Análisis de Dragon Quest Builders 2 para PlayStation 4

Si te gusta Dragon Quest y estás deseando jugar a ser el creador todopoderoso, este es tu juego. Descúbrelo con nuestro análisis de Dragon Quest Builders 2.

Ya conocéis el dicho, «segundas partes nunca fueron buenas». Bien, el que os haya dicho eso miente descaradamente. Recordad secuelas tan interesantes como Las Dos Torres o El Imperio Contraataca. Pero claro, ¿a qué viene esto? Pues a que en esta ocasión tenemos entre manos una de esas segundas partes, en este caso de un título que fusionó su temática particular con la fórmula mágica de Minecraft. Así es, vamos a ver qué nos depara la nueva época de construcción con el análisis de Dragon Quest Builders 2.

Un mundo ideal

He de decir que se nota que me saco de la manga los primeros párrafos. A diferencia de otros títulos de la misma índole que Dragon Ques Builders 2, éste ofrece una historia original, en la que recorremos numerosos y diferentes lugares para mejorar nuestra vida en la Isla del Despertar. Este terreno es nuestro particular patio de recreo, en el cual podremos realizar una variedad gigantesca de estructuras, con un nivel de detalle y opciones increíble. Obviamente, todos basados en la saga Dragon Quest.

Sin embargo, esa es la parte libre del juego. Como he mencionado anteriormente, Dragon Quest Builders 2 ofrece una historia interesante, en la cual observamos como los Hijos de Hargon, una especie de secta basada en la destrucción, está en las últimas. Sin embargo, es nuestra tarea salvar los diferentes lugares que visitamos de su influencia, desvelando misterios que, todo hay que decirlo, nos revela el propio juego en una fase muy temprana.

Aunque al principio la trama del juego es interesante y ciertamente adictivo, mayormente repite la misma fórmula en todos los nuevos territorios que tocamos. Llegamos al lugar, los Hijos de Hargon controlan todo y ayudamos al ciudadano modelo del sitio a restaurar los daños. Las ganas de jugar y saber qué ocurre se van diluyendo conforme avanzamos en la trama. Sin embargo, siempre podemos tirar de la Isla del Despertar para tomarnos un respiro.

Construyendo nuestra propia Villahurto

He aquí la mejor cualidad de este título. Dragon Quest Builders 2 consigue que no te sientas solo en un juego de este género, algo bastante inusual en los juegos de este estilo. Y es que los NPCs que vas convenciendo de que se muden a tus tierras no son simples personajes que deambulan y te piden cosas. Todos ellos ayudan en las labores agrícolas, constructoras y comerciales, dependiendo de dónde los pongas.

Así pues, puedes tener un plano para construir y no tienes que hacer nada. Simplemente busca los materiales y serán los propios residentes los que construyan por ti. ¿Tu cosecha es enorme y no quieres perder tu tiempo en ello? ¡No te preocupes! Ellos lo harán por ti. Sólo sigue disfrutando de tus aventuras en diferentes sitios y construyendo lo que te venga en gana. Sinceramente, un puntazo de Dragon Quest Builders 2.

Si somos más de luchar y destrozar enemigos, en este juego vas a tener de sobra. Porque no sólo de construcción vive el título. Los monstruos (sacados obviamente de la saga) querrán destruir lo que con tanto afán hemos creado, y aquí entra una jugabilidad al puro estilo tower defense. Junto con los ciudadanos capaces de luchar y armados por nosotros mismos, tendremos que derrotar a todos los enemigos oleada por oleada sin que nuestra base quede reducida  escombros. Un aspecto interesante, aunque bastante sencillo de superar, y a veces repetitivo.

Finalmente, aunque ya lo he mencionado levemente, tenemos las submisiones. Se tratan de encargos de nuestros queridos vecinos, pidiendo un tipo de habitación o pedidos concretos. Porque en Dragon Quest Builders 2 tenemos una cantidad ingente de tipos de habitaciones dependiendo de su decoración, el tamaño y la calidad. Un atractivo más a la hora de crear nuestras invenciones. Ya sabes, ¡hazte con todos… los tipos de habitaciones!

¡Se me olvidaba! Dragon Quest Builders 2 implemente una funcionalidad querida por todos, el multijugador online. De esta forma podremos recibir visitas de otras personas, las cuales podrán ayudarnos en la construcción de nuestro imperio. Por supuesto puede ser a la inversa, y que seamos nosotros los que echemos un vistazo y una mano a la isla de un colega.

¡Qué limoso es todo!

Pasemos ahora a hablar del apartado audiovisual. Ya sabéis que no me gusta explayarme en estos ámbitos, así que vayamos al grano. Dragon Quest Builders 2 utilizar un estilo chibi para sus personajes, los cuales están directamente sacados en su mayoría de diseños de la saga. Los monstruos, sin embargo, optan por un estilo más acorde a lo que podemos apreciar en la franquicia. Eso sí, todos pecan de ser demasiado repetitivos. Incluso los que son diferentes personajes tienen rasgos muy similares (sólo los diferencian la cantidad de pelo que tienen).

Las animaciones, aunque graciosas, tampoco poseen gran variedad. Parece que le estoy pegando mucho a este apartado, ¿verdad? Como siempre, que algo pueda pecar de repetitivo no tiene por qué ser un detonante negativo. Los diseños están cuidados y coloridos, y los efectos de luz están logrados. Además, la variedad de paisajes que podemos ver (y crear) es magnífico.

En el apartado sonoro podemos apreciar melodías típicas de la saga, además de poner discos de melodías concretas, como el de una mazmorra o del bar de conejitas. Eso sí, este apartado tampoco se libra de que, pasados unas horas en un mismo lugar, la música acabe pecando de repetitiva.

Finalmente, y ya con esto acabo, la duración de la trama principal de la historia se torna en unas 40 horas si vamos a saco. Pero claro, en este tipo de juegos la duración la marcas tú, ya que las invenciones que idees y lo ambicioso que seas con tus construcciones pueden robarte muchísimas horas.

Conclusiones del análisis de Dragon Quest Builders 2: Más, y mejor construcción

Así pues, estamos ante un título que mejora prácticamente en todo a su predecesor. Dragon Quest Builders 2 ofrece un estilo único dentro de un género que empieza a tener sobrepoblación, cuya jugabilidad es sencillamente envidiable. Tanto es así que no es extraño que te enganche profundamente durante los primeros compases de la trama.

Sin embargo, los aspectos y momentos repetitivos que se viven en el título pueden hacernos perder el foco y el interés en el mismo, al menos en la trama. Eso sí, la cantidad de opciones a la hora de construir y explorar es maravilloso, pudiendo crear cualquier cosa con ese aspecto Dragon Quest que tanto nos encanta. Y es que, ¿quién no ha soñado con crear todo lo que tenemos en nuestra cabeza al estilo Toriyama?