, caballo y rey. Un par de caminos extras y pocos, muy pocos puzles.
Pero, en general, las sensaciones en este sentido son mucho mejores que con las de I am Setsuna.
La ambientación mejora
Otro aspecto que también ha mejorado, y bastante, es la ambientación, que no el apartado técnico. I am Setsuna y Lost Sphear son dos caras de la misma moneda. Ambos enseñan de lo que son capaces de hacer los chicos del Tokyo RPG Factory. Sin embargo, el primero de ellos tenía un serio problema: la monotonía.
Si os acordáis, toda la banda sonora de I am Setsuna era a piano. Preciosa, pero a veces no se correspondía con los momentos en los que estábamos. Ahora esto ha pegado un pequeño salto de calidad y le han metido más orquesta. Aunque, a decir verdad, igual solo han sido tres o cuatro instrumentos… Pero bueno, sirve para conseguir ver más epicidad en los momentos épicos y, en general, un abanico más grande de emociones.
En cuanto a gráficos, tres cuartos de lo mismo. I am Setsuna, por su historia y por sus elementos, era un páramo helado casi todo el tiempo. Sí, muy bonito y nostálgico, pero también repetitivo. Lost Sphear ha recogido esos elementos y nos ha traído muchos más escenarios, más diversidad, más elemtos y sí. Menos nieve.
Ahora el mundo es más mundo. Hay más variedad, como bosques, ciudades, mares, lagos… Algunos son muy parecidos entre ellos, y las ruinas, sobre todo, recuerdan muco a las de I am Setsuna. Pero, a pesar de todo ello, se agradece y se disfruta bastante.
Buscando una identidad
Es evidente que con este Lost Sphear, los chicos del Tokyo RPG Factory han intentado mejorar su primera aventura. Lo han logrado, pero para mi siguen pecando de lo mismo: intentan copiar más que innovar.
Sí es cierto que el estudio nace con la idea de hacer juegos de rol más tradicionales. No niego que ya van con esta premisa. Pero lo tradicional no quita que nos encontremos con elementos innovadores o sorprendentes. Ahí tenemos Bravely Default u Octopath Traveler. Y si nos vamos a otro tipo de juegos, Persona también innova bastante dentro del género de los RPG por turnos, o los juegos de Shin Megami Tensei o Pokémon…
Esta vez han presentado los Vulcosuits, pero la historia sigue siendo algo floja y previsible. Los elementos que nos muestran son demasiado clásicos. Un par de elementos que los diferencien de los demás podría ayudar, y mucho, al estudio. Sus gráficos son una buena seña de identidad. Su estilo de banda sonora también. Pero… más allá de esto, no hay mucho.
Espero que sigan por este camino ya que, como bien dije en su momento, I am Setsuna fue un buen comienzo. Lost Sphear es un grandísimo paso en el camino a hacerse un hueco en todo este mundillo. Pero, seamos sinceros. Si no estuviese Square Enix detrás de ellos posiblemente sería «un indie más». Un buen indie, desde luego (porque el juego me gusta), pero que destaca poco entre sus competidores.