Agentes de S.H.I.E.L.D. comienza a despertar y nos deja una de las peleas más esperadas desde que comenzó la serie en este 4×06.
Ya hemos visto el sexto capítulo de la última temporada de Agentes de S.H.I.E.L.D y vamos a despiezarlo un poco, para contaros que me ha parecido sin entrar en spoilers.
Este sexto capítulo no ha hecho más que intensificar la sensación que me transmitió el quinto, es decir, dar un subidón al ritmo de la serie, intensificarla y volverla más interesante. Además, de dar un giro argumental radical a la trama de los fantasmas. Eso sí, como punto negativo parece como si se hubieran olvidado de los Wachtdogs de un día para otro.
Por fin podemos decir, que todo el equipo trabaja unido con un único objetivo, cooperando para lograr el éxito. Esto es algo que me ha dejado muy buen sabor de boca, he sentido como si estuviera casi casi en un capítulo de las primeras temporadas. Aunque eso sí, la agente Simmons ha brillado por su ausencia en este episodio, apenas aparece y carece de importancia, a excepción de una escena.
La historia de los fantasmas de laboratorio y el dichoso Darkhold parece acercarse a su fin, desvelándonos más y más datos sobre el pasado de estos espectros condenados, y con un giro argumental, que al menos yo no me esperaba, y que cambia por completo el sentido de la historia.
También tendremos una ración sobre el pasado de Gabe y su hermano, una revelación sobre el origen de sus poderes, en la que podremos ver a un nuevo personaje. Sin duda, este es el plato fuerte del capítulo. Tal como nos revela la promo del capítulo, conoceremos los orígenes de Ghost Rider. Hablando de Gabe, en este capítulo su situación cambiará radicalmente dentro de S.H.I.E.L.D, y se verá obligado a afrontar ciertas verdades.
Se trata de un capítulo lleno de revelaciones, giros y cambios radicales en la situación de varios personajes. Un capítulo que consigue mantenernos entretenidos todo el tiempo, aunque no consigue crear el interés y la intriga como lo hicieron aquellos en los que nuestros protagonistas se enfrentaban a la cúpula de HYDRA, ni la tensión que sentimos cuando la agente Simmons estaba atrapada en otro planeta.
Es difícil que la serie vuelva a engancharnos como lo hizo entonces, pero, sin duda, esta temporada ha evolucionado bastante bien y merece la pena verla.
Como puntos negativos tengo la sensación de que han dejado de lado el asunto de los Wachtdogs, como si la amenaza hubiera dejado de existir de un día para otro. Además, el asunto de la reportera que tenía en su casa lo que parecía ser un sujeto atrapado en mitad del proceso de terraformación tampoco ha vuelto a mostrarse desde hace varios capítulos. Supongo que estarán reservándose ambos asuntos para la segunda etapa de la temporada.
Hasta el próximo capítulo, culpables.