Análisis de Awesome Pea para Playstation 4

Los chicos de Devpigeon nos traen las increíbles aventuras de un guisante. Veamos el análisis de Awesome Pea para Playstation 4

Los juegos de plataformas son uno de los géneros más longevos del sector. Desde los inicios de los videojuegos ha sido frecuente encontrarnos con títulos que abordan esta temática de salto y esquive, con un mayor o menor éxito. A la historia han pasado franquicias como la de Mario, archiconocida en el mundo, por reinventarse constantemente y explorar los límites de la imaginación. En la actualidad tenemos títulos como Super Meat Boy, que con un planteamiento extremadamente simple, hace del juego todo un reto, un caramelo para aquellos que disfruten de ese tipo de retos. Desgraciadamente, en el análisis de Awesome Pea para Playstation 4 veremos que este no supone un reto ni es un juego imaginativo.

Estética retro

Awesome Pea apuesta por una estética que, en lo personal, me ha recordado a ese tono verdoso de la Game Boy Tocha (ya sabéis, la gris). Una pantalla principal simple, con una opción para jugar y otra para elegir el tipo de “efecto” que queremos sobre el juego. Es decir, nos da la posibilidad de hacer que se vea como una televisión de tubo con sus correspondientes líneas de distorsión. Esto, si bien es un detalle bonito, puede ser contraproducente, ya que el juego no cuenta con una gran definición y si le sumamos este efecto, puede hacer que veamos realmente mal puntos en los que saltar.

Niveles como guisantes

Siguiendo un poco por el apartado estético y gráfico, el juego se divide en varios niveles representados sobre un mapa, al estilo de Super Mario Land pero con mucha peor definición y carisma. Dentro de los niveles en sí, la imaginación destaca por su ausencia. Escenarios que repiten constantemente los mismos elementos, fondos y “fases”.

Habrá un total de 5 tipos de niveles: avanzar hacia adelante en una jungla y en un tren (sin diferencias en gameplay), descender por una cueva, ascender por una torre y moverse por un castillo tanto a izquierda como derecha. Este último nivel es el más exigente, ya que requiere cierta precisión, pero pierde toda gracia y todo reto cuando descubres que puedes “romper” el nivel saltando por las paredes. En la recta final del título, la estética del fondo y los enemigos (o el enemigo más bien), cambia ligeramente, pero sin aportar nada nuevo al gameplay.

Todo además está construido en torno a 3 colores. El apartado sonoro tampoco está mal, tiene alguna canción curiosa, pero no es un alarde de ningún tipo. Es posible que lo disfrutes más si de fondo escuchas algo más de tu gusto.

Simple pero efectivo

En cuanto al gameplay poco podemos decir interesante. Se utiliza un único botón de acción (el de salto), que nos permite hacer un doble salto. En vertical el salto se puede quedar algo corto, incluido el doble salto, pero en horizontal el salto es bastante largo. Esto, por otro lado, está bien pensado y pulido. Nuestros enemigos serán ranas fijas que lanzan bolas que se desplazan de manera horizontal, bolas que surgen del suelo en los niveles de descenso, sierras que están por la base y por el techo de las distintas plataformas y pinchos que, bueno, están ahí para que nos matemos accidentalmente.

Este apartado es realmente pobre. Durante nuestro recorrido por el nivel podremos conseguir monedas y diamantes para aumentar la puntuación final del nivel, pero sin mayor objetivo. El juego es fácil, mucho. Tiene un control bien pulido pero simple, lo que no permite alardes imaginativos en cuanto a retos. Para colmo, los últimos niveles son los más fáciles, algo un tanto absurdo. Por supuesto tampoco hay jefes finales ni power ups ni vidas. Cuando recibimos un impacto nuestro personaje muere y tiene que volver a empezar el nivel desde el principio, pero afortunadamente no son muy largos.

Conclusiones sobre el guisante

Awesome Pea es un juego que, dentro de sus limitaciones, no lo hace mal. Su problema es que no destaca en ninguna faceta. Demasiado corto y repetitivo, lo cual puede ser un punto a favor dada las circunstancias. Hay cientos de alternativas mejores.