Un capítulo con aires paranormales y lleno de acción e intriga a saco. Eso es lo que nos ofrece el séptimo capítulo de la cuarta temporada de S.H.I.E.L.D.
Por fin, gracias a Kojima Dios, tenemos nuevo capítulo de Agentes de S.H.I.E.L.D. Después de un parón de casi un mes podemos seguir disfrutando de las aventuras de Coulson y compañía, y tengo que decir que la espera ha valido la pena, y mucho. Vamos a despiezar este capítulo, como siempre, sin spoilers, y a ver si os entran ganas de verlo.
Por mucho, este ha sido el mejor capítulo de la temporada, al menos para mí. Se nos pone por delante un capítulo intenso, intrigante y revelador a partes iguales, desde el primer minuto hasta el último. Se me va a hacer difícil transmitir lo esencial del capítulo sin mataros a spoilers, pero me comprometo a hacerlo.
Sin duda, este capítulo, marca un punto de inflexión en la serie. Algunos de nuestros protagonistas van a sufrir importantes cambios, mientras que otros pasaran serios apuros, todo esto mientras el capítulo nos mantiene en una tensión constante.
Tendremos que estar atentos a dos líneas de sucesos simultaneas, que se influirán mutuamente en todo momento, pero sin que los personajes lo sepan, o al menos no todos ellos.
Mack y Robbie estrecharán lazos en este capítulo, aunque no sé yo si de la mejor manera posible. Ambos se verán envueltos en un buen fregado mientras intentan resolver el desastre que Eli Morrow va dejando tras de sí.
Por otro lado, el resto del equipo va a tener que buscar la manera de ayudar a Fitz y Coulson, que han desaparecido del mapa y, por una misteriosa razón, no pueden volver con el resto del equipo. El Dr. Radcliffe y, especialmente, su androide C- 16 Aida tendrán también su momento de gloria en este capítulo. La becaria científica sintética será una pieza clave para resolver el embrollo con aires paranormales del capítulo.
Por último, tenemos a la agente Simmons, que cómo ya habíamos visto en el anterior capítulo, tendrá que enfrentar sus propios problemas separada del resto del grupo. Por fin sabremos algo sobre el misterioso sujeto afectado por la terragénesis que vimos hace muchos capítulos, y del que no habíamos oído nada en todo este tiempo.
El capítulo, como he dicho al principio, transmite una sensación de querer saber más todo el tiempo, el salto de una línea de sucesos a otra cada cierto tiempo lo hace aún más interesante. Justo cuando está a punto de pasar algo gordo, la acción se traslada a otro grupo de personajes y se nos desvelan detalles que nos ayudan a entenderlo todo, al tiempo que nos meten mucho hype en el cuerpo.
El cierre del capítulo nos deja con ganas de más. Una escena que deja a uno de nuestros protas en serios apuros, y otra en la que vemos a uno de los personajes claves del capítulo haciendo algo que no acaba de encajar, son la cortina con la que cierra el capítulo. Lo bueno es que no tendremos que esperar más de tres semanas otra vez, el próximo día 6 tendremos nuevo capítulo.
Eso es todo, culpables, hasta el próximo capítulo.