King’s Quest fue una de las primeras aventuras gráficas que Sierra publicó allá por los años ochenta y desde entonces todas sus historias se caracterizaron por su humor y su personalidad. Con la irrupción de las consolas y los juegos de acción pura y dura, el género quedó un poco relegado a un segundo plano, a pesar del gran número de seguidores que tenía. Decir que había desaparecido sería una barbaridad, pero sí podemos hablar de un pequeño resurgir gracias al trabajo de muchos estudios independientes y éxito de las adaptaciones de Telltale Games.
Ahora, en pleno 2015 y de la mano de Activision, Sierra ha vuelto a la actividad y nos trae King’s Quest. Esta nueva aventura gráfica ha sido desarrollada por The Odd Gentlemen y podremos ir disfrutando de su historia poco a poco, ya que como viene siendo habitual, el juego estará formado por cinco episodios en los que iremos conociendo a Graham y algunas de sus mejores aventuras. Teniendo en cuenta que al primero le he dedicado alrededor de seis horas para poder completarlo, estamos hablando de una duración más que aceptable.
Una aventura para todo el mundo
No es un juego difícil, en absoluto, aunque en algún momento pueda costar un poco encontrar el camino para conseguir los objetos necesarios para avanzar y los QTE’s necesiten dos o tres intentos para superarlos. Quizás lo más desesperante es que los diálogos se repitan sin posibilidad de poderlos saltar. Recuerdo que ya en algunos RPG de la Super Nintendo te obligaban a leer las conversaciones la primera vez, pero si por error volvías a iniciarla, se te permitía saltarla. Así que no tienen excusa para obligarnos a escuchar algunas charlas una y otra vez, por muy buenas que sean las voces que interpretan a los personajes.
Actores como Christopher Lloyd, Zelda Williams o Wallace Shawn forman parte del proyecto y consiguen, junto al resto del reparto, que el juego esté lleno de carisma y situaciones cómicas. Es más, la mayoría de chistes tienen más gracia por la manera de interpretarlos que no por el guión. Con esto no quiero decir que King’s Quest no esté bien escrito, sino que el nivel de las actuaciones es espectacular. También ayuda que cada uno de los personajes tenga un carácter bien definido.
Si comparásemos esta nueva aventura de la saga con el juego que la inició, a parte de no tener mucho sentido hacerlo, veríamos el evidente cambio en los gráficos y en la jugabilidad, pero la esencia sigue siendo la misma. En el apartado gráfico han optado por el tan socorrido cellshading para dar forma a los personajes y a mí no me llama especialmente la atención, pero el reino de Daventry creado con el Unreal Engine está bastante bien. Puede que la animaciones de Graham, el protagonista de la historia, sean un poco «ortopédicas» al andar, pero por lo demás, todo es agradable a la vista. Incluidos los trolls.
King’s Quest es una aventura gráfica con cosas
Como he comentado antes, avanzar no es especialmente complicado y la mayoría del juego se basa en encontrar el objeto adecuado para usar en el sitio correcto, como mandan los cánones de la aventura gráfica. Pero, creo que de forma muy acertada, se intercala algún QTE y hasta la vista en primera persona para disparar un arco y así ganar algo de frescura y romper la dinámica de recorrer los escenarios. Incluso el simple hecho de utilizar diferentes ángulos de cámara hace que el juego mucho más variado de lo que realmente es, ya que el mundo de King’s Quest es, por ahora, bastante reducido.
Para ir terminando, comentaré con mucha tranquilidad que no me he encontrado ningún bug que me estropeara la diversión, aunque por un breve espacio de tiempo, mientras hablaba con otros dos personajes, el juego parecía más el plató de algún programa cutre de televisión. Creo que fue un fallo puntual en el que las lineas de diálogo sonaban una encima de la otra, pero no tiene ninguna importancia vista la fluidez con la que funciona el juego.