HAL Laboratory vuelve a las andadas con el héroe rosado de Nintendo. Kirby y el Pincel Arcoíris es la secuela del juego Kirby: el Pincel del Poder, lanzado en 2005 para Nintendo DS y que fue de los primeros lanzamientos que aprovechaban al máximo las capacidades táctiles de la consola. 10 años después, pero ahora en Wii U, la secuela mantiene toda la esencia del original pero añadiendo un apartado gráfico de aspecto plastilina que le da un aspecto muy resultón.
Menos de lo mismo en una consola más grande
Kirby: el Pincel del Poder (Kirby: Canvas Curse en américa) fue uno de los primeros juegos de Nintendo DS en ver la luz. Acostumbrados a ver al amigo rosado luchando, saltando o absorbiendo, Nintendo le dio un giro radical a la mecánica clásica de la saga para convertir a Kirby en una pelota que debía desplazarse por el escenario a golpe de nuestros dibujos con el Stylus. Además de ser un título bastante notable dentro del (extenso) catálogo de la consola, en su momento sonó bastante por ser una buena muestra de las capacidades de la novedosa pantalla táctil de la que hacía gala la misma.
10 largos años han pasado desde el lanzamiento de aquella original aventura, y Nintendo ha querido aprovechar la pantalla táctil del mando de Wii U (además de las posibilidades gráficas de la consola) para ofrecernos una secuela a la altura con un apartado gráfico que entra por los ojos, un mundo de plastilina. Por desgracia, ya que el juego salió a la venta en febrero en EE.UU, tenemos multitud de información y reviews de medios extranjeros que nos adelantan que el buen sabor de boca que nos dejan las capturas y los vídeos no es el mismo cuando nos ponemos a los mandos.
Como ya os decíamos más arriba, el juego mantiene la jugabilidad de su precuela prácticamente intacta. Nuestra misión será dibujar en la táctil del mando líneas de pintura que harán de pasarela para que la Kirby-bola pueda desplazarse por el escenario, midiendo al milímetro la cantidad de tinta que gastamos en cada una de ellas, ya que es limitada (se va regenerando sola) y si no calculamos bien nos podemos ver en más de un apuro. Recogeremos objetos (incluidos los clásicos objetos ocultos marca de la franquicia), sortearemos obstáculos y pelearemos con nuestros enemigos “a bolazos”. Dispondremos de un ataque especial llamado Turbo Estelar, un estado que conseguiremos al reunir 100 estrellas y que convertirá a Kirby en una máquina de matar, arrasando tanto enemigos como bloques duros del escenario que de otra manera no pueden romperse.
¿Qué sería de un Kirby sin sus transformaciones? En Kirby y el Pincel Arcoíris las tendremos, aunque en cantidad más bien escasa. Tan solo dispondremos de tres transformaciones, que además son obligatorias ya que la CPU nos las impone para poder avanzar. Las transformaciones serán: Tanque, submarino y cohete, cada una con su fase específica y sin poder usarlas fuera de las mismas.
Para aportar rejugabilidad al título, además del modo historia tendremos los modos desafío y multijugador cooperativo. En el modo desafío dispondremos de 48 fases en las que en tan solo 15 segundos debemos abrir un cofre que esconde la recompensa del nivel. El modo multijugador es realmente divertido y aporta bastante frescura al juego: formaremos un equipo de cuatro personas, uno controlará a Kirby y los otros tres a un Waddle Dee cada uno. Los Waddle Dees pueden saltar, atacar con sus armas, coger a Kirby en brazos e incluso andar por los trazos que crea el jugador que controla a Kirby, creando situaciones de lo más divertidas marca de la casa en los modos multijugador de Nintendo.
Más que conservador
Kirby y el Pincel Arcoíris salió a la venta en febrero de este año en EE.UU, por lo que la red está inundada tanto de reviews profesionales como de impresiones a modo personal de jugones (y como no, vídeos en Youtube). Gracias a esto, tristemente podemos afirmaros que estamos ante un título menos profundo en inferior casi en todo a su precuela (aunque parezca increíble, un juego de portátil que salió en 2005). Kirby y el Pincel Arcoíris ha simplificado la mecánica de Kirby: el Pincel del Poder convirtiéndolo en un juego más soso y menos variado. Tan solo tenemos disponibles tres transformaciones, no podemos interactuar prácticamente en nada con los escenarios y los mismos parecen más simples y menos variados.
El apartado técnico, que nos presenta un mundo de plastilina, al principio resulta bastante simpaticón, pero a la larga nos acostumbramos y el factor sorpresa desaparece. Su modo multijugador es lo único que podemos destacar de esta secuela descafeinada de la que no queremos daros un veredicto tanjante sin tener en nuestras tiendas el juego.
Ante la escasez de lanzamientos para Wii U (que ya es una costumbre) los nintenderos darán buena cuenta de este título, que no deja de ser un Kirby, y Kirby mola, pero es imperdonable que un juego de consola de sobremesa, secuela de un título lanzado en portátil en 2005, sea inferior al mismo. El 8 de mayo saldremos de toda duda.