¡¡Qué atajo de números!! En lugar de videojuegos parece que hablamos de la crisis. Si nos ponen en Las mañanas de la Ser no daríamos el cante y mantendríamos contentos a los taxistas, gente últimamente ávida de noticias relacionadas con grandes inversiones y unas primas de no sé quien, a las que no tengo el gusto de conocer. Pero es cierto, y no soy ni el primero ni el último que hace este apunte, ¿por qué en la prensa del videojuego hablamos tanto de números?
No sé vosotros amigos lectores, pero yo de economía tengo la misma idea que de astrofísica, más o menos. Sin embargo me siento como un reportero de Expansión hablando de ventas, inversiones, quiebras, ect. La cuestión es: ¿A mí qué más me da?
Y es que esta pregunta toma muchísimo más sentido cuando el éxito económico no tiene necesaria correlación con la calidad del juego. Seguro que podréis enumerar un buen puñado de ocasiones en las que las ventas han sido un fracaso, pero la obra se ha convertido de manera automática en una pieza de arte. Sin ir más lejos, y aquí voy a apelar al corazoncito de muchos, Dreamcast. Que levante la mano el malnacido que crea que Dreamcast tuvo el final que se merecía. He aquí la alegoría a la poca importancia de lo económico en relación a la calidad. Una gran consola, un gran catálogo, unas ventas injustas. Pero, ¿es peor máquina por haber vendido menos?
En el polo opuesto de la balanza. Final Fantasy XIII, un mal chiste que vende como un buen vino. O la mismísima Wii, la consola de sobremesa más vendida de la generación y con diferencia la que menos tratamos.
El tema es, ¿por qué en lo que podríamos llamar prensa especializada intentamos a toda costa hablar de números, ventas y éxitos comerciales? Remarcar, por si hay dudas, que si de algo es especializada es de juegos. De números, idea poca. Esto lo unes a que la información económica que nos llega es muy superficial y ya os podéis imaginar el resultado.
Sin embargo la respuesta a esta pregunta es bien sencilla. Hablamos de dineros por puro morbo. Yo me confieso ante todos vosotros como ferviente amante del Sálvame Videojueguil. En la intimidad leo a Laocoont, a FastETC y a más gente sabia, pero en el patio del colegio lo que nos pone perracos, admitámoslo, es hablar de lo poco que vende esto y lo mucho que vende aquello. Incluso podemos consagrarnos modernas, y como X vende escaso manifestar ante el mundo que nos gusta más, aunque a nadie le importe.
Si es que se abre ante nosotros un mundo de posibilidades. ¡Viva el circo del videojuego!