Me he pasado mucho tiempo pensando cómo narices empezar esta crítica. Aunque parezca mentira, no ha sido por el conocido pavor a la hoja en blanco sino porque realmente no sabía que podía decir de este juego que reflejara adecuadamente mis emociones al jugarlo. Ha costado, pero creo que he encontrado la metáfora adecuada.
En el especial de Los Simpsons “La casa árbol del terror XII”, uno de esos episodios divididos en tres mini historias, hay un momento que simboliza perfectamente el sentimiento que me genera Afro Samurai 2. En la tercera de esas historias, de nombre Wiz Kids, se parodia a Harry Potter y Bart y Lisa son magos. En una clase de encantamientos, Edna les obliga a transformar sapos en príncipes. Mientras Lisa logra convertir al suyo en un apuesto príncipe inglés, Bart convierte a su sapo en una aberración que lo único que hace es vomitar y pedir que le maten porque cada segundo de su vida es una agonía.
En las horas que he pasado jugando a Afro Samurai 2 he experimentado de primera mano el sufrimiento de la invocación de Bart.
No sé que es peor, si que este juego haya sido creado rápido y mal para explotar la franquicia de Afro Samurai o que realmente esto sea lo mejor que pueden hacer sus desarrolladores. Y sinceramente, le tengo demasiado respeto a este medio como para considerar la segunda opción.
Afro Samurai 2 es un juego horrible, y no me gusta usar estos adjetivos la ligera. Cada minuto de juego te lo pasas cuestionándote por qué estás jugando a esto, por qué no apagas ya la consola y por qué no dedicas tu tiempo a cosas más productivas. Hacía mucho que no me topaba con un juego así y me duele en el alma que le haya tocado a este juego porque la serie me encantó.
De hecho, que un juego tan malo comparta saga con una serie de animación tan original y decente, alimenta más mi teoría de que ha sido desarrollado simplemente para pillar a los cuatro incautos que compren juego simplemente por nombre o por la portada. Apostaría a que incluso el mayor fan de Afro Samurai despreciaría este juego por su calidad, fuera o no jugador habitual.
El control es confuso de forma continuada. Nunca sabes bien qué está pasando y por qué. Mientras lo jugaba, en cosa de una hora y habiendo luchado contra apenas 10 enemigos de repente ya estaba en nivel 4 y con dos estilos de lucha diferentes. Para contribuir aún más a la confusión, el juego está en inglés y no tiene subtítulos por lo que la única manera de seguir la historia es afinar el oído para escuchar lo que tenga que decir el narrador.
Quizá el único consuelo es que el juego se venderá de forma episódica por lo que aunque hayan pillado a algún despistado, no se habrá gastado demasiado dinero. Eso y que al menos una persona de pensara en comprarse el juego se haya decidido por leer este análisis antes de tirar el dinero a la basura.