¡Arrancad motores para un nuevo pique entre amigos y enemigos! ¡Abrochaos los cinturones para este análisis de Crash Team Racing Nitro Fueled de Switch!
Mario Kart abrió la veda a lo grande para los juegos de conducción más locos, basándose en los ya mencionados vehículos. Fueron muchos los que intentaron emular el tremendo éxito que cosechó el juego de Nintendo. Sin embargo, apareció un título que para muchos le disputó el trono a la imbatible franquicia de Mario. Un icono de la época que se aventuró en unos karts que bebía de esa jugabilidad, pero con su propio estilo. Y ahora vuelve, listo para dar de nuevo guerra con un remake prometedor. Vamos a darle caña al acelerador con el análisis de Crash Team Racing Nitro Fueled para Nintendo Switch.
¡Por tu derecha, tortuga!
Sitúate en el año 1999. Una época convulsa, ya bien lejana, en el que el pánico por el efecto 2000 era patente en cualquier sitio. Además, el último año de una década inigualable, la de los 90s. Y fue en la consumación de este maravilloso periodo cuando vino a nosotros Crash Team Racing. Un título que nos traía paisajes y personajes sacados de los ya archiconocidos juegos, pero montados en karts. Un éxito que, como ya avancé, rivalizó con el gurú de este mundillo, Mario Kart.
¿Y de qué sirve el párrafo anterior? Básicamente de nada, sólo para contaros las batallitas de un aspirante a Abraham Simpson y para poneros en contexto. Estamos aquí para ver si su remake, 20 años después, cumple con su cometido, ¿verdad? Pues bien, no os hago esperar más. Vamos Crash, muéstranos lo que es la premura.
¡La copa será mía!
Neo Cortex, pensador y filósofo. Como bien comenta nuestro querido científico, Crash Team Racing Nitro Fueled tiene motivos más que suficientes para convencer al usuario de su compra. De primeras, mejora enormemente el título original de PlayStation, añadiendo más circuitos, más personajes y funcionalidades (de las que hablaré más adelante).
Empecemos con su modo Aventura. A mí me ha sorprendido muy gratamente la adición de esta opción, ya que es un elemento distintivo con respecto a otros títulos de Nintendo Switch (ya sabes a cuál me refiero). Además de contener todo lo que ya nos trajo la edición original, podemos empezarla con el nuevo modo Nitro Fueled, el cual nos permite cambiar de personaje en cualquier momento y ajustar la dificultad.
Por supuesto, Crash Team Racing Nitro Fueled se ha actualizado con respecto a los tiempos que corren, y podremos jugar vía online contra otros jugadores. Sin duda un elemento esencial en este tipo de títulos, en el que prima pegarse de hostias contra la gente. Sin embargo, hay que mencionar que las veces que he utilizado este modo he notado un ligero lag a la hora de recibir puñetazos en forma de objetos de mis rivales. Más de una vez he exclamado «¡Pero cómo me ha dado! ¡Si no había nada!» (dramatización, la realidad fue utilizando más insultos).
Hay que mencionar el nuevo apartado de Boxes, en el que podremos tunear y modificar nuestro kart como queramos, aunque no sólo se queda ahí. En Crash Team Racing Nitro Fueled tenemos un poco menos del doble de personajes que lo visto en PlayStation. La mayoría de este añadido se consigue comprándolo con las monedas que obtenemos en las carreras, un factor que nos empuja a seguir jugando para tener todos los aspectos del juego.
En cuanto al apartado audiovisual, Crash Team Racing Nitro Fueled puede luchar de tú a tú con los juegos del catálogo de Nintendo Switch. Hay que destacar el gran trabajo que han hecho los chicos de Beenox a la hora de reimaginar los circuitos y detalles. Cada uno de los trazados es increíblemente colorido, lleno de detalles y animaciones ocultas que te animan a dejar la carrera para admirarlas. La parte sonora, en cambio, pese a ser muy buena, peca en momentos de repetitiva, pero no por ello deja de ser acorde al circuito en el que se está disputando la carrera.
