Aún resuenan por las esquinas las hostias que están produciendo las pérdidas de Ghost in the Shell.
No podríamos decir que se viese venir de lejos. Teníamos nuestras esperanzas y todo. Pero parece que las pérdidas de Ghost in the Shell están demostrando que el proyecto no va a ir a ningún lado.
Vamos con los números puros y duros, culpables. Deadline es la que da un pequeño informe financiero con los siguientes datos. La película habría costado en torno a los 250 millones de dólares, combinando costes de producción y de promoción. Perdonad si se nos han pasado los céntimos, pero con tanto cero nos hemos cansado de contar.
Ya tenemos lo que ha costado, céntimo arriba, céntimo abajo. Ahora toca ver lo que ha recaudado. Y al parecer, las primeras especulaciones apuntan a unas estimaciones que apenas llegan a los 200 millones de dólares. Hay que recordar que la película tuvo una recaudación bastante pobre en su primera semana (solo 50 millones en Estados Unidos), y que se ha llevado palos por todas partes. Entre ellos, nuestra crítica le mete bien dado.
Así que ya nos queda hacer una simple resta. Con ella, podemos calcular que las pérdidas de Ghost in the Shell pueden rondar los 60 millones de dólares. Eso dependiendo de cómo le vaya en taquilla en las próximas semanas. Pero ya sabéis que es en la primera donde se recauda el grueso del montante.
Sin embargo, Deadline apunta a que los costes podrían haber sido mayores, incluso. Y que esto haría que la pérdida total de la película llegase a los 100 millones de dólares.
Por qué han sido tantas las pérdidas de Ghost in the Shell
La película no se puede decir que fuese por mal camino. Pero tampoco empezó bien. Ya la elección de Scarlett Johansson provocó polémica. Absurda, pero polémica.
Los efectos especiales parecían prometer, sin embargo, y como suele ocurrir en adaptaciones de este estilo, el contenido se resintió. Intentar contar tanto en tan poco tiempo. Mezclar cosas de aquí y de allá. Minimizar los dilemas morales para centrarse en la acción…
Todos estos elementos son un suma y sigue de despropósitos que, de por sí solos, a lo mejor no desmerecen una película. Sin embargo, juntarlos todos puede hacer que esto sea un desastre. Y si encima hablamos de un anime que, pese a tener más tirón en Occidente que en Japón es bastante desconocido, pues blanco y en botella.
Evidentemente, olvidaros de que vaya a haber continuación de la saga con una recaudación así. Es lo que tiene arriesgar con algo de estas características. O lo petas, o te petan. Es lo que hay.