Ubisoft pasa del año de descanso y nos brinda un nuevo juego de la saga. Con la Grecia Clásica de escenario, nos espera una aventura larga, repleta de misiones, asesinatos y la oportunidad de jugar con dos personajes en Assassin’s Creed: Odyssey.
A todo eso hay que añadir las novedades que han introducido. Una de ellas es la posibilidad de elegir varios caminos en la aventura, y ver diferentes finales. Unos finales que dependen de nuestras decisiones y acciones.
Gráficamente Assassin’s Creed: Odyssey es lo visto en Origins. Incluso han reciclado varias cosas. Pero en comparación, el juego de Kassandra (diré Kassandra en el análisis al ser el personaje escogido) es mucho más grande que el de Bayek.
La Grecia de Ubisoft es muy bella, pero ya sabemos que en la saga de los asesinos siempre hay pequeñas ñardaditas, fallos que comentaré más adelante que me han dado ganas incluso de dejar de jugar.
Lo que me hubiese gustado es una mejora en la IA de los enemigos. Los soldados, tanto espartanos, atenienses, bandidos o cazadoras, tienen una inteligencia NULA. Encima a todo eso hay que añadir los fallos que tiene el juego, y una dificultad que algunas veces no corresponde con la que marca la misión de turno.
Y vamos a la peor parte en gráficos. Los Assassin’s Creed, desde la primera entrega, han tenido una cantidad de errores y fallos innumerables. En Assassin’s Creed: Origins, igual por el año de descanso, no encontré tanto fallo, pero es que lo vivido en Odyssey roza el desespero.
Desde su salida, el juegovídeo ha tenido cuatro actualizaciones, y algunas misiones se siguen bugueando. También el mapa algunas veces no muestra la dirección de la siguiente misión, o incluso he llegado a morir por culpa del caballo, cosa que os muestro en el siguiente vídeo subido a mi twitter.
Algo que no me ha gustado NADA del videojuego es la posibilidad de comprar armas, armaduras y demás objetos con dinero. Es opcional, pero uno se da cuenta en las primeras 15-20 horas que algo huele.
Las primeras horas de Assassin’s Creed: Odyssey son infernales. Están hechas para que la gente pique de una forma u otra y compre equipo. Es algo que me parece muy vil. No es normal que teniendo cierto nivel, vamos a suponer que tenemos nivel 15, vayamos a una misión de nivel inferior y que allí nos salga un enemigo con un pedazo de calavera que nos indica que es más fuerte. A ver, ¿la misión no es de nivel 13 y yo tengo 15? ¿Qué hace este señor aquí que me puede partir en dos?
Y ya el colmo son los cazarrecompensas. Podemos pagar dracmas para que baje nuestra barra de búsqueda, pero lo de estos señores es demasiado. Hacen que misiones simples se conviertan en auténticos infiernos.
En Origins existían también, pero eran pocos y seguían una ruta fija. En Assassin’s Creed: Odyssey no. Los cazarrecompensas van a lo loco por el escenario, saliendo de la nada cuando uno menos quiere que aparezcan. ¿No os lo creéis? Pues entonces mirad el siguiente vídeo.
Para el que no lo pille, termino una misión en la que tenemos que satisfacer a la mujer de un hombre “cansado”. Al salir y hablar con el hombre, terminamos la misión, recibimos la recompensa y… DE GOLPE SALE UN CAZARRECOMPENSAS CON SU PUTO LEOPARDO DE LA CASA. ¿Por qué?
Pero la tontería se termina cuando empezamos a tener técnicas de combate. Claro que antes tendremos que sufrir mucho. El juego tiene puntos en los qué la dificultad es desmedida, sin venir a cuento solo para que pasemos por caja.
Aunque Ubisoft haya decidido pasar a la entrega anual otra vez, espero que las novedades que vemos en Assassin’s Creed: Odyssey perduren en la saga. La primera de ellas es la posibilidad de ver varios finales, siempre dependiendo de nuestras decisiones.
También tenemos la posibilidad de elegir entre dos personajes, aunque desde Ubisoft dejaron claro que el personaje “canon” es Kassandra. La historia está más que bien, con giros y varias ramas que tendremos que completar. Por un lado tenemos la historia de Kassandra y la búsqueda de su familia, la persecución del Culto de Kosmos y una misión que cierto personaje nos manda para cerrar una ciudad.
Cada una de estas historias tiene sus finales. Las decisiones importan, así que en vuestra mano está ver los finales ocultos, bueno y malo. E incluso podéis elegir si luchar o no.
Aunque no es una novedad en Assassin’s, tengo que mencionar que ¡TENEMOS BARCO!. La Adrastea será nuestro navío y tendremos las tan espectaculares batallas navales. Nacieron en Assassin’s Creed III, pero la cosa se popularizó con Assassin’s Creed IV Black Flag. En Origins ya tuvimos un momento de barco y guerra, pero en Odyssey al ser un escenario repleto de islas, es perfecto. Lo que desaparece es la posibilidad de cazar animales en alta mar. Así que olvidaos el arponear ballenas o tiburones.
Ya para terminar tenemos las guerras entre espartanos y atenienses. El mapa está dominado por estos bandos, y nosotros podemos hacer que una isla o región cambie. Para eso antes tendremos que hacer misiones principales y secundarias, e incluso completar las diferentes localizaciones. La forma de completarlas es robando tesoros, matando capitanes y quemando provisiones.
Al hacerlo TODO, una barra nos indicará el estado del bando. Nuestra elección después será si luchamos de parte de los espartanos o los atenienses.
Assassin’s Creed siempre ha tenido un apartado musical bueno. Pero hasta Odyssey no había escuchado una BSO que me gustase mucho. Suena pasada media hora de juego (que mucho ojo a los primeros minutos de juego) y en otros momentos puntuales. Por si queréis un pequeño “earsgam”, os la dejo más abajo.
La parte que no tiene la misma calidad son las voces en castellano. Algunas veces bien, pero la mayoría de veces son mal o fatal. Es preciso jugar al juego con los subtítulos puestos, incluso con cascos. Hay veces que las voces se escuchan muy altas, otras tendremos que afinar el oído. Para colmo, las voces en castellano no tienen ningún acento. Solo hay que escuchar el juego en inglés y os daréis cuenta.
Con 70 horas jugadas y vistos todos los finales, estamos ante un Assassin’s Creed muy grande. Enorme, con muchas opciones y cosas por descubrir. Incluso pasado el videojuego, las cosas que nos quedan por hacer son muchas. Lo mejor de todo es tener la posibilidad de elegir entre dos personajes, siendo Kassandra un personaje que me ha gustado mucho.
Aunque la Grecia clásica está muy bien representada, con personajes de la época y un principio de juego muy bueno, los errores y la dificultad excesiva de las primeras horas lastran un poco la experiencia. Incluso a mitad de juego podemos llegar a pensar que Assassin’s Creed: Odyssey no aporta NADA a la saga. Pero vale la pena ver TODOS los finales.
Espero que a partir de esta entrega, en todo Assassin’s tengamos que elegir y que nuestras acciones influyan en la historia. Me parece todo un acierto y algo que tendrían que haber puesto desde hace tiempo.
Con esto termino. Muchos han machacado Odyssey por ser el juego de la saga más «fantástico» con la presencia de algunos animales mitológicos. Ni caso. Para nada es algo negativo. Todo tiene su explicación.
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