Habéis notado que falta un tema importante por hablar, ¿no? Lo sé lo sé, es seguramente lo más importante del título, y yo voy y lo dejo en último lugar. Pero todo tiene su explicación, ya que antes quería haceros ver todo lo bueno y nuevo que tiene el título. Ahora viene lo chungo.
¡Quita de ahí!
Que sí Cortex, que ya acabo. Anda vete por esa puerta que tienes a tu derecha. No, no, tu otra derecha. Venga, nos vemos. ¿Por dónde íbamos? Ah sí, la jugabilidad de Crash Team Racing Nitro Fueled. He estado como 20 minutos pensando si me ha gustado o no. Porque yo vengo de Mario Kart 8 Deluxe y… ¡no me peguéis aún, por favor!
Sinceramente, mi primera toma de contacto con este juego fue desastrosa. Completamente inefable. Primero, no sabía ni cómo acelerar. Pensando que sería como Mario Kart 8 Deluxe estaba pulsando el botón A, hasta que caí que era el botón B. ¡Claro, la X del Dualshock! Después vinieron los derrapes. Madre mía los derrapes. Acostumbrado a la otra saga de karts hice lo mismo, con el resultado de Polar (sí, me gusta el oso vale) estrellándose vertiginosamente contra la pared. Cabe mencionar que en modo portátil, al ser el acelerador el botón B, a veces puedes chocar con el joystick del joy-con si tienes manos grandes.
Los derrapes en Crash Team Racing Nitro Fueled son complicados de utilizar para los neófitos. Y es que parece que el personaje salta mucho y pesa muy poco, por lo que la dirección en la que se mueve la alcanza en muy poco tiempo. Es un movimiento que, si bien es esencial, necesita mucho aprendizaje y repetición para ser dominado.
Y terminando con mis andaduras con su jugabilidad, están los personajes. Normalmente te los ponen de más a menos complicados de manejar, siendo los menos rápidos los ideales para los iniciados, según el juego. Lo que no te explica es que si usas un corredor con poca velocidad necesitas dominar a la perfección el derrape para conseguir turbos, ya que si no es casi imposible vencer a un Tiny Tiger. La sensación de no alcanzar al rival es permanente.
Entonces estaréis pensando «pues vaya tela con su jugabilidad». Pues, al contrario de lo que os he comentado, es increíblemente buena. Cuando consigues manejar sus controles y empiezas a profundizar en todo lo que tiene, te encuentras con un título que, si bien es complicado de jugar al principio, terminas disfrutando de su trepidante velocidad y dificultad pasadas unas horas. Porque sí, no te puedes confiar en ningún circuito. Hazme caso.
Ya pensáis diferente, ¿a que sí? Pues esperad a las pantallas de carga. Os va a dar tiempo a preparar la cena, dormir y echar una partida al juego de móvil que tengáis en la mano. Lo último es verdad. Alucinante lo mal optimizado que está este aspecto del juego. De veras, si tienes prisa o eres alguien que vive muy rápido la vida te desesperará. Y si no, pues también.
¡Aquí llega Tiny! Y Crash Team Racing Nitro Fueled
Éramos pocos y parió la abuela. Finalizando este análisis (enhorabuena a todos los que hayáis llegado hasta aquí), Crash Team Racing Nitro Fueled es un consistente título de conducción de karts que desesperará y después enamorará a los fans de Mario Kart. Y para aquellos que quieran un juego para jugar con amigos, este título es una magnífica opción para todos los que quieran deshacerse de unos cuantos. O forjar amistades inquebrantables.
Lo que es verdad es que Crash Team Racing Nitro Fueled ofrece un estilo propio de conducción de karts que, si bien no está tan pulido ni es tan suave como Mario Kart 8 Deluxe, es lo suficientemente adictivo y bueno para enganchar a aquellos jugadores que opten por él. Sin duda una gran adición a tu colección de juegos de Nintendo Switch siempre y cuando puedas soportar sus buenos 30 segundos de tiempos de carga. Y ahora, si me permiten, tengo que fregar la línea de meta con un pequeño tigre de Tasmania…