Análisis de Final Fantasy XV: Pocket Edition HD

Las aventuras de Noctis y compañía llegan en formato mini a consolas. Y para que no haya duda de lo que nos ofrece, aquí os traemos el análisis de Final Fantasy XV: Pocket Edition HD.

El reino de Lucis sigue dándole interesantes resultados a Square Enix. Parece que la compañía está amortizando, a base de bien, todo lo que le costó sacar el juego adelante. Ya vimos la historia original en consolas. Luego esta misma aventura en tamaño móvil. Ahora, esta última versión da el salto a PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch y nosotros os contamos qué tal nos ha ido con el análisis de Final Fantasy XV: Pocket Edition HD.

Una aventura en miniatura

Lo primero que hay que decir sobre este juego es que estamos ante un título para móviles. Es decir que está bastante capado con respecto al original.

No os esperéis eso de ir de un sitio a otro en un mundo enorme con muchas cosas que hacer, miles de sitios que explorar y demás. Primero porque eso no estaba en el original. Y segundo porque en caso de estarlo, aquí se hubiese perdido por su propia estructura.

Final Fantasy XV: Pocket Edition HD, así como la versión para móviles, se dedida a mostrarnos Lucis en pequeños mapeados que tendremos que explorar conforme avanzamos en el juego. Y la verdad es que, aunque podremos volver a visitar estos lugares una vez nos los hayamos pasado, eso le quita gran parte del encanto al juego.

La aventura de Noctis y sus Backstreet Boys es una aventura de exploración. Con momentos tensos, épicos y visitando unos escenarios que nos dejan con la boca abierta. Pero, como os digo, en la Pocket Edition eso no pasa. Todo pierde escala, tanto en jugabilidad como en espectacularidad y exploración. Y esto es algo que acabará pasando factura a las pocas horas de juego.

No consiguen llegar tampoco a la altura la banda sonora y, por supuesto, los gráficos. Lo primero porque se ha recortado mucho en ella y, siendo lo mejor de Final Fantasy XV, se echan de menos muchas melodías y muchos momentos épicos con ella. Lo segundo porque a pesar de ser chibis, no tienen la personalidad que ofrece el juego original.

Un sistema algo cambiado

Una de las cosas que nos ofrecía Final Fanasy XV era un sistema de batalla bastante simplificado. A base de pulsar unos pocos botones y con una nula personalización de los personajes conseguíamos hacer frente a los enemigos de este mundo.

Esta versión sigue manteniendo el mismo esquema. Un botón para atacar, otro para esquivar y un par de combinaciones para hacer combos y llamar a los aliados. Sin embargo, sí que hay un pequeño cambio (o al menos uno algo más principal).

Ahora no tendremos varios paneles de habilidades sino que todos se reducirán a uno en el que todos compartirán, como buena boyband, lo conseguido.

Otro de los «cambios» es que ahora resulta mucho más evidente cuándo tenemos que esquivar, contraatacar o hacer algún movimiento estilo quick time event. Aparecerán en pantalla diversos símbolos y el tiempo quedará algo detenido para que podamos hacer estos combos y acciones.

Como veis, una nueva forma de simplificar las cosas. Que oye, puede ser hasta bueno si lo único que quieres es conocer la historia. Pero no deja de ser un hecho que aquí también se ha recortado a la hora de traer el juego a su versión pocket.

Una historia realmente mal contada

Seguramente me habréis escuchado quejarme (y mucho) de Final Fantasy XV. Sobre todo de su forma de contar la historia y de cómo se las apañó para sacar un guión en pañales y arreglarlo a base de parches.

Pues bien, parece que esos parches no están presentes en esta versión pocket ya que la historia se cuenta mal, muy mal. Con prisas, e incluso sin ganas.

Hay momentos en la historia de Noctis en los que hay un fuerte impacto emocional. Uno de ellos es cuando, por ejemplo, el príncipe se entera de la caída de la capital y la muerte de su padre. O uno de los enfrentamientos finales entre dos poderosos monstruos que no quiero desvelar.

Final Fantasy XV Pocket Edition HD (y el no HD) no son capaces de transmitir esta sensación en ningún momento. Y la culpa no la tienen los muñecos cabezones y el diseño chibi que nos trae el juego. La culpa la tienen las prisas, la forma en la que se cuenta la historia, el recorte de texto y, por supuesto, la drástica disminución de piezas de la banda sonora. Y esto es lo mejor que tiene el juego original.

Así pues, olvidaos de tener los pelos como escarpias en determinados momentos o de quedaros con la boca abierta cuando os enfrentéis a un poderoso jefe. Eso no pasa. Y por desgracia, no hay nada en el juego que consiga suplir esto para darnos otro aliciente.

Un juego con un público muy concreto

Final Fantasy XV: Pocket Edition es un juego que no va a satisfacer a nadie que quiera un juego de rol. Eso os lo adelanto ya. Es un juego que solamente pretende satisfacer un poco a aquellos con poco tiempo o que solo quieren ver un poco de la historia de Final Fantasy XV. Si me apuráis, a aquellos que solo tienen la Nintendo Switch o los dispositivos móviles y no tocan una PlayStation 4, una Xbox One o un PC ni con un palo.

Es un juego que, pese a tener unos gráficos bastante aceptables y decentes no transmiten ninguna emoción. Que aunque tiene piezas muy buenas de la banda sonora original, pierde los momentos épicos por olvidarse otras igual o más importantes. Y, por desgracia, es un juego que pierde toda la carga emocional, épicidad y grandiosidad al tenerlo en esta versión.

No os digo que el juego no esté hecho para vosotros. Pero si buscáis un Final Fantasy XV en versión más retro, o hecho a un estilo World of Final Fantasy, mejor pensadlo dos veces porque no es así. Es un Final Fantasy XV descafeinado y sin los añadidos que han conseguido arregar el lanzamiento original.

Así que, sabiendo esto, tú decides.