Little Nightmares tiene algo que atrae. No sé si es ese aire a Limbo con personaje encapuchado, una ambientación más que lograda, o ese aura de mal rollo. Pero desde el inicio atrae jugarlo, gusta destriparlo. Aún así, es un juego tan corto, y tan raro, que este análisis de Little Nightmares quizá te defraude. Al menos tanto como a mi me ha ocurrido con la experiencia.
Little Nightmares comienza con una pesadilla. En ella, nuestro protagonista visualiza a una madame de amenazante mirada, para posteriormente despertar del susto. Con el miedo en el cuerpo, se despereza de la siesta y comienza a atravesar los caminos de lo que parece ser, un barco.
Nuestros primeros minutos son, cómo no, a modo de tutorial. Los controles de capucha amarilla son básicos. Correr, saltar, agarrar objetos y mover la cámara. Muy útil esto, por cierto.
Durante este tiempo atravesamos ciertas estancias y podemos comprobar la decadencia del decorado. Y desde luego saben conseguir esa sensación de ambiente «deprimente» a las mil maravillas. Pero aún así, no entendemos un carajo de lo que estamos haciendo.
Cuando accedemos al «primer capítulo» es cuando nos vemos cara a cara con el primer jefe final. O al menos algo que se le parece. Una especie de ser ciego que se guía por el ruido y el olfato, con unos largos brazos con los que darnos caza. Olvídate de luchar y de pelear. Aquí tendrás que usar el sigilo para escapar de él y que no te atrape. Y una recomendación. Mejor no corras.
Esta es la tónica general en Little Nightmares. Sigilo, paciencia y, entre medias de estos «enfrentamientos» debemos resolver puzles. Por desgracia, la mayoría de ellos son muy sencillos. Suelen consistir en coger una llave y llevarla a otra cerradura, mover objetos para poder acceder a otras zona, u otros similares. Vamos, podemos decir que Little Nightmares no supone un reto mental en lo que a puzles se refiere.
El juego continua haciéndonos avanzar por otras zonas donde nos ponen en apuros nuevos y bizarros enemigos. Y vete tú a saber qué narices personifican. Es entonces cuando llegamos al climax final.
El problema es que llegas tan rápido (el juego apenas dura cuatro horas) y con una falta de información tan bestia, que apenas sientes que lo que estés haciendo sea para algo concreto.
Little Nightmares deja claro que el significado será el que le quieras dar. Eso es bueno, porque genera debate. Pero también puede verse como una excusa para colocarte frente a situaciones inconexas con poco sentido. Por ejemplo, puede verse cierto enlace entre la sección de los cocineros y la de los comensales (esta última, una genialidad y la que más emoción genera), pero no dejan de ser situaciones metidas con calzador para buscar nuestra sorpresa y, quizá nuestro disgusto.
Little Nightmares trata de unos supuestos miedos infantiles. Pero parece que a mitad de desarrollo decidieron cambiar todo por mostrar la dejadez del ser humano cuando se entrega a ciertos placeres. El cómo ese ser inocente debe saciar su eterna sensación de hambre llegando a importar poco quién sea la víctima.
Pero volvemos al inicio. Little Nightmares se interpreta en base al libre albedrío.
Little Nightmares no es perfecto, y tiene un fallo garrafal que afea la experiencia. Por desgracia, el juego falla en el control. Y encima lo hace en los peores momentos. No son pocas las veces que caes al vacío o te atrapan porque Six no ha atinado con la detección del objetivo.
Otro fallo que le veo a Little Nightmares es su escasísima duración. Cada sección, a buen ritmo, apenas dura quince o veinte minutos. Para más inri, hasta hay un logro basado en terminarlo antes de una hora. Se hecha en falta algo más de creatividad. Sobre todo si hablamos de un juego cuya única motivación es la campaña principal, sin ningún tipo de extra jugable.
Por contra, Little Nightmares es gráficamente soberbio, con un juego de sombreado magistral, el cual bebe mucho del espectacular Inside. El apartado sonoro es simple pero efectivo, con muchos efectos de sonido para marcar situaciones y una banda sonora preciosista y con toques de tensión. Mención especial al coro de niños en los momentos de hambruna. El que lo juegue, me entenderá.
En definitiva, Little Nightmares es una experiencia que merece la pena. Sus fallos de control no afean un juego más que notable del cual podemos sacaras muchas lecturas. Su contenido precio de salida es tanto realista como de agradecer. Six se merece una oportunidad.
Son Goku y Vegeta serán los protagonistas del próximo tráiler de DRAGON BALL: Sparking! ZERO.…
Devil Jin en Tekken 8 es el último personaje de la plantilla inicial en mostrar…
La nueva entrega de Yakuza se llama Like a Dragon: Infinite Wealth. Regresan las locuras…
Bandai Namco publica el tráiler de lanzamiento de Tekken 8, próximo videojuego de la mítica…
Llega el manga Dragon Ball Super 101 en el que tenemos más historia de los…
Disponibles los Wordle del 18 de enero de 2024. Pistas y solución del Wordle 742,…
Esta web usa cookies.