Tras la compra de Twitter por una absurda y gigantesca cifra, Elon Musk vuelve a cambiar la verificación en Twitter tras verse acorralado por el monstruo que él mismo creó.
Elon Musk vuelve a cambiar la verificación en Twitter tras ver como gran cantidad de usuarios suplantaban la identidad de personajes públicos; como Biden, Donald Trump o él mismo, y se dedicaban a soltar barbaridades que no nombraremos por respeto al lector. No contento con querer convertir Twitter es un coladero de opiniones sin filtro, de que el propio Hulk le llamase incompetente, o del bochorno sufrido contra el propio Rubius, ahora intenta tirar hacia delante sin hacer autocrítica.
El magnate de la tecnología está desesperado porque los anunciantes no se marchen de la red social que ahora depende de un hilo. Sin ellos, Twitter caerá y desaparecerá. Musk ni siquiera pretende afianzar a los usuarios ofreciéndoles mejoras en el contenido, mayor personalización y el botón de editar tuits; algo que llevan pidiendo años. No, lo que Elon Musk pretende es que todo el mundo pague una suscripción mensual. Lo siento, Elon, estás soñando despierto.
Si pretendía hacer más rentable y exitosa esta red social, está claro que no tiene ni idea de lo que está haciendo. Eso, por supuesto, sin hablar sobre los despidos masivos que vendrán en menos de un mes y a la gente que ya ha despedido entre broma y broma. Y no es poca, precisamente.
Going forward, accounts engaged in parody must include “parody” in their name, not just in bio
— Elon Musk (@elonmusk) November 11, 2022
Qué ha hecho Musk exactamente
El caos ha durado un par de días, pero, al fin, Musk ha tuiteado al respecto sobre ello. Así que tras permitir que la gente pueda suplantar identidades al precio de 8 dólares al mes, ahora ha decidido que las cuentas deben indicar, de forma clara en su nick, que son una parodia. Si no es así, los usuarios serán castigados, pero ¿qué significa esto? Pues según Musk: serán baneados de la plataforma.
Esto ya se hacía antes, pero en lugar de hacerlo en el nick, se hacía en la biografía. ¿A qué daba lugar este pequeño cambio? A que viésemos cuentas de distintos presidentes, famosos y compañías soltando auténticas barbaridades con el check azul y con los identificadores, los @, tan parecidos a los originales que apenas notabas la diferencia. Eso, además, si se te ocurría mirarlo.
Si Elon Musk no se pone las pilas y permite que los anunciantes se marchen, Twitter caerá bajo su propio peso porque, encima, a los usuarios no les está sentando nada bien que él esté al mando. Al final va a resultar que el emprendedor y magnate de la tecnología no era tanto un genio como se pensaba. O no, el tiempo dirá.