Los 300 millones de la venta a Embracer Group se destinarán para NFT de Square Enix y otros servicios de blockchain y metaverso.
Es la noticia del día: Square Enix ha aceptado vender tres de sus estudios a Embracer Group, lo que provoca que más de 50 propiedades intelectuales pasen a formar parte de la compañía sueca. En total, son 300 millones de dólares lo que reciben los japoneses por Crystal Dynamics, Eidos Montreal y Square Enix Montreal. Sin embargo, el destino de esos 300 millones ya está decidido: irán a parar al desarrollo de los NFT de Square Enix.
Más allá de las valoraciones acerca de si es o no una operación acertada o de si la cifra a pagar debería ser más alta (dista mucho de otras operaciones recientes), la pregunta era en qué invertirá Square Enix el dinero recibido por parte de Embracer una vez se complete la operación en los próximos meses, prevista para cerrarse entre julio y septiembre.
Pues bien, como ya os adelantamos al inicio de la noticia, tenemos respuesta. Tal y como leemos en el comunicado que ha compartido la propia Square Enix, los planes incluyen invertir en tecnologías como la blockchain o el juego en la nube. Si bien es algo que suele decirse de cara a los inversores, las palabras dejan claras las intenciones de Square respecto al futuro, potenciando los NFTs y otros negocios clave.
«La operación ayudará a que la empresa se adapte a los cambios en el entorno de negocio global estableciendo una mejor distribución de los recursos, lo que ayudará a aumentar el valor de la compañía y acelerará el crecimiento de los negocios clave en el entretenimiento digital», explican. «La transacción permitirá lanzar nuevos negocios con inversión en campos como la blockchain, la inteligencia artificial y la nube».
A falta de conocer el listado completo de propiedades intelectuales que pasan a formar parte de Embracer, lo que sí sabemos es que Square Enix pierde Tomb Raider y Deus Ex, por poner algunos ejemplos. Eso sí, no debería afectar demasiado a los proyectos en los que ya están embarcados los estudios protagonistas, como ocurre con el caso de Perfect Dark con Crystal Dynamics.