Tidus, Yuna y compañía se estrenan en una consola de Nintendo. Te lo desgranamos todo en este análisis de Final Fantasy X|X-2 HD Remaster para Switch.
Fue allá por 2001 cuando se estrenó el último juego de Final Fantasy antes de la fusión entre Squaresoft y Enix. Un título que enamoró a propios y extraños por su historia, su renovado pero clásico sistema de batalla y una banda sonora excelsa, entre otras virtudes. Le prosiguió una secuela, ya bajo el nombre Square Enix, algo discutida por ser algo irrelevante, pero con una jugabilidad envidiable. Y aquí estamos, 2019 y celebrando el regreso de Final Fantasy X y X-2. ¿No sabéis por qué? Pues seguid leyendo, porque te lo contamos con nuestro análisis de Final Fantasy X|X-2 HD Remaster para Nintendo Switch.
Haciendo el camino de Santiago Zanarkand
Ya muchos de nosotros conocemos al dedillo la historia tanto de Final Fantasy X como de X-2. Sí es verdad que en la secuela disminuye esa casi perfección de trama que narró su predecesor. En Final Fantasy X manejamos a Tidus, una estrella de blitzball (hablaremos más adelante de esta locura de deporte) por el mundo de Spira, lleno de misterios para él. Sin entrar en más detalle, para todo aquel que no ha podido disfrutar aún de esta maravilla, la trama está repleta de giros inesperados, personajes inolvidables y momentos que se te grabarán en la retina.
Final Fantasy X-2, en cambio, posee una historia algo más confusa, demasiado simple en comparación con la primera parte. No tiene esa consistencia y fuerza de la que hacía gala Final Fantasy X. Además, los personajes no consiguen enamorarte de la misma forma, ya que su construcción en la trama es casi inexistente.
Centrándonos en este aspecto, Final Fantasy X tiene un factor a favor maravilloso, y es que cada personaje principal tiene un motivo. Una historia, una razón de por qué está ahí y para las cosas que hace. Además, todos se desarrollan, en mayor o menor medida, y les coges cariño. En cuanto a Final Fantasy X-2, ya lo hemos comentado en líneas anteriores. Pierde completamente esta construcción de personajes, siendo más planos y simples.
Esta remasterización no es nueva, ya que anteriormente llegó a PlayStation 4, y antes de esta generación se paseó por PS3. Si no lo has jugado, casi que es un milagro porque plataformas no te han faltado. Y es que esta nueva versión de Final Fantasy X|X-2 HD Remaster no presenta ningún cambio con respecto a lo visto en PS3. Los diseños de personajes han mejorado ligeramente con respecto a lo visto en la entrega original, y los escenarios también poseen un ligero retoque, pero poco más en el apartado gráfico.
En cambio, sí posee un lavado de cara a la banda sonora, ya que ahora podemos elegir entre la original y la arreglada. Esta última contiene una claridad mayor, además de una cantidad de notas más elevada, lo que consigue darle ese toque actual a las melodías. Sin embargo, hacedme caso que con la original basta, ya que es tan sublime que os perderéis entre sus sintonías.
El rendimiento del juego en Nintendo Switch es adecuado, tanto en modo portátil como sobremesa, aunque se puede observar algunas ralentizaciones y caídas de frames, que no lastran la experiencia final del juego. Aunque seamos sinceros, siendo la enésima entrega de este remaster deberían haber pulido estos fallos.
Dos formas de jugar, un mismo resultado
Pasando al tema jugable de Final Fantasy X, voy a ser claro: si no te gustan los turnos, este no es tu juego. Esta entrega de la franquicia de Square Enix es una oda a los buenos y clásicos turnos de combate, en el que en todo momento vemos el orden de acción de los participantes. Además, la forma de mejorar a los personajes es totalmente distinta a lo visto en otros RPG. Aquí no hay niveles, sino unidades de distancia. Porque desarrollamos a los personajes en un tablero de esferas, otorgándoles habilidades y puntos en los diferentes atributos. Creedme, es bastante gratificante y para nada raro.
Y llegamos a los minijuegos. Final Fantasy X puede presumir de tener una cantidad considerable de tareas secundarias, entre los que destaca el blitzball. El deporte rey de Spira es una especie de fútbol/waterpolo/rugby/lo que quieras que te robará horas, y horas, y horas de tu vida. Porque sí, este minijuego es mejor que algunos títulos actuales, y no exagero. Un consejo, ponte el modo manual cuando lo pruebes. Y ficha a Wedge, por dios fíchalo.
El caso de FF X-2 es diametralmente opuesto. Olvida por completo ese sitema por turnos apostando por un sistema de batalla dinámico, al estilo de juegos anteriores, donde una barra irá llenándose para dar paso a nuestro turno. Surgen de nuevo además los tan añorados trabajos, renombrados en esta entrega como vestisferas. La posibilidad de cambiar entre ellos en combate a placer en base a las losas de atuendos dan una vertiente muy interesante a cada combate.
Además, debido a su sistema episódico, que nos otorga más libertad a la hora de jugar, podremos disfrutar también de una gran cantidad de minijuegos. El Blitzball ha sufrido un lavado de cara enorme que, sinceramente, no nos convence, pero los añadidos extra, como el rompesferas, son realmente interesantes.
En cuanto a la duración de esta recopilación, si vas a saco y sólo quieres disfrutar de la trama, en total puede durarte entre 70-90 horas. Ahora bien, si quieres exprimir todo lo que te pueden ofrecer, las 150 horas mínimo las tienes. Además, Final Fantasy X|X-2 HD Remaster contiene el vídeo Eternal Calm y el episodio extra Last Mission de Final Fantasy X-2.
Un clásico atemporal que debes jugar
Final Fantasy X y X-2 vuelve a nuestras vidas, si es que alguna vez la dejó. La conjunción de los dos juegos hace que tengamos una variedad tremenda en este título, tanto en lo bueno (Final Fantasy X) como en lo menos bueno en algunos apartados (Final Fantasy X-2). Un título recopilatorio que hace las delicias de los amantes del género RPG, cuya historia y banda sonora del primer juego es simplemente maravillosa.
Eso sí, si ya lo has exprimido en alguna de las numerosas consolas en las que ha salido no busques novedades, porque apenas las hay. Aunque jugar donde quieras con el modo portátil es una delicia, las cosas como son. Y si me disculpáis, tengo que meter una goleada con Wedge y compañía en un partido de blitzball.