Los Peaky siguen con el agua al cuello, buscándose más problemas mientras tratan de solucionar los antiguos. Veamos qué tal ha ido Peaky Blinders 5×03.
Los dos anteriores capítulos de Peaky Blinders sirvieron de punto de partida perfecto para lo que se viene en los cuatro restantes. Este Peaky Blinders 5×03 supone el ecuador de esta quinta temporada, y las cosas están alcanzando su punto de ebullición.
Como siempre, la BBC va a su ritmo de emisión semanal, haciendo que el recurso del cliffhanger tenga un significado real que Netflix estaba matando poco a poco. Esto ha hecho que durante una semana estemos especulando sobre cuál será la bomba más potente que tratará de matar a Thomas (figuradamente, o no), y ahora comenzamos a saber la respuesta: su familia.
La familia
En este episodio vemos como la mecha prendida en Michael Gray, su primo, cobra cada vez más fuerza. El hijo de Poly no acepta el desprecio con el que los hermanos Shelby le tratan después de perder casi todo su dinero y no creerse del todo su inocencia respecto a las amenazas del IRA. Él, orgulloso como su madre y alentado por su embarazada esposa, no teme a Thomas, y su paciencia tiene un límite.
En la otra cara tenemos a Arthur. El abandono de su esposa le ha afectado, y el mayor de los Shelby nunca ha estado equilibrado mentalmente. Thomas era el ronzal que sujetaba al purasangre de su cabeza, pero la cuerda parece romperse con la frustración y los excesos de Arthur, por lo que el huracán de su cabeza puede desatar un vendaval de violencia.
Pero aun hay más. Y es que, hemos hablado de Michael, pero su madre Poly siempre ha parecido ser la más independiente y la única que no está cubierta del todo por la sombra de Thomas. Es lista, quizás la que más, y toma sus propias decisiones. A veces acertadas, a veces no, pero siempre trae consigo una serie de consecuencias bañadas en sangre.
La política
Eso por parte de su familia, pero los frentes de Thomas no acaban ahí. No hay que olvidar que es un político y, como tal, debe ejercer. El problema es que no es su terreno de juego, apenas conoce este deporte, por lo que no es de extrañar que la figura de Oswald Mosley le tenga cada vez más contra las cuerdas. Tommy teme realmente el poder de esta persona, y veremos como esta persona a medio camino entre el político y el mafioso, hará que la serie adquiere un matiz… interesante.
Y otro problema lo tiene el propio Thomas Shelby en su cabeza. Ya vimos en capítulos anteriores como se iba deteriorando su salud mental con todos los enanos que le crecían a su alrededor, y esto irá a más, haciendo que el gánster que lleva en su interior aflore en una vorágine de violencia e intimidación desmedida.