Hay muchas palabras para describir el cuarto capítulo de Legión, pero espectacular nos suena más que bien para hacerlo. La serie sube el listón hasta límites insospechados y nos muestra sus mejores 50 minutos.
Legión ya era una serie a tener muy en cuenta con sus tres primeros episodios. Su primer capítulo elevó las expectativas al máximo nivel, el cuarto ha cogido el listón y lo ha destrozado a base de imágenes impactantes, donde además se han comenzado a dar alguna que otra respuesta a la intrigante situación de David.
El capítulo empieza presentando un nuevo personaje que descolocará a la audiencia. Un hombre de aspecto setentero realiza un espectacular discurso a cámara. ¿Quién es este personaje? Nos cuenta que una historia se puede narrar de dos formas diferentes a los niños. La primera de ellas es cómo un tierno conejito llamado Algodón consigue superar todas las dificultades que se le presentan gracias a su valentía y fuerza; pero la segunda nos indica cómo también se puede contar una historia basada en el miedo al advertir lo que ocurre si te acercas demasiado al océano. El misterioso hombre decide al final contar una mezcla de ambas.
Queda claro en cuanto termina su discurso que la historia mezcla de persistencia y miedo es la de David, que se encuentra inmerso en un sueño del que no puede despertar. Aunque ¿es un sueño en realidad? En el capítulo anterior dejamos al protagonista sedado profundamente. Ahora nos damos cuenta que en realidad ha abandonado su cuerpo físico y se encuentra en un viaje astral, como tuvimos la ocasión de comprobar también anteriormente, del que no encuentra el camino a ‘casa’.
Sus amigos, alejados de él y de su mente, intentan descubrir el misterioso pasado de una manera mucho más tradicional: indagando e investigando en el exterior. Pronto también se descubrirá que el método de investigación no es que sea tampoco el más tradicional posible. En cualquier caso, en esta ocasión sí averiguan importantes datos de David y estos son mucho más perturbadores de lo que se temía.En su lucha para salir del estado en el que se encuentra, David terminará conociendo al personaje que inicia el capítulo, el cual se revela como una parte importante del pasado de uno de sus amigos. La escena recuerda en la lejanía a cuando Neo, en Matrix, conoce al Arquitecto. Su verborrea inicial confunde al protagonista, pero al final acaba comprendiendo una gran verdad sobre él.
Este último capítulo, por el momento, nos resuelve en parte el enigma mental al que está sometido David, pero también nos deja momentos en los que apenas se puede respirar. Todavía nos queda mucho que descubrir del hijo de Charles Xavier, pero las sorpresas reveladas en este episodio hacen querer saber más, mucho más. Es, sin duda, el mejor capítulo de la serie hasta el momento desde el piloto y le supera en muchos aspectos. Algodón está en peligro.