Los demonios llegan para quedarse, pero no se lo vamos a poner fácil. No, no estoy hablando del Doom, sino de un indie con un estilo… peculiar. ¿No lo conocéis? Pues os vamos a hablar de él en nuestro análisis de Hellmut: The Badass from Hell para PC.
Vale, vamos a empezar este texto con un inciso: tengo un conocimiento bastante amplio sobre el mundo de los juegos indie. ¿Por qué digo esto? Muy simple: porque cuando veo algo que se asemeja extrañamente a otro juego, lo digo. Ojo, no estoy hablando ni de plagio ni de nada similar, para nada. Pero hay cosas que hacen levantar la ceja de vez en cuando. Y el juego que tengo hoy para mostraros os hará a más de uno susurrar la frase «pero si esto lo he visto yo ya». Pero bueno, me dejo el clickbait de ‘top 10 anime betrayals’ y me dispongo a empezar el análisis de Hellmut: The Badass from Hell para PC.
Picarón polifacético
Lo que nos traen el equipo de Volcanicc es un Rogue-like de toda la vida. Aquí no vamos a tener muchas mejoras desbloqueables para cada partida, sino que mejoraremos en habilidad. Vamos, lo que se dice un juego de niveles procedural de la vieja escuela. Y para pegar tiros a diestro y siniestro encarnaremos al causante de la apertura de este portal infernal. Bueno, más bien tomaremos control de su cabeza flotante, la cual no es que sea muy poderosa. Pero para eso tenemos la otra premisa interesante de este título: las mutaciones.
Una vez desbloqueadas, tendremos la capacidad de comenzar los niveles con estas transformaciones. También podremos ir desbloqueándolas mediante la aniquilación de un número concreto de enemigos en ciertos puntos del mapa. Cada mutación tiene su estilo único y con un ataque especial exclusivo, lo cual está bien. Lo que no está tan chido sin embargo es que no haya diferencia en cuanto al control de las criaturas.
Melodías con patatas y atún
Antes de seguir mis condolencias al que haya pillado el chiste de este apartado. Pero bueno, respecto al apartado musical la cosa se lleva sin duda mi visto bueno. Con un selector en el menú de opciones para elegir entre un estilo retro, moderno o híbrido, vuestros oídos no os harán ascos a los sonidos del juego. Aunque eso sí, recomiendo como sugerencia bajar el sonido de los efectos para disfrutar la música. Entre tanta explosión y disparo es difícil apreciar un buen ritmo.
Me suena tu cara
Vale, ahora toca hablar sobre el apartado que menos me gusta tratar: el aspecto visual. No os equivoquéis, Hellmut luce con mucho carisma en sus diseños. Aunque eso sí, que los personajes no cojan siquiera sus armas es un poco cutre para mi gusto, pero eso es una queja ínfima. Lo que quiero tratar es que este juego es prácticamente una ‘versión light’ de Enter The Gungeon.
Para los que no controlen mucho de esto, Enter The Gungeon es un título publicado por Devolver Digital. Es un juego lleno de personalidad y muy divertido, no dudéis en echarle un vistazo. «Sí vale bien por ti pero ve al grano» diréis algunos. Pues bien: Enter The Gungeon es un Rogue-like centrado en los disparos en el que nos movemos por diferentes zonas. Y como una imagen vale más que mil palabras, os pongo aquí una imagen del juego para que me digáis si hay algo raro:
Vaya, que curioso. Y aquí se encuentra mi mayor problema con Hellmut: es una versión menor de Enter The Gungeon. ¿Por qué menor? Porque le falta estar más pulido en muchas zonas. No hay casi frames de invicibilidad, no podemos esquivar, los enemigos son poco creativos,… Y la lista sigue y sigue, pero se puede resumir en «es Enter The Gungeon quitando un 70% de contenido y añadiendo un 5%».
Fin de la partida
De tener que resumir en pocas palabras mi experiencia con Hellmut: The Badass from Hell, diría lo mismo que sobre la esencia de este título: falta de tiempo en el horno. El estilo es carismático, la música no está nada mal y en general es algo entretenido de jugar. Pero la falta de pulimiento en sus mecánicas, la monotonía del diseño de los enemigos y los jefes y la poca originalidad en muchos aspectos lo deja en algo mediocre. Es una pena sin duda, pero Roma no se construyó en un único día. Luego puedes ser también como Konami y pegarle un tiro en el riñón a tus IPs para dejarlas agonizando mientras mueren lentamente.