Os traemos la crítica de El Corredor del Laberinto: La Cura Mortal . El final de una saga que ha ido de más a menos y que ha llegado un pelín tarde.
Todas las sagas tienen un final. Vale, Misión Imposible no, y Fast and Furious parece que tampoco. Pero la saga El Corredor del Laberinto sí que finaliza, por fin, con La Cura Mortal, la tercera y última parte de la trilogía que llegó este 26 de enero a todos los cines españoles.
Esta película llega con un importante retraso debido al grave accidente que sufrió Dylan O’Brien (Thomas) durante su rodaje. Su estreno se esperaba para febrero de 2017, pero las lesiones del actor protagonista impidieron que siguiera el rodaje y no ha sido hasta ahora cuando hemos podido ver su esperado desenlace.
Un desenlace que contentará a los fans de la saga, ya que es una despedida bastante decente para la saga. Aun así, nos encontramos ante una película que, pese a ser entretenida, no llega ni de lejos a la altura de su emocionante y sorprendente primera parte. A continuación os detallo el por qué (sin spoilers, podéis leer tranquilos/as).
Entretenimiento sin ninguna pretensión
Siempre me refiero a este tipo de películas como un entretenimiento para “desconectar el cerebro”. Está claro que nadie acude a la sala esperando ver la próxima nominada al Oscar, sino simplemente pasar un buen rato con un blockbuster de acción postapocalíptica. Y en este apartado no tengo queja, El Corredor del Laberinto: La Cura Mortal no aburre en ningún momento y es un digno entretenimiento para pasar una tarde en el cine.
El problema es que quién busque algo más allá se va a llevar una gran decepción. Este tipo de distopías siempre intentan sentar una base ideológica, lanzar un mensaje contra la sociedad actual y en qué nos podemos convertir si seguimos por el camino por el que vamos. Pero La Cura Mortal no profundiza en absolutamente nada. Los buenos son buenos, los malos son malos. Los personajes hacen lo que se espera de ellos y no hay sitio para las lecturas políticas ni para desarrollar psicológicamente a sus protagonistas y enemigos. Pura acción sin ningún
tipo de mensaje.
En definitiva, aquí hemos venido a ver tiros, explosiones, saltos espectaculares desde rascacielos y chavales con las hormonas revolucionadas. Si alguien buscaba profundidad se ha equivocado de película. Pero oye, le prometo que se va a divertir.
Actuaciones correctas y pocas caras nuevas
Todos los actores vuelven a estar correctos en sus papeles, y Dylan O’Brien no decepciona como protagonista de la historia. No son personajes excesivamente complejos, pero ninguna actuación chirría y todos cumplen bien su papel. Destacaría, además del protagonista, a Thomas Brodie-Sangster (Newt), tal vez el personaje con mayor trasfondo psicológico de la película por los problemas a los que se debe afrontar en ella.
Durante la película no veremos muchas caras nuevas, ya que el momento de presentar personajes ya pasó. La única novedad destacable en el reparto es Walton Goggins como Lawrence, un misterioso personaje que conocerán los protagonistas al llegar a una ciudad desconocida.
Una despedida aceptable que no llega a brillar
Por último, y sin entrar en detalles de la trama, se puede decir que esta es correcta pero no llega a ser nada del otro mundo. Como final funciona bien, pero cuando la película acaba deja la sensación de que podría haber dado mucho más. Es una historia lineal, sin sorpresas y con situaciones bastante previsibles. También destaco algunos agujeros de guion y deus ex machina que, sin ser del todo importantes, llaman bastante la atención. Aun así, el resultadogeneral es disfrutable si, como he comentado, sabes que vas a ver un blockbuster de acción que no aspira a nada más.
Los enemigos son uno de los puntos más flojos de la película. E incluso podría decirse que de la saga en general. Aidan Gillen (Janson) y Patricia Clarkson (Ava Paige) están correctos en sus papeles, pero es que sus personajes no dan para más. Son enemigos sin ningún tipo de trasfondo ni interés, típicos malos que son malos porque sí. Tal vez Ava Paige llegue a mostrar una actitud diferente en algún momento de la película, pero ninguno de los dos será recordado como un villano especialmente destacable.
Por lo tanto, puedo resumir diciendo que es un buen cierre para la saga, que no sorprende en exceso pero sí que se guarda alguna cosilla bajo la manga. Y tal vez le sobre algo de metraje, ya que hay situaciones que se podrían resolver de una forma bastante más ligera, sobre todo cuando todo el mundo sabe cómo van a acabar.
Conclusiones
El Corredor del Laberinto se despide con una cinta que no pasará a la historia como lo mejor de 2018 ni de lejos, pero que cumplirá con las expectativas de todos los fans de la saga. Como he comentado, no sorprende pero entretiene desde el principio hasta el final. En mi opinión sube el nivel de la segunda entrega, pero ninguna de las dos llega a la altura de la primera, una película que me sorprendió y que prometía algo que se ha desinflado un poco durante las secuelas.
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Aún así, si queréis desconectar durante un par de horas disfrutando del frenético desenlace de esta saga adolescente, seguro que os divertiréis.