Análisis de Black Clover: Quartet Knights, siendo mejores magos que Harry Potter

Ya viene el Rey Mago, ya viene el Rey Mago, caminito de nuestro Análisis de Black Clover: Quartet Knights para PlayStation 4, olé, de Trébol ya se fue.

¿Puede gustarte el juego de una serie que no has visto nunca? ¿Hacerte plantearte empezar a leer o ver la serie en base a ello? ¿Ser tan adictivo que no quieras dejar de jugarlo? Puede ser, puede ser. Al menos, eso así nos ha hecho sentirnos el juego de Bandai Namco, lo cuál esperamos transmitíroslo con el análisis de Black Clover: Quartet Knights para PlayStation 4.

Una historia que pasar por alto

Sí, tengo que reconocerlo, no soy mucho de Black Clover. Habré visto el primer capítulo del anime y leído no menos de veinte capítulos del manga. Pero oye, el juego sabe cumplir con su cometido: divertir. Si sois fans de la serie, perfecto, conoceréis a los personajes, sus dudas y demás. Si no sois fans, como yo, tampoco habrá problema. Aunque, evidentemente, el juego vaya dirigido a los primeros, no tendremos problemas para entretenernos con el título. Por una parte, porque la trama no se sumerge en la historia original.

La historia de Quartet Knights se centra en Yami, el capitán de los Toros Negros. Pero no creáis que tiene un gran peso argumental, pues es simplemente una excusa para mostrarnos las mecánicas del juego. Es por ello por lo que esta es bastante corta, a la par que no nos muestra mucho de los personajes o se sumerge en el mundo creado por Yuki Tabata. Perfectamente podemos acabar todo su contenido en este aspecto en unas pocas horas, menos si obviamos las cinemáticas que comparten estilo con el anime original.

Preparándose para ser magos

La gracia, tal y como os explicamos por Twitch hace unos días, reside en la jugabilidad. Concretamente, en la jugabilidad del online, lugar donde el título explota todo su potencial. Por supuesto, esto no quiere decir que sólo tengamos un modo historia y el online, en absoluto. Tendremos varios modos más que, sin embargo, no acaparan mucha atención. A fin de cuentas, el modo duelo viene a ser un tutorial avanzado para manejar a los personajes, que como mucho puedes usar para poner a prueba lo que practiques en el entrenamiento. O para sacarte algún trofeo.

Del menú de personalización tampoco hay mucho que decir, pues vienen a ser líneas de voz o los personajes con un color distinto tanto de piel como de ropa, con algunas ligeras variaciones en algunos personajes concretos, tales como las chicas con su atuendo de verano. Lo realmente interesante de este apartado es el menú de personalización de grimorio.

En él, se puede desbloquear muy fácilmente diversas tácticas que modificarán nuestros hechizos en combate, a la par que nos dará diversas mejoras dependiendo de los elementos que equipemos. Es la salsa de la personalización, la que le aún más vida y variedad a cada personaje.

Jugando a ser magos

Ahora entremos en la chicha del asunto: el online. Lo estaba deseando, tengo que reconocerlo. Y es que ahí me pasaría horas y horas. Es tremendamente adictivo, ágil y divertido. Si te presentan un juego de peleas tan abierto, lo normal es que tengas reticencias. A fin de cuentas, en mi caso al menos, estoy más acostumbrada a títulos de lucha del estilo de King of Fighters o Tekken. Si me apuras, lo más diferente, aparte de Smash, son los Naruto: Ultimate Ninja. Pero igualmente, en esos tenemos a dos personajes en pantalla, y un escenario más o menos cerrado. Aquí tenemos cuatro por equipo, es decir, ocho.

Y olvidaos de eso de ir a por el enemigo de cabeza, sin ton ni son, para dejarlos pulverizados contra el suelo. Aquí prima la coordinación y cumplir el objetivo. Puede ser mantener una zona, conseguir un cristal u obtener una llave. Las premisas vienen a ser las mismas: estar en x sitio, aguantar un tiempo y repeler al enemigo. Pero, a pesar de esta premisa que puede parecer tan repetitiva, cada enfrentamiento online es completamente distinto a los otros. Ya no sólo por los jugadores, sino por los personajes.

Tenemos cuatro clases de personajes distintos: guerreros, tiradores, sanadores y de apoyo. Y tener un equipo equilibrado en este aspecto es primordial. Los tiradores hacen las veces de asesinos a distancia, pero se encuentran en desventaja en distancias cortas, donde los guerreros se lucen. Los de apoyo suelen dar diversas mejoras y escudos, mientras que los sanadores cuentan con hechizos de sanación.

Por supuesto, esto no quiere decir que una clase u otra esté abocada al fracaso o que sólo deba dedicarse a una causa. Todos los personajes tienen un daño decente, variando la cadencia y alcance de sus ataques, por lo que tocará, más que nada, adaptarse al estilo de juego del enemigo para vencer.

Podéis tener suerte, o fracasar estrepitosamente, lo que es seguro es que un sólo jugador no va a conseguir la victoria. De ahí que sea tan entretenido. A la par, la variedad de personajes antes nombrada sabe darle ese toque a las partidas.

Aunque haya cuatro o cinco disponibles de la misma clase, la variedad de sus hechizos hace que sean totalmente diferentes entre sí. Aprender sus patrones, tanto para jugar como para defender, es la clave, Sin olvidarnos de los grimorios y las modificaciones que ofrecen. Vamos, que es un título al que sacar mucho jugo si se quiere demostrar que se es el mejor.

Un mundo ambientado con magia

Si entramos ya en cosas más técnicas, no hace falta decir mucho. La estética del juego tiene ese puntillo Cell Shading al que nos tienen acostumbrados en Bandai Namco. Los modelados y diseños de los personajes, tanto en combate como en cinemáticas están muy bien trabajados, sin encontrar imperfecciones. Lo mismo podríamos decir de los escenarios, que cuentan con variedad de tonos diferentes y una gran ambientación, sin embargo, echamos en falta más variedad de estos.

A todo esto le pone el broche el sonido. Para empezar, es notable remarcar que el juego cuenta con los actores de voz del original japonés. Sí, vais a escuchar gritar mucho a Asta, se siente. Pero bueno, la potencia fónica de este chaval no desmerece en absoluto su trabajo ni el del resto del elenco, que son altamente disfrutables. Por supuesto, en este apartado englobamos también la música. Los temas que hemos podido escuchar, donde destacamos el tema vocal del combate final del modo historia, son bastante buenos, aunque, al igual que los escenarios, o quizás debido a estos, echamos en falta más variedad.

¿Pinta todo magnífico, verdad? Sin embargo, tiene que haber un pero, siempre hay un pero. Y en Black Clover: Quartet Knights lo tenemos, uno bastante grande. El juego cuenta con ralentizaciones constantes durante los combates. Vamos, que podéis estar en la salsa del asunto y ver como vuestra pantalla da saltos durante unos microsegundos. Microsegundos que os pueden desubicar totalmente. Ojo, esto ocurre en cualquier modo de juego, tanto online como offline. Desconocemos si esto ocurre en la versión de PC, pero en PlayStation 4 al menos esto debe tenerse en cuenta. No es agradable de ver.

Conclusiones del análisis

Black Clover: Quartet Knights es un título rápido y divertido de jugar que puede disfrutar cualquiera. Si disponéis de conexión a Internet en vuestras PlayStation, y queréis un juego por equipos con una estética diferente es una gran opción. Pese a todo, no hay que olvidar las caídas de frames que sufre esta versión durante los combates, que puede llegar a desesperar.