Os traemos el análisis de Khara: The Game. El primer juego de DNA Softworks que llega a PlayStation 4 y que nos ha dejado buenas sensaciones a pesar de sus fallos.
Hacer un juego como el que nos traen los chicos de DNA Softworks es ambicioso. Mucho, para ser sinceros. Y más aún si se trata del primero que dais a luz. Como os contamos en el análisis de Khara: The Game, los españoles nos traen un juego de aventuras cortito pero con buenas propuestas.
Sin embargo, se notan algunos fallos en determinados elementos que consiguen deslucirlo lo suficiente para frustrarnos a veces. A pesar de ello, es un buen trabajo que da buenas vibraciones de lo que pueden traernos en un futuro.
Una historia de aventuras y puzles
La historia no puede comenzar de una forma más directa. Nuestra protagonista llega a una isla y allí descubre que tiene algo especial. Es descendiente de los atlantes, y como tal posee habilidades únicas. Pero a la vez que recibe estos dones, recibe también una tarea: derrotar a su enemigo antes de que lo destruya todo. Sí, es algo así como una trampa como cuando te dicen que eres el mejor o la mejor en algo para luego pedirte un favor. Solo que aquí su vida corre peligro.
Bien, con este planteamiento sencillo y directo comenzamos el juego. Veremos una pequeña parte introductoria a modo de tutorial y luego recibiremos nuestros primeros poderes. A partir de aquí tendremos que apañárnoslas para llegar hasta el final de nuestro recorrido y librar al mundo de uno de sus mayores males.
Como os podréis imaginar, iremos de un lado a otro resolviendo puzles, accediendo a zonas con algo de plataformeo y peleando contra enemigos. Para ello usaremos nuestras habilidades, las aprendidas y las que nos irán dando por el camino.
Todo muy a lo Zelda, vaya.
Un planteamiento interesante pero con fallos
Las habilidades que recibirá Khara a lo largo del juego (y desde el principio) no son las típicas habilidades que podríamos encontrar en un juego de estos. Sí, vamos a ver saltos largos, proyectiles mágicos y demás. Pero no son los únicos.
Los puzles y las pruebas que tendremos que superar tienen un no sé qué interesante. La mayoría de ellas nos gustará superarlas y nos parecerán muy originales. Sin embargo otras nos desesperarán por culpa del control. Por suerte no son ni muchas ni excesivas, así que tranquilos. Pero ya os advierto que ahí están.
En general no es que tengamos mal implementado el control. El juego se controla de forma intuitiva y sencilla. Pero algunos movimientos son tan artificiales que hacen que nuestro personaje se descontrole al mínimo cambio. Sobre todo en los combates, donde las físicas, como os contamos ahora, no terminan de convencernos.
Unas físicas algo lunares
Lo primero que vais a notar en el juego es que parece que la gravedad es bastante flojilla. Vamos, que vamos todo el tiempo medio volando. Khara se desplaza corriendo pero nunca da la sensación de que lo esté haciendo de verdad. El movimiento es poco fluido y demasiado artificial.
Esto no tiene que ser un problema, sin embargo hay momentos en el juego en el que los saltos, los impulsos y nuestra habilidad con el mando se hace muy necesaria. Y estas físicas tan artificiales no consiguen ayudar en nada.
El combate es otro de los elementos que se resienten por esto mismo. Los impactos de las habilidades, las acciones o los elementos con los enemigos son… extraños. No hay un motor de impacto bien implementado y aunque les golpeemos no dará la sensación de que lo hemos hecho.
Es un poco frustrante ver cómo invocas elementos, pilares de agua, les clavas flechas y les mandas de todo a la cara… y parece que ni se inmutan. Además, suele jugarte malas pasadas porque te acaban metiendo de leches por culpa de esperar que una hostia los haga retroceder.
Pero no os asustéis. El juego no tiene un combate roto ni nada por el estilo. Simplemente se desluce con estos pequeños fallos que esperamos resuelvan en sus próximos juegos.
Un apartado técnico resultón
Seguramente cuando entréis a jugar a Khara os daréis cuenta de que los escenarios están muy cuidados. Una isla llena de ruinas atlantes, agua y elementos fantásticos es el sitio perfecto para sacar a volar la imaginación de los artistas. Y en este sentido cumple.
Khara nos muestra unos paisajes preciosos y unos escenarios bien construidos. Pero donde hay luces hay sombras, y bajo el punto de vista de un servidor, los personajes no están tan cuidados como el mapeado.
Khara es un personaje con poca expresividad y con movimientos, como hemos dicho, artificiales. Además, cuesta cogerle cariño porque todo ocurre muy rápido y de forma tan aparentemente aleatoria. Otros personajes que encontraremos por el camino sufren del mismo fallo que la protagonista, pero no los monstruos. Todo aquello que no sea humano tiene un acabado bastante más elaborado y menos «artificial».
Sin embargo, y pese a que no es mala, la banda sonora se hace repetitiva y simple. El tema principal es pegadizo y se recordará durante tiempo, pero no por su brillantez, si no porque lo vamos a escuchar hasta en la sopa.
El resto de temas pasan desapercibidos. Acompañan la acción de forma correcta pero no destacan.
Conclusiones del análisis de Khara: The Game
Khara: The Game es un buen punto de comienzo para DNA Softworks. Si te gustan los puzles y las aventuras, este juego te va a gustar. Tiene un planteamiento original de las habilidades y le da un punto de estrategia que crece conforme avanzas bastante interesante. No se trata del típico juego de estilo «zelda» en 3D.
Nos encontraremos con algunos problemas de físicas y control que dan la sensación de poco natural en muchos momentos del juego. Saltos, carreras, ataques, gestos… Khara no consigue convencernos tanto en el aspecto más cercano como en el jugable.
Además, pese a contar con una buena interfaz y una duración aceptable, hay algunos fallos que nos van a molestar, más que entorpecer. Textos que desaparecen antes de que los podamos leer, escenas mal animadas o descuadradas y el motor de impactos son los principales contras de este título.
Aún así, como os digo, no son problemas mayores sino detalles que deslucen un resultado final aceptable. Un resultado que, esperamos, podamos ver mejorado en un futuro con más juegos en su haber.